Muestra. Una vista panorámica y folclórica del nacimiento representando a la ciudad de Cuenca en miniatura.

Cuenca es un pesebre a pequena escala

Al calor de la media mañana, los rayos del sol caían casi perpendiculares sobre la ciudad, mientras en un espacio de unos 10 metros de largo por 8 metros de ancho, cubierto por un tejado que no atenuaba lo fuerte del clima y ubicado al costado de una

Al calor de la media mañana, los rayos del sol caían casi perpendiculares sobre la ciudad, mientras en un espacio de unos 10 metros de largo por 8 metros de ancho, cubierto por un tejado que no atenuaba lo fuerte del clima y ubicado al costado de una vivienda en el barrio de San Roque.

Allí Gloria Vivar formaba un nacimiento con cientos de figuras de apenas 9 centímetros de alto; la más grande. “Es un Cuenca chiquito”, decía la mujer de unos 67 años, al exclamar que se refresca con la fe y devoción al Niño Jesús.

Una cholita, un cholito, unos hiladores, un puente, unos animalitos, unas ollitas... colocaba Gloria con habilidad y creatividad en los espacios que representan a Cuenca, su riqueza humana, su turismo tangible e intangible.

“Todas las noches y desde hace un mes y medio, nos reunimos con mi esposo, Reinaldo Criollo, mi cuñado y mis hijos para poco a poco armar y dar forma al nacimiento. Cada año nos inventamos cosas y figuras nuevas para resaltar el pesebre del Niñito Jesús”, explicó Gloria. “Todas las mañanas sigo sin descanso armando el nacimiento para luego con amor infinito al Niño, exponer nuestro trabajo al público”, agregó Vivar.

“No importa el frío de la noche ni el calor del día, todo sea por el Niñito.

Son 42 años que con la familia armamos el nacimiento, lo heredé de mi madre y de mi abuela. Este año debo reemplazar muchas figuras, por algunas dañadas, otras rotas y unas cuantas nuevas”, concluyó la mujer.

Es el patio de la vivienda de los Criollo-Vivar, donde se levanta una pequeña ciudad, en la parte alta están las figuras religiosas del nacimiento, rodeado de lo más tradicional y representativo de Cuenca.

Se complementa con interpretaciones religiosas, tradicionales y paisajísticas de la urbe, como las vendedoras de la Plazoleta de las Flores, las fiestas populares del septenario, desfiles y bailes, ciudades romanas, la selva, lagunas, arados, sembríos, las haciendas, los ríos, trabajadores del campo, borregos, vacas...y otras tantas figuras que, a decir de la creadora del nacimiento, sirven para pedir las bendiciones del Niño para todos.

En la obra manual se destacan las figuras que representan la fiesta del Corpus Christi, el palo ensebado, la gastronomía morlaca, sus iglesias, las lavanderas en el río Tomebamba con su vestimenta clásica y sus íconos turísticos como el puente roto, las dos catedrales, en fin, “el Cuenca antiguo, vistoso y colorido, folclórico y mucho calor humano, sostuvo Gloria Vivar al señalar que el diseño nace simplemente de un recorrido mental histórico de la ciudad, vivida antaño.

El arreglo estará listo para el 15 de diciembre, y el 26 como todos los años oficiarán una misa en honor al Niño Jesús, con la presencia de los vecinos del barrio. (F)