Un cuidado que va más de un solo lado
En Manta y Guayaquil hay preocupación por un alza de casos. Autoridades aluden al descuido ciudadano. Expertos hablan de falta de control
Aunque las autoridades nacionales se niegan a señalar que existe un rebrote de casos de COVID-19, municipios como los de Guayaquil y Manta han decidido retroceder una vez más y reforzar medidas ante el incremento de contagios registrados en las últimas semanas. Un aumento que es señalado por esas mismas autoridades como consecuencia de un “irrespeto” y falta de “corresponsabilidad” por parte de la ciudadanía y sin que ellos hagan un ‘mea culpa’ por la falta de control sanitario y refuerzo del sistema de salud, que vienen reclamando doctores y epidemiólogos desde el inicio de la pandemia.
Ya en las calles no se controlan las aglomeraciones ni el exceso de personas que llegan hasta los exteriores de las instituciones públicas para realizar trámites o el uso de mascarillas, como lo ha publicado EXPRESO en las últimas semanas. Lo mismo sucede en el transporte público urbano donde poco se controla el aforo y en el interior de los centros comerciales donde tampoco se registran controles adecuados del número de personas que ingresan.
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Leer másA eso se suma al reiterado reclamo por la poca eficiencia de la línea 171, que da citas para pruebas COVID-19 para después de varias semanas y la falta de control epidemiológico de los casos positivos.
Si se hicieran estos controles, asegura la doctora Andrea Gómez, se evitaría exponer a la población a otro pico de contagios, como lo que podría estar sucediendo ahora, y al reiterado cierre de locales, hoteles u otros comercios que afectan aún más a la ya debilitada economía del país.
“Lamentablemente no tenemos información de los casos en tiempo real, porque lo que se muestra en las infografías es de semanas anteriores. Tampoco hay información al día de la ocupación de camas hospitalarias o de UCI y lo que llegamos a conocer es porque es filtrado por los gobiernos locales y cuando la situación se torna grave, cuando aumenta la mortalidad, cuando es eso lo que hay que prevenir”, señala.
Según los datos oficiales, desde el 13 de septiembre, cuando terminó el estado de excepción en el país, se han registrado 43.041 nuevos casos y se han hecho 167.751 nuevas pruebas PCR. El aumento más considerable se detecta en Pichincha donde en esas últimas seis semanas se han reportado 25.888 nuevos casos, a diferencia de Guayas que tiene 1.616. Sin embargo es en esta provincia y en su capital Guayaquil, donde ha saltado una reciente pero reiterada alerta por el incremento de contagios. El Colegio de Médicos del Guayas aseguró el lunes que hay un alza en los casos entre un 18 y 20 % tras el último feriado.
“Yo no estoy de acuerdo en que hay un aumento de los casos, hay un aumento en sitios muy específicos, pero a nivel nacional se mantienen estas ondas de las que yo siempre he hablado. El sistema sanitario está preparado para recibir estos brotes nuevos”, dijo ayer el ministro Juan Carlos Zevallos en una entrevista televisiva.
El sistema sanitario está preparado para recibir estos brotes. Apoyo la decisión de Manta y de Guayaquil y estamos trabajando con Quito.
La doctora Gómez no comparte esas declaraciones y asegura que en estos meses en los que hubo una disminución de contagios era cuando Salud debió volcar sus esfuerzos a reforzar el sistema y hacer la mayor cantidad de pruebas posibles. “No ha habido cambios en la política del Gobierno. El Ministerio de Salud maneja con secreto la información, lo que se debe seguramente a la falta de pruebas”.
Con ella coincide el epidemiológico Daniel Simancas, de la UTE, quien asegura que esa falta de pruebas impide saber si hay nuevos brotes y si la movilidad de los feriados recientes ha influido en algo. “Ha faltado la previsión de contar con vigilancia epidemiológica, con una política de aumento de pruebas para poder contener y mitigar de mejor manera este virus, independientemente de que los casos estén en ascenso o en descenso”, señala.
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Leer másEl médico asegura que otra de las debilidades ha sido la comunicación ambigua sobre lo que sucede realmente en el país. “El mensaje sobre la posibilidad de la reinfección debe ser claro. Eso no lo vemos, no hay educación, y eso se ve reflejado cuando uno conversa con las familias”, indica. Además cree que los controles en el sector público, en los espacios abiertos y en el transporte nunca debió haber disminuido.
Al respecto, Miguel Anchundia, presidente de la Unión de Transportistas del Guayas, asegura que los controles de los transportes inter e intraprovinciales sí se mantienen, pero que no pasa lo mismo en el urbano. “Los controles ocurren con nosotros nomás porque en la metrovía hay exceso de pasajeros, los urbanos andan con capacidad en exceso y ahí no pasa nada”.
El dirigente gremial, quien afirma que tampoco han sido apoyados con implementos para el cuidado sanitario como les prometieron al inicio, sostiene que el control debe ser justo y para todos, porque sino su esfuerzo y cuidado no servirá para nada.
EN DETALLE
El sector hotelero: "“Queremos que se eviten las políticas asfixiantes”
Sectores como el hotelero también han sentido que del lado de las autoridades ha bajado la intensidad en lo referente a los controles del cumplimiento de las normas de bioseguridad, no solo al interior de los sitios de hospedaje, también en las áreas abiertas que están bajo su competencia.
El feriado en vilo, entre el rebrote y la reactivación
Leer másConsideran que ciertas señales enviadas por las autoridades estarían alarmando a los ciudadanos y eso ya empieza a tener un impacto en el sector turístico que ha sufrido cancelaciones para el feriado de Difuntos y de Independencia de Cuenca.
El presidente de la Federación Hotelera del Ecuador (Ahotec), André Obiol, señala que hay una evidente relajación de los ciudadanos y autoridades, aunque señala que no hay rebrote. “Hay nuevos casos, sí. Pero ese ligero pico se esperaba a raíz del anterior feriado y porque evidentemente los ecuatorianos, en ciertas ciudades, nos hemos indisciplinado”.
Por eso, la Ahotec ha pedido a las autoridades que eviten emitir políticas asfixiantes y que generen temor y en su lugar retomen los controles en restaurantes, hoteles y otros.
En el sector de La Mariscal, en Quito, los comerciantes reconocen que con el pasar de los meses la presencia de las autoridades municipales en los locales va mermando.
Uno de ellos aseguró que volvió a abrir su sitio de comidas en mayo y que al inicio tenía la visita de funcionarios, al menos, una vez a la semana. Ayer no recordaba cuándo fue la última vez que hicieron un control personalizado.
“Las charlas sobre atención al cliente y las recomendaciones ahora las recibimos a través por internet. Usamos el termómetro y el alcohol, pero no estaría mal una mayor presencia de las autoridades. Eso aportaría a la reactivación”, señaló