El culebron presidencial frances inquieta a la UE
La ultraderechista Le Pen los asusta, el centrista Macron los fascina, el conservador Fillon los incomoda. En la capital de la Unión Europea (UE), dirigentes y diplomáticos siguen de cerca la apretada elección presidencial francesa, con candidatos pro
La ultraderechista Le Pen los asusta, el centrista Macron los fascina, el conservador Fillon los incomoda. En la capital de la Unión Europea (UE), dirigentes y diplomáticos siguen de cerca la apretada elección presidencial francesa, con candidatos pro y antieuropeos a la cabeza en los sondeos.
“Si alguien representa un riesgo real e identificado es (Marine) Le Pen”, quien aboga por una salida de la zona euro y de la Unión Europea tras un eventual referéndum, reconoce una fuente del Consejo de la UE, la institución que representa a los 28 países del bloque.
Aunque la Comisión Europea (CE) evita “entrar en un debate nacional”, en palabras de su portavoz Margaritis Schinas, el liderazgo de la antieuropeísta en algunos de los sondeos de cara a la primera vuelta obligó incluso al ejecutivo comunitario a romper su silencio.
Si Le Pen gana, “¡llevaré ropa de luto!”, prometió el presidente de la Comisión, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, mientras que para el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, “votar a Le Pen es abandonar el euro (...) una mortífera locura”.
El candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, no genera los mismos temores. “Es demócrata y no es completamente antieuropeo, ya nos apañaremos”, asegura la fuente del Consejo de la UE.
La elección presidencial en Francia, uno de los países fundadores del bloque y uno de sus principales pilares junto a Alemania, llega en un momento en que los dirigentes buscan dar un nuevo impulso a la UE, tras la decisión de los británicos en referéndum de abandonarla, previsiblemente en 2019.
Con sus giros inesperados, investigaciones judiciales y resultados de los sondeos, la campaña obliga a Bruselas, la capital de la UE, a aguantar por el momento la respiración.
Y, en un contexto de preparativos para las próximas negociaciones del Brexit, Emmanuel Macron, el más proeuropeo de los 11 candidatos, “fascina” en Bruselas, máxime cuando su elección “podría representar una renovación del motor franco-alemán”, agrega.
El candidato de En Marche! y exministro de Economía bajo el mandato del actual gobernante, el socialista François Hollande, fue uno de los pocos presidenciables en viajar en octubre a Bruselas, donde trató con directivos comunitarios. Juncker también se reunió con el conservador François Fillon en diciembre y con el socialista Benoît Hamon en marzo.
Aunque el programa de Fillon está “bien visto” en el club comunitario, la pesquisa judicial que lo afecta levanta “interrogantes sobre las costumbres políticas francesas”, apunta Charles de Marcilly, analista de la Fundación Schuman.
Le Pen, por su parte, agitó ayer más las aguas. Justificó su propuesta de restablecer el franco porque está convencida de que “el euro va a morir” y dijo que para evitar el caos que se podría generar por una desaparición abrupta, hay que hacerlo “con concertación”.