Cuyabeno, un sitio con inopias, pero atractivo para el extranjero
Habitantes de la reserva de Sucumbíos carecen de servicios básicos. El turismo es la base de su economía, pero aminora
Mientras el sonido de diversos animales no visibles entre tanta vegetación captura la atención, la brisa acaricia el rostro y el río va llevando la canoa por lugares inimaginables, la vida va adquiriendo otros matices. Al adentrarse en la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno, ubicada en la provincia de Sucumbíos, al norte del país, la naturaleza no solo seduce al turista, también lo enfrenta con una realidad distinta a la que está acostumbrado.
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Leer másLos vehículos, a partir del puente Cuyabeno, quedan obsoletos. Desde allí, la canoa es el único medio de transporte. Decenas de personas lo intuyen y esperan tranquilamente a que un guía los oriente en qué canoa subirse. Nadie se desespera, ni por la lluvia que empieza a caer.
Muchos de los que visitan esta reserva son extranjeros. A unos se los reconoce porque visten las camisas de sus selecciones de fútbol; a otros por su lenguaje. Pero todos, al subirse a la canoa, se ponen un impermeable y preparan sus cámaras. La travesía dura dos horas hasta llegar a las cabañas, entre tanto y poco a poco, varias especies de pájaros se dejan ver surcando el cielo o sobre una rama.
Muy pocos ecuatorianos visitan este sitio, cuenta el guía turístico Jorge Maigua, por lo general en los feriados. Sin embargo, los extranjeros son quienes tienen al Cuyabeno como un destino que no pueden dejar de visitar si están en Ecuador.
Cuando los holandeses Lisan Kuijpers y Daan Manders visitaron Baños de Agua Santa, ubicado en Tungurahua, les recomendaron viajar hasta ese punto selvático. A ambos les gustó la diversidad de especies y los paisajes que pudieron observar. A ella le encantó la naturaleza.
A criterio de Jonathan Aragundi, guía de la reserva, los ecuatorianos perciben que el costo de las excursiones es elevado, ya que el mínimo, de tres días y dos noches, oscila desde los $ 310 por persona. Sin embargo, este valor puede ser similar al que invertirían si van a un balneario, ejemplifica el guía.
Es por esto por lo que Maigua sostiene que desde el Ministerio de Turismo debería promocionar más este destino, tanto dentro como fuera del país, ya que el turismo ha caído en los últimos años. Esto, porque varios creen que el sitio es peligroso, ya que están cerca de la frontera con Colombia. Pero “eso no es cierto”, afirma Aragundi, y agrega que es el turista extranjero quien los promociona afuera.
Maigua considera que la baja del turismo foráneo también se debe a que el país se ha declarado en conflicto armado interno. “No es buena publicidad”.
Al momento que más turistas van a Cuyabeno, explica Adonis Muñoz, instructor de guías en la reserva, el valor que la gente paga por las expediciones se reparte con las comunidades indígenas, sionas, secoyas, cofanes, quichuas y shuaras; caso contrario, tienen la necesidad de cazar a los animales para venderlos o talar árboles por ingresos.
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Leer másPor otro lado, en estos meses, es normal que llueva en la reserva, por lo que el agua en las lagunas alcanza sus máximos niveles y llega hasta cerca de las copas de los árboles; lo cual es muy atractivo porque no es común ver eso. Pero entre febrero y marzo, este nivel suele bajar hasta casi secarse, generando otro tipo de ecosistemas que también permite ver otros animales, dicen los guías. Es allí cuando se hace senderismo.
Y es justamente en esa época cuando las comunidades indígenas necesitan más del Estado, comenta Franklin Ponce, miembro de la comunidad siona, ya que carecen de agua potable, debido a que la sequía les causa afectaciones.
Muñoz relata que el pozo que tienen queda inhabilitado en esos meses porque se seca, lo que los obliga a coger el agua del río, pero este tiene un color achocolatado por los sedimentos. Este es imbebible y es por eso por lo que a la comunidad les urge el agua potable, afirma el guía. “Es muy importante”.
El mal estado de las carreteras para llegar al cantón Lago Agrio o de ese sitio hasta Tarapoa, parroquia de Cuyabeno, es otro factor que incide en la baja del turismo, dice Aragundi. “No tenemos vías de primer orden”.
A esto, Muñoz le suma la necesidad de infraestructuras sanitarias en las comunidades; también de centros médicos especialistas, ya que están lejos de esta zona. “La gente se puede morir hasta llegar a esos sitios”.
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