
Dallyana Passailaigue: “En el amor no hay dudas, nunca las tuve”
La asambleísta guayaquileña contraerá matrimonio con Alberto Jalil, mañana en General Villamil, Playas, y confiesa sentirse muy emocionada y nerviosa.
Dice que se casa a la edad de Meghan Markle (36), la esposa del príncipe Harry de Inglaterra. Pero Dallyana Passailaigue tiene 37 años. La asambleísta guayaquileña contraerá matrimonio con Alberto Jalil, mañana en General Villamil, Playas, y confiesa sentirse muy emocionada y nerviosa. Es la primera vez que habla de su relación y de este acontecimiento de su vida.
¿Cómo surgió esta historia de amor?
Nos conocemos desde los 18 años, fuimos amigos durante mucho tiempo. Ambos tenemos la misma edad, él es ingeniero agrónomo. Siempre sentimos una gran atracción, Alberto se fue a vivir a Hawái en el 2000. Allá también residía una buena amiga, los visité en 2010. Ahí nos reencontramos, seguíamos con ese gusto. En ese viaje decidimos que queríamos estar juntos. Pero yo me regresé porque mi vida estaba acá, trabajaba entonces en Así somos, de Ecuavisa. Volví con la desilusión de que no iba a poder ser, pero Alberto se vino a Ecuador para estar con su familia, dice que también a buscarme y a trabajar. En agosto cumpliremos 3 años juntos.
Expresa una frase que lo que es para uno nadie se lo quita...
Así es, además es bonito que ni él ni yo tomamos decisiones anticipadas, nos dimos el tiempo sabiendo que la vida es perfecta y que todo tiene su momento. La vida nos volvió a juntar. Cada uno es el sueño del otro. Estoy en la gloria, estoy que floto, enamoradísima hasta las patas (risas). En el amor no hay dudas, nunca las tuve, cuando él regresó siempre supe que nuestro destino era estar juntos.
¿Qué es lo que le atrae de él?
Nuestros estilos de vida son muy similares, tenemos cosas en común, nos encanta la playa, las mascotas, la música, los conciertos y hacemos parrilladas. Nos aceptamos tal cual somos, tenemos una relación basada en el respeto, en la admiración, en el amor y en el buen humor. Somos completamente compatibles. Siempre supimos que podíamos convivir. Nuestra relación es igualitaria, cualquiera puede cocinar, lavar los platos y si alguien tiene que aportar económicamente, lo hacemos cualquiera de los dos. Respetamos nuestros espacios y tenemos el mismo grupo de amigos.
¿Ya vivían juntos?
No. Compramos un departamento en el Puerto Principal para mudarnos al día siguiente de la boda. Yo por el trabajo en la Asamblea viajo de martes a jueves a Quito. Lunes y viernes trabajo en Guayaquil. Recién llevo un año en esta actividad. Es complicado manejar esta agenda, pero es hermoso tener un hogar a donde regresar.
Los casados afirman que la convivencia no es sencilla...
Creo que el apoyo y el respeto por nuestras aspiraciones profesionales e individuales es algo de lo más fuerte que existe en nuestra relación. Alberto tiene claro que mi servicio hacia la gente es algo que siempre he querido hacer en mi vida. El camino es duro, pero el amor también es fuerte.
¿Los hijos vendrán pronto...?
Quiero que vengan ya... Espero que en la luna de miel podamos hacer un trabajo exitoso (risas). Creo que seré una madre que defienda los derechos de los ecuatorianos desde la política. No creo que la maternidad sea excluyente a cualquier trabajo. Siempre he tenido el sueño de ser madre, aunque no es que mi vida ha girado en torno a esa realización. Me siento en la mejor etapa.
¿Sus planes siempre fueron casarse a una edad madura?
Siempre lo pensé así, no tan pelada. Tenía una lista grande de aspiraciones, como vivir en el extranjero, alcanzar logros deportivos. Cuando la gente se casa joven se postergan esas metas. Siempre me vi casada no antes de los 30. Antes de esa edad no estaba lista, soy una mujer independiente. Tengo la certeza que le puedo dar calidad a mi familia, nunca quise improvisar en este tema. Aunque no lo crean he sido conservadora en ciertos aspectos, como casarme de blanco, no tener hijos fuera del matrimonio. El hombre de la vida llega, ni un minuto antes ni un minuto después.
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La tv es etapa superada, la de actriz de teatro, no
Después de que concluya su trabajo en la Asamblea, ¿volverá a la TV o es una etapa superada?
La vida tiene sus etapas y cada una de ellas las he disfrutado al máximo. Soy una mujer que logra lo que se propone. En la política me siento realmente plena, espero crecer en esto. La TV tuvo su momento, de esta aprendí ese contacto con la gente. Siento mucho cariño por la TV y tengo recuerdos bonitos, pero ya es una etapa superada.
Usted estudió para ser actriz e incluso viajó al exterior para cumplir ese sueño.
Muchas veces extraño lo que solo da el arte, ese sentido tan profundo de la existencia. No dejaré el teatro por ser política, porque es algo que me hace sentir plena y llena. Espero montar una obra a beneficio de alguna fundación. Tampoco dejaré el deporte porque es parte de mí, de llevar una vida saludable. Como la legislación es algo nuevo ha merecido mi total dedicación y concentración. Espero poder alternarlas.
Una boda exótica y colorida
El matrimonio de Dallyana y Alberto se oficiará en la casa de la familia de la novia, en General Villamil Playas. “Alberto y yo hemos tenido el sueño de contraer nupcias en nuestro segundo hogar, la playa. Espero que ese día haya una linda caída de sol. Compartirán con nosotros familiares, amigos cercanos, colegas de la política, periodistas, como Carlos Vera, amigos de colegios y universidad. Confío que como es feriado puedan ir muchos de los convocados. Son 200. Mis mejores amigas serán las damas, mi hermana, Vanessa, una de ellas”, cuenta la emocionada novia.
“Alberto y yo nos terminamos de enamorar en Hawái, creemos en la autenticidad y no en la rigidez. Somos un país de costumbres y cuando nos salimos de esas normas sociales se crea mucha curiosidad, no hemos optado por una boda tradicional, de rosas blancas o romántica, sino en algo que tenga nuestra marca personal, muy como nosotros, en algo exótico, todo tendrá vida, color y será muy hawaiano. Espero que el clima nos ayude, he prendido velas para que así sea”.
El vestido que en esta ocasión tan especial lucirá no ha sido confeccionado por un diseñador local, lo compró en una exhibición de trajes de novia de Guayaquil. “Es el modelo de mis sueños, el que siempre quise”.
La luna de miel está prevista en Europa. “Nos iremos de inmediato, a la semana siguiente del matrimonio. He viajado siempre sola, siempre trabajé para hacerlo, desde el día que salí de mi colegio ese era mi objetivo, porque viajar es maravilloso. Estaremos 18 días, solo hemos comprado los pasajes de ida y vuelta a España, luego de ahí nos iremos a otros lugares, como Italia, tal vez Portugal y Suiza. No queremos organizarlo tanto porque somos aventureros”.