Noboa recibe a González: almuerzo incómodo para el correísmo en Carondelet
Anáisis | Una trampa perfecta es, en efecto, la que no ofrece oportunidad de salvación. Noboa armó y cayeron los correístas
Daniel Noboa tendió la trampa perfecta para la plana mayor de los correístas residentes en Ecuador y estos cayeron porque no tenían forma de evitarlo. Una trampa perfecta es, en efecto, la que no ofrece la oportunidad de salvación y eso es lo que ocurrió con la trampa que Noboa armó para el martes 28 de enero.
Edmundo González Urrutia: "¡Gracias, Ecuador! Por este recibimiento tan emotivo"
Leer másTe invitamos a leer: Machado convoca a venezolanos en Ecuador y desata polémica por uso de la Plaza Grande)
Y aunque suene muy extraño, la trampa consistía en un almuerzo, el almuerzo que el presidente-candidato, Daniel Noboa, organizó para Edmundo González Urrutia, reconocido como presidente electo de Venezuela por casi todos los países democráticos del hemisferio.
Pues bien, Noboa invitó a ese almuerzo a las cuatro autoridades de los gobiernos autónomos de Guayas, Pichincha, Quito y Guayaquil, bajo el supuesto de que ellos administran las gestiones de las dos provincias y dos ciudades donde reside la mayor parte del éxodo venezolano.
Los cuatro invitados, que en efecto son los correístas de mayor jerarquía con la excepción de los que viven fuera del país o están en la cárcel, no aceptaron la invitación. Los invitados eran Pabel Muñoz, alcalde de Quito; Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil; Paola Pabón, prefecta de Pichincha, y Marcela Aguiñaga, prefecta de Guayas: los tres primeros importantes cuadros del correísmo y la cuarta, Aguiñaga, militante histórica del correísmo y, aunque marcó distancias con la Revolución Ciudadana en algún momento, sigue manteniendo vínculos estrechos con esa organización política.
Aunque era perfecta, la trampa era sencilla: la invitación conllevaba el supuesto de que los asistentes, al ir a Carondelet, iban a reconocer que Edmundo González es el legítimo ganador de las elecciones en Venezuela. Reconocer esa legitimidad, claro está, significa desconocer a su compañero ideológico Nicolás Maduro que hasta ahora no ha podido mostrar las actas que supuestamente lo acreditan como ganador, pero que tiene el reconocimiento de regímenes y líderes autoritarios poco democráticos, entre esos, Rafael Correa, máximo dirigente de la Revolución Ciudadana; Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, y Miguel Díaz-Canel, de Cuba.
¿Por qué la invitación de Noboa es la trampa perfecta?
¿Por qué alcaldes de Guayaquil y Quito rechazaron encuentro con Edmundo González?
Leer másAhora bien, ¿por qué la invitación de Noboa al almuerzo era la trampa perfecta? Sencillo: si aceptaban ir contradecían a su líder Rafael Correa y a los pergaminos de la eternamente chavista Revolución Ciudadana. No asistir significa que quedan como simpatizantes de Maduro y su siniestra tiranía.
Pues bien, al negarse a asistir proyectaron la muy poco popular imagen de que son una suerte de movimiento o cártel madurista en Ecuador. Si bien es cierto que ser madurista no garantiza el rechazo de la mayoría del electorado ecuatoriano, en todo caso no ayuda a sumar votos.
Las respuestas demuestran los aprietos para negarse
De los cuatro invitados al almuerzo, tres dieron excusas tontas y solo Aguiñaga salió bien librada porque está fuera del país y dijo que por eso no podía ir a Quito al almuerzo. “¡Chuzo! Estoy fuera del país trabajando en promover a mi provincia, reactivar la economía y generar oportunidades”, dijo desde España donde asiste a una feria de turismo.
Al menos Aguiñaga no tuvo que inventarse una excusa. Los otros tres no tuvieron otra alternativa que salir con sus respectivas bobadas.
La respuesta de Pabel Muñoz sintetiza la torpe reacción de estos correístas en un esfuerzo casi infantil dijo que no podían asistir a un acto proselitista de Noboa. ¿Proselitista con los correístas participando?
González Urrutia llega a Ecuador, se reunirá con Noboa y recibirá doctorado honoris
Leer másMuñoz en su respuesta de negativa nunca dijo que no podía ir, pero le propuso a la presidencia una “agenda de diálogo” que incluya una mayor inversión del gobierno central para la seguridad de Quito; que el gobierno le pague lo que le debe a la capital y que el Ministerio de Finanzas entregue a Quito los recursos que adeuda y que informe sobre “los pasos concretos” para extender el metro hasta Calderón, al norte de la ciudad.
Al final, el alcalde se despachó dos argumentos de muy pobre factura: que él podría ser multado por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) por haber participado en “un acto de proselitismo político con un candidato” y proponiendo al presidente que visite la Casa del Hermano, un lugar de acogida del Municipio para “extranjeros que sufren desplazamiento forzado y movilidad humana en condiciones indignas”.
La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, siguió la línea de Muñoz y dijo más o menos lo mismo: no voy a asistir a su acto proselitista.
Álvarez repitió lo de Luisa González
¿Qué asuntos pide Aquiles Álvarez discutir en privado con Daniel Noboa?
Leer másEn el caso de Aquiles Álvarez, el argumento se alinea más con la posición de la candidata Luisa González, que hizo un papelón con el periodista mexicano de CNN, Fernando del Rincón: esto es un problema de otro país que nos quita tiempo y esfuerzos para solucionar los problemas de los ecuatorianos.
“Mientras se organizan cenas para hablar de problemas externos, en Guayaquil seguimos lidiando con problemas reales que necesitan atención inmediata”, escribió en un largo mensaje en la plataforma X.
Tanto Álvarez como Luisa González insisten en un argumento particularmente ridículo. ¿Si no se habla del drama venezolano se van a solucionar los problemas ecuatorianos? El alcalde de Guayaquil, además, le invitó a Noboa a otro almuerzo, uno suyo para el 4 de febrero, dizque para hablar de los problemas de Guayaquil. Salida fútil, en todo caso.
En realidad, apoyar a Nicolás Maduro es algo que avergüenza profundamente a ciertos correístas como a Álvarez, Muñoz, Pabón y Aguiñaga. De no ser así, al menos mencionarían el nombre del tirano de Caracas. Sin embargo, ninguno se anima a romper con el discurso de la Revolución Ciudadana. La gran interrogante, sin embargo, es ¿por qué no se atreven a ‘salir del clóset’? ¿Correa le debe favores inconfesables acaso?
No te pierdas Politizados | Correístas: avergonzados pero no arrepentidos
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!