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Daniel Noboa
Daniel Noboa en un desayuno con representantes de comunidades.Crédito: Presidencia de la República

Daniel Noboa se pega un tiro en el pie y salva a Aquiles Álvarez

La reacción del presidente-candidato al etiquetar al TCE fue evidentemente un mensaje a jueces del TCE; Noboa 'dio papaya'

Seguramente por dárselas de comedido y de querer respaldar a la asambleísta de gobierno, Lucía Jaramillo, el presidente-candidato no solo que se embarró con una de las disputas más bobas y ridículas de la política ecuatoriana, sino que terminó actuando como un aprendiz de Rafael Correa, su verdadero adversario en las elecciones venideras de segunda vuelta.

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En un acto que recuerda vívidamente los gestos de prepotencia y autoritarismo del prófugo, Daniel Noboa envió un mensaje al Tribunal Contencioso Electoral (TCE) con la clara intención de que respalde a Jaramillo en su disputa con el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez. “Atención @TCE_Ecuador”, puso en su cuenta de X el presidente-candidato, etiquetando al organismo que juzga los llamados delitos electorales, entre ellos el de violencia política de género.

Un acto de violencia

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El organismo falló en noviembre del 2024 en contra del alcalde por una denuncia puesta por la asambleísta Jaramillo, quien sostiene que el comentario que él le hizo de “niña vaga” era un acto de violencia de política de género. El fallo ordenaba a Álvarez a ofrecer disculpas públicas y pagar una multa que equivale a 21 salarios básicos unificados, es decir, 9.660 dólares. El 19 de febrero de 2025, el TCE ratificó la sentencia impuesta a Álvarez y un día después, el alcalde de Guayaquil publicó el texto en su cuenta de X. Para cumplir con su disculpa, Álvarez utilizó un formato sugerido en redes sociales por el abogado, David Norero Calvo. Pero luego, el alcalde publicó otro 'post' con la frase: “Aquileo Guayaquilei: “Y, sin embargo, es vaga”.

Pero la polémica estalló cuando los usuarios de X encontraron lo que parecía ser un mensaje oculto en las disculpas públicas: un acróstico con las iniciales de “niña vaga”, que fue la frase que llevó a Jaramillo a denunciarlo. En otras palabras, le volvió a decir “niña vaga” pero escondiendo esas palabras en la disculpa.

Como reacción a las supuestas disculpas de Álvarez al fallo del TCE, Jaramillo anunció en X que iba a poner una nueva denuncia en contra del alcalde. “El acróstico encubierto no fue una disculpa, fue una agresión disfrazada. Es el reflejo de un machismo que se cree impune, que pretende ridiculizar y menospreciar a las mujeres con insultos encubiertos”, puso Jaramillo en su mensaje de X refiriéndose a las supuestas disculpas públicas de Álvarez.

La reacción del presidente-candidato al etiquetar al TCE fue evidentemente un mensaje a los jueces electorales de que está pendiente del tema lo que, a todas luces, constituye una presión desde el Ejecutivo. 

La acción de Noboa que lo dejó mal parado

Con ese mensaje, Noboa no hizo otra cosa que ‘dar papaya’: inmediatamente, el alcalde le respondió al presidente Noboa, acusándolo de estar irrespetando la división de poderes y de afirmar que el TCE ya está bajo el control del Ejecutivo. “Ya sospechábamos que el TCE era títere del Ejecutivo, pero que ahora Daniel Noboa lo invoque como si fuera su botón de emergencia, eso ya es como ver al mago revelar su propio truco en plena función”, escribió Álvarez en su cuenta de X, una hora más tarde de que Noboa cometiera la torpeza de haber etiquetado al TCE a propósito del anuncio hecho por Jaramillo.

El alcalde de Guayaquil Aquiles Álvarez respondió a un tuit de Daniel Noboa.

Aquiles a Noboa: "Ya sospechábamos que el TCE era el títere del Ejecutivo"

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Evidentemente, Daniel Noboa se clavó él mismo un puñal cuando puso el mensaje invocando la atención del TCE para que considere lo anunciado por la asambleísta Jaramillo. No solo que expresó una visión autoritaria del Estado apareciendo como el mandamás de un organismo encargado de la justicia electoral, sino que permitió que sus rivales, los correístas, se den gusto atacándolo y hasta burlándose.

Independientemente de lo grave que es el no entender la importancia democrática de la independencia de poderes, de no haber sido por esa mención al TCE quien hubiera quedado más mal parado hubiese sido Álvarez. 

Su ya célebre mensaje de disculpas donde introdujo un acróstico que dice “niña vaga”, fue un desafío abierto al organismo de control electoral y una jugada alevosa de pésimo gusto. Álvarez estaba llevando la peor parte en redes sociales por su reacción grosera, digna de un bully o acosador que ha sido regañado por su mamá y que cumple a regañadientes y con trampas su castigo. Pero esa imagen de Álvarez prácticamente se borró al llegar la tontería de Daniel Noboa. 

Otra cosa: el mensaje de Noboa permite al correísmo sacudirse, al menos en algo, de esa imagen de proyecto autoritario y arbitrario que cimenta en gran medido el sentimiento correísta que hay en gran parte de la población.

Lo de Lucía Jaramillo y Aquiles Álvarez era ya una disputa absurda y estéril que seguramente le costó mucho al Estado que tiene que pagar audiencias y trámites. Por dárselas de comedido y de solidario con Jaramillo y poner un mensaje tan abiertamente anti democrático fue, en efecto, como pegarse un tiro en el pie.

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