Daniel Noboa puso al correísmo ante sus peores fantasmas
Más que con un proyecto de seguridad, el proyecto de reforma constitucional tiene que ver con una estrategia electoral
En el asunto de la reforma parcial de la Constitución para permitir la instalación de bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano, la carrera del candidato Daniel Noboa es contra el calendario. Si su apuesta consiste en celebrar la consulta popular aprobatoria junto con las elecciones generales del 9 de febrero, es decir, en la primera vuelta electoral, el tiempo parece venirle demasiado estrecho. Una meta más realista es hacerlo dos meses después, en el balotaje del 13 de abril: un timing perfecto para sus intereses electorales, siempre y cuando los clasificados para esa segunda vuelta sean él y Luisa González.
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Reforma parcial a la Constitución: como primer paso, la Corte Constitucional debe controlar que la propuesta no restrinja derechos o garantías ni altere los procedimientos de reforma constitucional. Luego, la Asamblea Nacional ha de tramitar la iniciativa en dos debates, entre los cuales mediará un plazo de al menos 90 días. Difícilmente todos estos pasos se cumplirán a tiempo para convocar a consulta popular (última etapa del proceso) antes del 5 de enero de 2025, que es el día señalado como de inicio de la campaña electoral de la primera vuelta. Lo que sí se habrá logrado es colocar el tema en el centro de la agenda política y electoral. Y en ese debate, es claro que el correísmo tiene todas las de perder.
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Leer másQue esto no tiene nada que ver con la (improbable) reinstalación de la base aérea de Manta o cosa parecida quedó perfectamente claro desde el minuto uno. En el video del pasado lunes que Daniel Noboa grabó (él dice que desde el lugar donde funcionaba esa base) para anunciar su decisión de promover la reforma constitucional, el presidente no habla de planes de cooperación militar ni de proyectos de infraestructura, no hace referencia a conversaciones con el gobierno de Estados Unidos para acordar su regreso ni dice una sola palabra concreta sobre la construcción de instalaciones militares. El Comando Sur del Ejército estadounidense ya opera aviones desde bases de la Fuerza Aérea Ecuatoriana y lleva adelante acuerdos de cooperación con el país en materia de seguridad sin necesidad de construir nuevas bases. Si Noboa no habló de ello en su anuncio es, simplemente, porque no hay nada parecido en el horizonte inmediato.
De lo que sí habló, en cambio, y mucho, en el video del lunes, es de sus enemigos políticos. Todo su discurso fue una diatriba contra aquellos que propiciaron el cierre de la base de Manta e incluyeron la prohibición de nuevas bases extranjeras en la Constitución. Y nunca había sido tan directo el candidato presidente a la hora de identificar al correísmo con el narcotráfico.
“Quisieron decir que así recuperarían la soberanía del Ecuador -empezó diciendo Daniel Noboa, refiriéndose a los correístas pero sin nombrarlos- y lo que hicieron fue entregarlo al narcotráfico. Ese fue el primer pacto con el crimen transnacional. Y en esta lucha por recuperar el país, es el pacto que tenemos que revertir y quebrar”. Y más adelante, de manera aún más directa: “Estamos levantando el país que ellos dejaron de rodillas. El país al que convirtieron en cuna de las mafias. El que repartieron a las mafias con una falsa noción de soberanía. El tiempo nos ha demostrado que las viejas decisiones solo debilitaron al país ante las amenazas que hoy no conocen fronteras ni tienen piedad”.
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Leer másEn resumen: no se presentó Noboa en ese video para anunciar un proyecto de seguridad sino para vender a un candidato, él mismo, capaz de revertir la situación que sus rivales legaron al país.
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El correísmo y su oposición histórica a las bases extranjeras
Para los correístas la cosa pinta mal. No se encuentran ante un tema incómodo cualquiera que otro candidato aporta al debate y que ellos pueden ignorar o evadir con un poco de retórica: se trata de una reforma constitucional ante la cual su bancada en la Asamblea debe tomar una postura y que tendrá efectos electorales ineludibles. Se está a favor de las bases militares extranjeras o se está a favor del narcotráfico, es la fórmula maniquea pero efectiva que Noboa ha puesto sobre el tapete. Y el correísmo, ante esta disyuntiva, ya se decidió hace años. Más aún: su oposición a las bases es una de las piedras angulares de su identidad política. Planeando sobre el horizonte, el recuerdo de la base de Manta y las consecuencias de su salida en 2009, incluyendo el reciente hallazgo estadístico del investigador de la Universidad de Chicago Arduino Tomasi, sobre las más de 7 mil muertes violentas no explicadas ocurridas a partir de ese año en las provincias de tránsito de la cocaína y cuya investigación y esclarecimiento fue ordenado una semana atrás por el presidente. Parece que Noboa lo logró: finalmente el correísmo tendrá que enfrentarse con sus propios fantasmas.