Daniel Noboa vs Aquiles Álvarez, ¿Guayaquil gana o pierde con el conflicto abierto?
La pelea con el presidente Daniel Noboa podría afectar la gestión del alcalde Aquiles Álvarez en el Municipio de Guayaquil
En las últimas dos décadas, la relación entre el Municipio de Guayaquil y el Gobierno Nacional se ha caracterizado por un tenso conflicto entre el alcalde y el presidente de turno, sostienen analistas consultados por Diario EXPRESO.
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Rafael Correa mantuvo una batalla campal contra Jaime Nebot por más de diez años, mientras que Guillermo Lasso creyó ver en la alcaldesa Cynthia Viteri una adversaria durante su corto mandato, ejemplifica Giuseppe Cabrera, analista político.
La cada vez más notoria pugna entre el presidente Daniel Noboa y el alcalde Aquiles Álvarez, agravada por la reciente denuncia que el Gobierno Nacional hizo en contra de la familia y empresa de Álvarez por un presunto tráfico de combustible, abre un nuevo episodio de estas viejas rencillas.
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“Es legítimo que critiquen sus gestiones, pero lo que nunca será saludable es que se quiera perjudicar sus administraciones”, acota Cabrera y hace hincapié en que los únicos perjudicados son los ciudadanos, quienes quedan relegados a meros espectadores del conflicto entre autoridades.
La pugna entre Noboa y Álvarez puede afectar la gestión municipal
La reciente pugna entre el Municipio y el régimen de Noboa por la firma de una garantía soberana que venía buscando la Alcaldía de Aquiles Álvarez es el ejemplo más claro hasta ahora del alcance que podría tener este conflicto, dice el analista político César Febres-Cordero.
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“Guayaquil pierde por esto. Cuatro meses tuvimos que esperar para saber qué pasaría con el aval para las obras de agua potable en Monte Sinaí, y se la concedió solo después de muchas presiones por parte del alcalde”, considera y añade que esa actitud podría extenderse a cooperación en seguridad o incluso en la crisis de la morgue.
Y comenta que aún habría que ver en qué deriva el denominado caso Triple A que la Fiscalía ha abierto para investigar la denuncia que el Gobierno hizo en contra de Álvarez. “Siempre será bueno que se investiguen los presuntos actos de corrupción (...), pero me temo que todo este proceso corresponde a la pelea que hay entre el presidente y el alcalde”.
Álvarez, por su parte, en declaraciones recientes, ha señalado que la denuncia del Gobierno respondería a las elecciones de 2025.
No solo eso. Cabrera va más allá y recuerda que en medio de la relación entre el Municipio y el Gobierno también está la oportuna entrega de las asignaciones presupuestarias, más garantías y bonos soberanos, entre otra serie de temas que requieren de la estrecha colaboración de ambas niveles de gobierno.
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“Lo responsable es que, pese a las diferencias que puedan tener el alcalde y el presidente, no se afecte a las administraciones porque significa perjudicar a las personas”. Y hace hincapié en que “se termina perjudicando a la ciudad porque utilizan sus competencias para impedir la gestión del otro”.
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