Daniel Pontón: “Más fácil es resolver la guerra de Ucrania que la de la cárcel”

Hasta el momento son seis organizaciones delictivas que operan al interior de las cárceles “han mostrado su voluntad” para dar un “primer paso” y así tratar de llegar a la paz en las prisiones del país a través de la creación comisión de Pacificación.

Claudia Garzón, integrante de este colegiado y, según mencionó, también vocera de los privados de libertad que analizan participar en este proceso, señaló que integrantes de: Los Lobos, Chone Killers, Latin Kings, Tiguerones, Lagartos y los R7 son quienes están dispuestos a un proceso.

“Estas han declarado y expresado su deseo de dar el primer paso de voluntades hacia la pacificación; no es un acuerdo de paz ni negociación de paz”, reiteró Garzón.

La comisionada es optimista. Ella cree que otras dos organizaciones (Los Choneros y Las Águilas) se sumen a la iniciativa en los próximos días. Sin embargo, adelanta que aún falta todo un camino por recorrer.

“Ese es un gran paso, en cinco meses ganarse la confianza de ellos, es bastante. No solo con las organizaciones sino con quienes encabezan las organizaciones. Después de eso, vienen diálogos internos solo con los líderes y de ahí otros pasos más que corresponden al debido proceso en su tiempo”.

Daniel Pontón, decano de la Escuela de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), sostiene que la “comisión está jugando un juego peligroso, porque de una posibilidad, muestra a un Estado tomado y condicionado por estos grupos, porque no hay una voluntad firme del compromiso”. Pontón sostiene que estos “pasos de voluntades” pueden romperse mañana mismo por la guerra interna declarada. “Más fácil se resuelve el conflicto de Ucrania que lo que tenemos en las cárceles”.

Nelsa Curbelo, exintegrante de la comisión de paz, señaló en marzo pasado que en los centros de reclusión de Ecuador había una especie de tregua o cese de violencia debido a la petición de los familiares de los privados de libertad “para no sufrir más”, pero que hasta ese entonces no existía una verdadera confianza entre los integrantes de las organizaciones y sus líderes, así también existía sospecha de sus similares.

Ramón Celaya Gamboa, especialista mexicano en inteligencia y procesos de seguridad, recuerda que según la experiencia internacional las organizaciones delictivas “nunca van a dejar el crimen en las calles, la venta de droga y el tráfico de armas porque sigue siendo manejado desde el interior de las cárceles”.

“El Gobierno sería iluso si cree que por una negociación aparente no va a haber masacres al interior de las cárceles, las calles van a estar libres de violencia”, argumentó Celaya.

También enfatizó, que a pesar de que los integrantes de las bandas junto con sus líderes lleguen a un tratado de paz, va a prevalecer la lucha por el poder absoluto en el país.

“Tienen liderazgos que aunque parecen iguales, no son tan afines entre sí; al final se busca la prevalencia de un cartel sobre otro. En México lo vivimos hace años, hubo treguas, hasta cumbres de narcos, tratando de crear algo que se llamó La Federación, no fue otra cosa más que el fracaso porque al final del día las traiciones surgen y el fin único es ser el cartel más poderoso del país”.

La mesa de paz funcionará hasta el 16 de junio, según decreto presidencial y tiene que presentar el informe final al cierre de su trabajo. El pasado martes 17 de mayo anunció que cuatro organizaciones habían mostrado “su voluntad” para “dar el paso” hacia la vía de la pacificación en las cárceles.

“Creo que el Gobierno no está para este tipo de cuestiones, lo pone en desventaja. Tiene los instrumentos legales para tomar el control”, acotó Pontón.