El debate terminó por ser la plataforma para definir el norte de la campaña 2025.
El debate terminó por ser la plataforma para definir el norte de la campaña 2025.Cortesía: CNE.

Debate 2025 se perfiló como la base sobre la que se alzará la tarima electoral

Confrontación será punto de partida en la campaña. Ambos candidatos optaron por dar fuerza a sus mensajes en redes sociales

En el debate presidencial 2025 quedó clara una estrategia: la confrontación. Desde el primer minuto, Luisa González optó por el ataque directo y, en respuesta, Daniel Noboa también decidió arremeter. Pero el verdadero impacto de los mensajes enviados, según analistas, se verá en el posdebate y en el desarrollo de la campaña electoral.

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El tono del encuentro se marcó desde el inicio. Antes de ingresar al set, González ya había cuestionado a Noboa por no solicitar licencia para la campaña. Pero hubo una imagen que retrató y definió el ambiente: al darse la mano antes de empezar, González se mostró seria, casi molesta, frente a la improvisada sonrisa de Daniel Noboa.

El inicio del cruce entre los candidatos

Durante el debate, los ataques fueron directos y persistentes. Se abordaron temas como la supuesta vinculación del presidente-candidato con el narcotráfico, el papel de González en la trama del caso Ligados, la insistencia en el sobrenombre de ‘Rana René’, la postura sobre Venezuela y la declaración sobre una deuda del SRI que involucraría a la familia de Noboa. Estas acusaciones dieron paso a un diálogo encendido que se trasladó a las redes sociales, donde los simpatizantes avivaron la confrontación.

La ventaja de abrir la presentación le permitió a González marcar el tono del debate. “Nos volvemos a encontrar en este espacio 15 meses después con una gran diferencia. Hoy ustedes saben que todo lo que diga el candidato Noboa es mentira”, afirmó. Noboa no tardó en responder con otro ataque frontal: “Yo no estoy aquí para revivir cuentos viejos, a la narcopolítica ni tampoco a la corrupción”.

Desde ese momento, con o sin cifras, con o sin pruebas, ambos se lanzaron ataques que incluso llegaron al ámbito personal. Sin embargo, la estrategia no solo se evidenció en la insistencia de sus mensajes durante el debate, sino también en sus declaraciones posteriores. González, por ejemplo, publicó videos cortos en redes sociales sobre los temas que intentó posicionar. En X (antes Twitter), compartió un extracto sobre la deuda con el SRI: “Hoy, delante de todo el país, dijo que no le va a cobrar los 94 millones de dólares que debe su familia”.

Por su parte, Noboa difundió el momento en que cuestionó a González sobre el reconocimiento del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Su publicación estuvo acompañada de una frase y un emoji: “¿A dónde vamos a parar?”.

La politóloga Selene López señala que la estrategia más clara fue la de González, basada en la confrontación. Según la experta, esta postura respondió a la intención de proyectarse como una líder con carácter firme.

¿Cuál fue la estrategia?

En cuanto a Noboa, López indica que apostó por destacar su gestión, aunque también se enfocó en insistir en críticas recurrentes contra el correísmo, especialmente en temas de corrupción y su cercanía con el régimen de Maduro.

Para el analista político Pedro Donoso, no es fácil determinar si hubo una estrategia definida, aunque considera que era previsible que González optara por críticas directas. Según él, la candidata podía aprovechar el desgaste que implica para Noboa llegar al debate como presidente en funciones. Y justamente de eso echó mano.

Por otro lado, Donoso señala que el uso de cifras por parte de Noboa no fue lo suficientemente contundente. A su juicio, el presidente-candidato no recurrió a la presentación de datos sólidos que evidenciaran su gestión, además de que prefirió hablar en términos de futuro.

Las estrategias en un debate no solo buscan minimizar los daños para cada candidato, sino también marcar la agenda. López destaca que este tipo de encuentros sirven para definir los temas que se posicionarán en los días siguientes. En este sentido, González intentó introducir nuevas controversias, como la supuesta vinculación de Noboa con el narcotráfico. En contraste, Noboa se enfocó en reforzar los temas ya conocidos, cuya relevancia podría diluirse en el transcurso de la semana. Esto último porque ya han pasado por el debate público.

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Punto de partida de la campaña

La campaña electoral inició formalmente el domingo pasado, marcando la recta final rumbo a los comicios del próximo 13 de abril. En este contexto, Donoso enfatiza que el debate funciona como un punto de partida clave: “Son los tres o cuatro ladrillos con los que los candidatos arman la tarima”.

Finalmente, el debate no se convirtió en el espacio para ahondar en propuestas. Por ejemplo, los mismos candidatos desperdiciaron la oportunidad de interpelarse ante ofertas como el crecimiento económico para este año o las ayudas que cada uno plantea entregar en caso de ser elegido el próximo 13 de abril.

Pero esto no tiene solo que ver con los candidatos. Para Donoso, el mismo formato del debate no lo permite. Y esto por un tema clave: el encuentro no está guiado por el plan de trabajo presentado por los postulantes.  

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