Decidir un nuevo rumbo

Intentar hacer un análisis de la situación nacional en estos días, resulta un cruel ejercicio masoquista. Cualquiera sea el sector examinado se lo encuentra decadente, obsoleto, corrupto o todo ello junto, trátese de la administración de justicia, la reactivación económica, la calidad de la educación o las prestaciones para recuperar la salud. Ni hablar de la seguridad pública, la generación de empleo... hasta la posibilidad de soñar.

En un país así, es obvio que surja el desencanto pero no cabe que la necesidad de contar con un proyecto nacional se exprese a piedrazos en las calles, evidenciando la enorme frustración y hasta el odio generado. Y entonces... es obligación de todos contribuir a ilusionarnos aunque sea coreando, esto es todos juntos, un autoestimulante SÍ SE PUEDE, previo a decidir arremangarnos la camisa y poner manos a la obra.

Momentos peores hemos enfrentado venciéndolos, tal cual los terremotos, las inundaciones, las erupciones volcánicas, los incendios, las epidemias, los ataques piratas o las crisis económicas como para sentirnos derrotados ahora. Contamos además con un enorme apoyo en los avances tecnológicos y en la información que en alguna medida poseemos. Todo es cuestión de decidir ponernos en modo patriotismo, asumir que hay que ponerle patria a la política y echarnos al hombro la tarea, sin pensar en cuánto pesa.

Obviamente vamos a encontrarnos con dificultades. Bien se sabe que los grandes avances están sustentados en esfuerzos que tienen la magnitud del logro al que se aspira. Si queremos construir una nueva república que garantice, en un marco de justicia y equidad, libertad y progreso, tenemos que actuar con seriedad, honestamente y poniendo todas las cartas sobre la mesa. Aceptar que la actual forma de hacer las cosas ya no va más, porque acrecienta las desigualdades. La década infame debe ser, en la enorme magnitud del daño causado al alma nacional, el agente catalítico que nos determine a cambiar el futuro en beneficio de las nuevas generaciones. Sería la gran obra de Moreno canalizar los esfuerzos nacionales en la dirección propuesta.