Defender especies de las Galapagos

Mucho se ha dicho, escrito y publicado sobre el poder de los imperios y los imperialismos. Los más conocidos se refieren a los aspectos económicos y tecnológicos, pues por medio de ellos se da una subordinación, dominación y dependencia de las naciones pequeñas, que deben cuidar y proteger sus recursos marítimos. Esto ha traído confrontaciones entre las grandes potencias y los países de menor tamaño, pues las naciones débiles deben preservar sus riquezas ictiológicas, amenazadas por el asedio y saqueo de las grandes naves de los países imperiales y de gran poder económico. En este ámbito se libraron batallas. Se venció. La ONU nos dio la razón y las multinacionales pesqueras terminaron por aceptar.

Hoy las naves chinas ponen en peligro los recursos del Ecuador. Un enjambre de más de 300 barcos de alto calado asedia la zona de reserva y protección de especies de las Galápagos. Es una lucha de David y Goliat. La captura, multa y sanciones a la nave china constituyen muestra de defensa de nuestra soberanía. Sin embargo, el poder marítimo chino sigue ahí y amenaza con destruir especies en vías de extinción. Y siguen dispuestos a saquear como piratas esas riquezas.

La prensa señala que “China pide que se proteja los derechos de la tripulación capturada en Galápagos”. Sin embargo, calla sobre la vulneración de los derechos del Ecuador, de las zonas protegidas y de las especies en reserva. Esta potencia no debe olvidar que las islas Galápagos, sus especies y recursos constan en la lista de las zonas marinas especialmente sensibles, aprobada por la ONU-OMI.

Además, en la declaración y adhesión de Ecuador a la Convención Mundial sobre Derecho del Mar, del 2012, se expresó claramente que: “es indispensable adoptar las disposiciones previstas en la Convención, así como en otros instrumentos internacionales, con el fin de proteger y preservar los ecosistemas del Archipiélago de Galápagos”. Y que las especies y recursos de estas islas “constituyen patrimonio común de la humanidad” que deben cuidar todos los habitantes del planeta.

Ante esto el Ecuador tiene que mantener su dignidad y soberanía, estar atento a nuevas acciones por la defensa de sus recursos y cuidar sus áreas protegidas, pues las Galápagos sin este patrimonio no serán las Islas Encantadas que el mundo admira y debe preservar.