Derecho a la honra

Las últimas semanas han copado la atención de medios y ciudadanía los procesos que se iniciaron por, “supuestamente”, haber “lesionado la honra” y “faltado el respeto” al primer mandatario, por parte de un alto oficial de la Armada Nacional, y por el vicealcalde del Distrito Metropolitano de Quito.

A más de analizar sobre la procedencia de las acciones legales, o sobre la legalidad y/o legitimidad de los fallos, es indispensable dejar en claro qué es el derecho a la honra.

El artículo 11 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos manifiesta: “1.Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad.- 2.Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni ataques ilegales a su honra o reputación.- 3.Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias de esos ataques.”

Esta disposición es concordante con el numeral octavo del artículo 23 de nuestra Carta Magna, que manifiesta: “art. 23#8.- El derecho a la honra, a la buena reputación y a la intimidad personal y familiar. La Ley protege el nombre, la imagen y la voz de la persona”.

Teniendo presente que el honor se refiere a la autovaloración que tenemos de nosotros mismos mediante un acto de consciencia, y que la honra se refiere a la valoración de los demás de nuestra imagen y proceder; bajo tales consideraciones, pregunto ¿qué imagen refleja quien públicamente, prevalido de una condición de poder, profiere contra terceros con epítetos descalificativos tales como: “gordita horrorosa, buitre, sicario de tinta, tirapiedras, pitufo gruñón, cuervos con sotanas”, etc.?

El derecho a la honra no es inmanente al cargo que se desempeña o al rango que se ostenta, se refiere al derecho intrínseco de la persona, referente a su proceder y la imagen que dicho proceder imprime en el subconsciente del tejido social. Por tanto, me vuelvo a cuestionar: ¿dónde quedó el derecho a la honra de aquellos que fueron blanco de tales descalificativos?

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