El Derecho Penal en deuda con la inclusión de las mujeres
En las audiencias de casos emblemáticos la presencia de mujeres abogadas es más frecuente. Pero eso no garantiza igualdad en trato ni en honorarios
Cada 8 de marzo abundan las flores, los saludos, los mensajes, las felicitaciones para las mujeres por su día. Su presencia es cada vez más frecuente en distintos ámbitos. Uno de ellos es el Derecho Penal.
Lorena Grillo es una abogada penalista que cree que, “siendo mujer me ha ido bien”. Dice que sí ha tenido clientes que se sienten más cómodos con un hombre en la defensa. Pero opina que eso ya es cuestión de cada uno.
Grillo confiesa que “nunca he tenido ningún problema pero es un área fuerte para la que hay que tener también un carácter especial”. Eso porque en materia penal hay un nivel de estrés muy muy alto. En ese campo lleva ya casi 20 años y ha intervenido como defensora en casos como Petroecuador o el de la Empresa Agua de Quito por posible peculado.
Creo que es un tema que las mujeres piensan que es una materia estresante y muy difícil y también desde la familia se ha dicho que hay áreas para mujeres y áreas para hombres en el derecho.
Ese nivel de estrés del que habla Grillo lo vivió la jurista y catedrática universitaria Paulina Araujo. Ella asistió hace dos semanas a una audiencia de formulación de cargos y salió decepcionada. Dice que la inclusión de las mujeres en el ámbito penal no se equipara en absoluto con la de los hombres.
Araujo descarta que exista un reconocimiento real de la mujer profesional o que incluso pueda cobrar los mismos honorarios que cobran los hombres. “Nos toca desgastarnos muchísimo más, a nosotras sí nos mandan a callar incluidas juezas mujeres, ellas a los hombrecitos sí se les hacen alfombras”, cuestiona. Araujo es una académica en constante preparación y autora de varios libros en materia de Derecho.
Si pregunta si hay un reconocimiento real de la mujer profesional (abogada litigante) que incluso pueda cobrar los mismos honorarios que un hombre, no es así y yo le doy fe.
María Teresa Torres es abogada penalista desde hace 14 años. Considera que es una de las áreas más difícil para el ejercicio de la profesión de las abogadas mujeres. Opina que vivir en un estado patriarcal ha influido mucho en el imaginario de los clientes que han crecido con la idea que el abogado litigante es un hombre.
“Con el transcurso del tiempo la participación de las mujeres como defensoras en casos de connotación nacional ha incrementado y tenido realce pero no se equipara a la participación de los hombres. Ella ha tenido clientes de casos de connotación como el del Call Center del IESS, Petroecuador o Las Torres y ha visto que la presencia de las mujeres ha sido reducida a razón de 10 abogados hombres y dos abogadas mujeres.
Las mujeres peleamos todos los días en audiencias incluso por un trato igualitario. Jueces, fiscales, funcionarios se refieren a los abogados hombres como doctor y a las mujeres como niña, señorita, mijita.
En el Colegio de Abogados de Pichincha hay un incremento de afiliadas mujeres. De los 14.390 profesionales inscritos en ese gremio, 4.561 (31,70 %) son mujeres y más del doble 9.829 (68,30 %) de afiliados son hombres. El Colegio cuenta con un poco más de 5.000 profesionales activos.
Una de las instituciones en la que existe casi igual número de hombres y mujeres es la Defensoría Pública Penal que en 2021 contaba con 676 defensores. Según información proporcionada por la entidad el 47 % son mujeres y el 53 % hombres.
- La mayoría de profesionales ejerce en materia penal con 139 mujeres y 205 hombres.
- En Familia hay 132 abogadas y 112 abogados.
- En Ejecución de la Pena se registran nueve mujeres y 18 hombres.
- Para atención a las víctimas hay 15 abogadas y nueve abogados.
- Mientras que para el área laboral se registran 10 mujeres y siete hombres.
- Finalmente en adolescentes en conflicto con la ley hay una mujer y 10 hombres.
