El derrame llego hasta una zona de cocodrilos
La contaminación se propagó 1,8 km hasta Puerto Azul. Se emitirá un oficio a la Fiscalía para que determine culpables.
En el 2005 el registro de cocodrilos en el área aledaña a la cooperativa Puerta del Sol y la urbanización Puerto Azul, conocido como estero Plano Seco, a un costado de la vía a la costa, era de hasta cinco ejemplares.
Once años después, otra evaluación determinó que en 15 kilómetros del estero se observaron 60 especímenes y que el 71,6 % de los avistamientos ocurrió en este tramo del estero, precisamente en ese sector es que la madrugada del jueves pasado se derramó -a lo largo de 1,8 kilómetros-, 1.500 litros de fueloil, una sustancia combustible de color negro que se usa para plantas de energía eléctrica.
“El estero Plano Seco se ha convertido en uno de los tramos del estero donde observamos un crecimiento importante de cocodrilos de la costa”, dice Sebastián Alvarado Avilés, el biólogo que ejecutó el estudio más reciente sobre estos habitantes del estero.
El cocodrilo de la costa (Crocodylus acutus), desde el 2001 aparece en la lista de especies en peligro de extinción.
De acuerdo con la opinión de los biólogos que han investigado en el lugar, Plano Seco es una especie de santuario para los cocodrilos.
De qué manera este derrame lo afecte es lo que preocupa a Natalia Molina, bióloga y catedrática de la UEES, quien la mañana de ayer acompañó a EXPRESO por la zona afectada. “No será fácil la recuperación de la zona. Por un lado está el cuerpo de agua, por otro, las zonas inundables, que son bastantes amplias en el estero”.
Hasta ayer, los pescadores de Puerto Hondo no percibieron presencia del combustible. Tampoco hasta la altura de la urbanización Terra Nostra.
La reserva faunística Estero Salado abarca 10.635 hectáreas de ramales y zona inundable, rica en especies marinas, con un registro de 115 tipos de aves, además de los cocodrilos.
“Hay especies que se verán más afectadas que otras”, agrega Molina, quien considera que será necesario un monitoreo al trabajo de remediación al que se ha comprometido la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec). “Algo de esto deben ejecutarlo las universidades”.
Los responsables, por su parte, ofrecieron ayer una rueda de prensa para detallar lo sucedido.
“Aquí se encontró una válvula para la evacuación de aguas lluvias abierta, cuando sucedió lo del derrame y eso no debió ser así. En este sentido, para evitar suspicacias vamos a solicitar de oficio a la Fiscalía, que haga la investigación correspondiente para poder determinar las responsabilidades y sancionarlos”, afirmó Gonzalo Uquillas, gerente general de la Celec-EP. Asimismo calculó que el tiempo de recuperación de la zona tomaría entre 45 y 60 días.
Hasta el cierre de este reportaje, no se dio a conocer ningún informe por parte del Ministerio de Ambiente (MAE), que determine la magnitud del impacto ambiental. Reinaldo Cañizares, administrador de Puerto Azul, espera, por su parte, que el día lunes haya una nueva rueda de prensa con un análisis más completo sobre el panorama. Por ahora, los vecinos de ese lugar han tomado la decisión de no utilizar los yates de Yacht Club para “no propagar la contaminación”.
Quienes también mostraron su preocupación por el hecho fueron los miembros de grupos de activistas ambientales de la ciudad, uno de esos la organización ecológica Activismo Global.
Jazmín Alvarado, integrante de ese organismo, solicita al Ministerio de Ambiente que haga una declaratoria de emergencia en la zona afectada, y que se emita un informe para conocer el estado de afectación real que tuvo la zona.
“La empresa Celec debe hacerse responsable del gran daño que ha ocasionado en el estero y en el manglar, donde viven tantas especies”, recordó.