
Tras la derrota frente a Noboa: ¿El correísmo necesita autocrítica?
Las figuras de la Revolución Ciudadana no aceptaron hacer una evaluación; tres académicos analizaron la campaña
Hace una semana, la Revolución Ciudadana sumó su tercera derrota, en unas elecciones presidenciales. Y la diferencia no fue de tres sino de 12 puntos; más de un millón de votantes se inclinaron por Daniel Noboa. El movimiento -liderado por Rafael Correa, desde Bélgica, México, por Zoom o algún sistema de mensajería- no levanta cabeza. Parece ‘noqueado’ ante el golpe, en forma de triunfo, del puño de Acción Democrática Nacional (ADN).
Un voto de silencio
Al menos por el momento, siete de sus figuras han escogido hacer un voto de silencio, evitando a la prensa. Entre ellas la candidata Luisa González, quien habría sorprendido a sus ‘compañeritos’, la noche del 13 de abril, al negarse a reconocer la derrota y hablar de fraude. Desde entonces apenas ha compartido en X algunos mensajes y respondido el cariñoso exe de Sofía, de su equipo; también Andrés Arauz, secretario de la RC, solo se ha comunicado a través de esa red social.
El golpe ha sido demoledor y aún no asimilado. Daniel Noboa es el hijo del magnate que buscó sin éxito cinco veces la Presidencia; en una de ellas contra Correa. Y según le han sacado en cara, “compró un movimiento político”; ADN fue habilitado en mayo del 2024 y le ganó a la RC, que perteneció a Iván Espinel. Aunque el origen del correísmo está en Alianza País, formado en el 2006.
EXPRESO buscó a Luisa González, a los prefectos Paola Pabón, de Pichincha; Marcela Aguiñaga, de Guayas; Juan Cristóbal Lloret, de Azuay; así como al exasambleísta y miembro del buró, Virgilio Hernández; Andrés Arauz y a los alcaldes de Quito, Pabel Muñoz; y de Guayaquil, Aquiles Álvarez. Ninguno estuvo disponible para hacer una evaluación sobre el papel de la RC, en las elecciones, sus errores, aciertos y pensar en qué podría cambiar.
El prefecto Lloret agradeció por el espacio. ¿El buró les prohibió hablar a la prensa? “No, creo que primero es necesario tener claridad en lo interno sobre lo que sucedió”.
Tampoco aceptaron entrevistas el vicepresidente de la RC y viceprefecto de Pichincha, Alexandro Tonello; ni la legisladora Jahiren Noriega.
Una rotunda paliza
“Es muy difícil evaluar cómo trabajaron la campaña; lo que a todas luces podemos ver es que no fue exitosa. El resultado electoral fue una rotunda paliza”, comentó Paolo Moncagatta, politólogo y decano de Ciencias Sociales y Humanidades de la USFQ. Hay sospechas de que pudo afectarles lo que se dijo sobre la dolarización y los gestores de paz, pero son solo hipótesis, recalcó.
“La política ecuatoriana en general está vaciada de contenido. La RC tenía más claro el modelo que proponen, pero en la campaña se concentraron más en lo superficial. Los asesores dirán que eso pega más en redes que tratar de proponer un modelo a largo plazo”, apuntó.
¿Izquierda sin progresismo?
Ante la falta de autocríticas de sus militantes, el abogado y catedrático Ramiro Ávila señaló que un problema es que la RC no aportó con ningún discurso atractivo para una izquierda no correísta. Él, en su cuenta de X, anunció el domingo en la mañana, que votaría por ese movimiento, lleno de dudas.
”Se esforzaron en seguir comunicándose con los mismos de siempre. Para mí fue importante el acuerdo con Pachakutik y con la izquierda. Así le pusieron un poquito de sal a un programa anclado al pasado correísta”, reflexionó. Admitió que le hizo dudar la falta de autocrítica, ya que en sus espaldas la Revolución Ciudadana lleva casos de corrupción, vulneraciones a derechos humanos, intentos de tomarse las instituciones del Estado. No se vio ningún esfuerzo por aprender de sus errores”.
También Ávila señaló que la RC nunca se mostró como un progresismo renovado, con las reivindicaciones Lgbtiq+, feminismos, ecologismos, interculturalidad, migración, etc. “El comportamiento de la candidata era igual de conservador que su oponente; estaba en contra del aborto, a favor de extractivismos, el discurso intercultural llegó muy tarde“.
¿La lealtad a Correa, la condición?
Sobre los audios grabados por Augusto Verduga, Ávila opinó “que fueron parte de una campaña sucia e inequitativa”. Pero que evidenciaron que hay voces críticas, que acaban sometiéndose al poder de Correa y revelan la podredumbre de la política. “Desde la época de Alberto Acosta se vio que un problema de la RC es no saber canalizar los disensos. A Rosana Alvarado, una mujer tan inteligente, le han humillado por pensar diferente”.
Moncagatta, a manera de conjetura, anotó que otro problema pudo ser que la condición para ser candidato en la RC fue la lealtad a Rafael Correa; más allá de ser hombre, mujer, de Costa so Sierra. Tras los malos resultados cree que podría haber un reacomodo, con una distinta jerarquía, dentro del movimiento, sin que el expresidente deje de ser una figura trascendental.
Sobre la elección de la candidata
El sociólogo David Chávez comentó: “El balance final es que a la RC le fue mal, son los peores resultados en unas elecciones presidenciales; pero también han sido las más desiguales, con arbitrariedades y uso del aparato estatal”. ¿Se equivocaron al candidatizar a Luisa González y no a Paola Pabón? “Los números de Pabón no eran buenos”, respondió y sostuvo que Rafael Correa ha dicho públicamente que no es tiempo de mujeres, que ellas incluso prefieren votar por “un líder misógino y violento”.
”A la RC le falta cohesión de estructura partidista y democracia. No se puede desconocer el peso de Correa. Los socialcristianos están de capa caída y se han reducido a un club de amigos, pero ¿quién puede negar el peso de Nebot?