Desahuciados
El centro de Guayaquil, de vibrante actividad en el día, se sume en el silencio cada noche. El barrio del Centenario, en otra época el más exclusivo de la ciudad, está hoy lleno de casas deshabitadas; sus propietarios han migrando a otras zonas por la inseguridad imperante. Y Urdesa, la dinámica ciudadela del norte, poco a poco va cediendo más espacio al comercio, viendo partir a las pocas familias que aún conserva, y perdiendo definitivamente su estatus residencial, ante el exceso de tráfico, el ruido de los negocios y la ola delincuencial que soporta. De mantenerse la tendencia, en poco tiempo repetirá la historia del barrio del sur y del casco central : abandonada por las noches, cuando las puertas de oficinas y almacenes cierran.
Es hora de rescatar estas zonas emblemáticas, pilares de la identidad guayaquileña. El bulevar 9 de Octubre, la av. Víctor Emilio Estrada y las majestuosas mansiones del barrio del Centenario tienen valor histórico y recogen las vivencias de miles de ciudadanos. Su reactivación es vital para el progreso de la ciudad. Si vuelven a ser áreas seguras recuperarán su atractivo como puntos turísticos y residenciales, potenciando incluso su movimiento comercial. Regulación, control y eficiente resguardo policial son los requisitos indispensables para lograrlo.