La desigualdad social, una lucha aún abierta en Ecuador

Este sábado 10 de agosto de 2024 se conmemora un aniversario más de la gesta de 1809, conocida como el Primer Grito de la Independencia. Patriotas como Manuela Cañizares buscaban libertad frente a la Corona española. ¿Cuáles son las luchas contemporáneas, 215 años después de esa fecha histórica?

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EXPRESO habló con la historiadora Viviana Velasco y las sociólogas Alejandra Santillán y Marilyn Urresto Villegas, en torno a la fecha y sobre cuáles son las nuevas peleas por librar en Ecuador.

Velasco, historiadora y profesora universitaria, señala que en 1809 se podría decir que empezó un proceso muy largo de rebeldía, que dio paso a una propuesta de un nuevo sistema político, el republicano y democrático. Sin embargo, para ella, aún existen desafíos relacionados con la ampliación de derechos políticos para las distintas comunidades.

Desde el 2008, anota la historiadora, nos constituimos en un Estado plurinacional, pero aún no hay un respeto a esa diversidad política y jurídica que conforma la nación ecuatoriana. “Un reto es la participación activa de poblaciones como la kichwa, los afrodescendientes y las mujeres”.

Por su parte, Alejandra Santillana, socióloga e investigadora del cambio rural, comenta que si bien el proceso del 10 de Agosto permitió que Ecuador se constituyera como república independiente, hay que tomar en cuenta los pactos entre la nobleza criolla y los terratenientes, que crearon “hombres de la patria”.  

“El hecho colonial no terminó, persiste, por eso hay que seguir luchando. La primera Constitución nos excluyó a mujeres, a poblaciones indígenas y negras. La Constitución del 2008 es garantista y bla, bla, bla, pero somos sujetos de segunda las mujeres, los sectores populares. Esmeraldas está históricamente abandonada. Se cree que los indígenas deben ser tutelados y que no son ciudadanos o actores completos”.

Actores de luchas contemporáneas

Desde Guayaquil, la socióloga Marilyn Urresto afirma que las mujeres jóvenes se han vuelto un actor importante en las luchas contemporáneas, en Ecuador y en la región. “Las mujeres aún no podemos acceder a todos los derechos”.

Además, en el contexto de violencia que se vive en el país, Urresto sostiene que las mujeres son un blanco, un botín de guerra, ponen el cuerpo para proteger a sus hijos frente al reclutamiento forzoso de los grupos delincuenciales, son educadoras populares en barrios y no reciben pago.

Por eso, esta socióloga identifica al movimiento feminista como un actor político y social en Ecuador. Con su lucha de estos años, subraya, no solo busca igualdad de derechos frente a los hombres, sino que se pelea incluso por acceso al trabajo en condiciones dignas y por una vida libre de violencia, para no ser víctimas de femicidios.

En estos tiempos, la derecha conservadora crece y el movimiento LGBTIQ+ lucha por ser reconocido como un otro que merece derechos, apunta. “Buscan respeto a la diversidad de género, para acceder al trabajo y a la educación, sin discriminación”, destaca.

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