Desnutrición crónica infantil sin reducción
Un problema que no solo depende de una política de Estado, sino del compromiso de padres, sociedad civil, sector privado y dirigencia comunitaria
De 2018 a 2019 la cifra de Desnutrición Crónica Infantil (DCI) en niños menores de dos años ha crecido. Pasó del 27.2 % al 30 %, según datos de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2018) y la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil (STECSDI).
Tras las protestas nacionales el tema generó nuevamente alarma. La Universidad Central del Ecuador en Quito, lugar que alojó a miles de manifestantes que llegaron desde varias provincias de la sierra centro y norte del país, alertó sobre el hallazgo de 360 casos de desnutrición crónica infantil en niños que se albergaron con sus familiares allí. La cifra representó el 80 % del total de los menores que llegaron a esta centro de estudios durante los 18 días de paralización.
A inicios de su gestión el presidente Guillermo Lasso anunció que durante sus cuatro años de mandato reduciría en seis puntos porcentuales la cifra de Desnutrición Crónica Infantil (DCI), que al momento se ubica en el 30 %, lo que representaría alrededor de 180 mil niños que padecen DCI a escala nacional y en todos los estratos sociales.
Para eso transformó la Secretaría del Plan Toda una Vida, creada en el gobierno del expresidente Lenín Moreno, en la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil (STECSDI) y con ello una estrategia de prevención bajo el Plan Estratégico Intersectorial para la Prevención y Reducción de la Desnutrición Crónica Infantil.
Aseguraremos recursos de la venta de activos del Estado, combustibles y petróleo para la lucha contra la DCI.
Este 2022 para la reducción de la problemática se designaron 334 millones de dólares en tres carteras del Estado que conforman la coalición del plan: el STECSDI, el Ministerio de Inclusión Social (MIES) y el Ministerio de Salud Pública (MSP). ¿Cómo funciona? EXPRESO conversó con Erwin Ronquillo, secretario de Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, y explicó que el programa consiste en atención integral durante la ejecución de 28 proyectos que son a largo plazo, hasta unos 15 años, pero que tendrá un enfoque preventivo.
“La prevención va desde la concepción hasta que el niño o niña cumple dos años de edad, ahí se cumplen 1.000 días, ¿por qué se enfoca en ese período de tiempo que se conoce como ‘la ventana de oportunidad’? Porque es ahí donde se desarrolla entre el 80 % y 85 % de las conexiones neuronales de los niños. Dicho de otra manera, es donde se desarrolla su potencial y su capacidad de aprender, razonar y discernir”, explicó el titular de la STECSDI.
La prevención va desde la concepción hasta los dos años. Ahí se desarrolla el 85 % de las conexiones neuronales.
En ese sentido, el plan solo está enfocado en atender a los menores de dos años, ¿por qué razón? Ronquillo asegura que “las mejores prácticas internacionales y la evidencia científica dicen que debes concentrarte en los primero 1.000 días de vida para prevenir”. En cuanto a aquellos menores que sobrepasan esa edad y padecen de dicho estado patológico existen otras instituciones como el MIES y el propio MSP que se encargan de atender los casos.
“Infancia con futuro” es uno de los primeros proyectos. Con este buscan llegar a 330 mil hogares en 728 parroquias de 195 cantones en todo el territorio nacional con la ayuda de tres universidades del país. Más de mil brigadistas universitarios visitarán los hogares para hacer un primer contacto con la ciudadanía y levantar información. Además, se busca realizar derivaciones al ente de salud, al de protección social y al de vivienda.
El esfuerzo por poner fin a la desnutrición infantil
Leer másDe acuerdo con Unicef, desde 2006 no ha variado significativamente el porcentaje de niñas y niños menores de 5 años que padecen DCI, a pesar de una serie de programas y estrategias enfocadas en paliar esta problemática. Por el contrario, el porcentaje de niñas y niños menores de 2 años con DCI aumentó, pasando de 24,0 % en 2006 a 27,2 % en 2018.
El sector indígena es el más golpeado, se calcula que 4 de cada 10 niños padece de DCI. En ese sentido, las provincias de la sierra centro como Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Bolívar; en la Amazonía como en Pastaza y Morona Santiago; y Santa Elena son las más afectadas por la DCI en menores de 5 años.
Pero este problema no solo depende de una política de Estado, sino del compromiso de padres, sociedad civil, sector privado y dirigencias comunitarias. La DCI no solo debe relacionarse a la falta o errónea alimentación a un niño, va más allá de aquello. “Es un fenómeno multicausal”, hay varias razones que pueden desencadenar el problema. Embarazo adolescente (10 % probabilidades), falta de atención prenatal, partos inseguros, falta de registro de nacimientos, no asistencia a controles de niño sano, falta de lactancia materna, acceso a agua segura. Para finales de octubre de este año se espera tener los resultados de una encuesta actualizada que refleje la realidad de la Desnutrición Crónica Infantil.