Día del Trabajo: los sindicatos van por tres rutas distintas el 1 de Mayo
A puertas de la conmemoración hay nueva central sindical. En Quito habrá más de una marcha. Unos piden salida del presidente, otros no la consideran
Fraccionados y con posturas diferentes. Sindicatos y organizaciones sociales no llegan en su mejor momento a la conmemoración del 1 de Mayo, Día del Trabajo. La crisis política, social, las diferencias internas, incluso la inseguridad, hacen mella en las centrales.
El síntoma más reciente se dio ayer cuando se hizo la presentación oficial de la Confederación de Trabajadores Solidaridad Ecuatoriana. Una suerte de sindicalistas ‘rebeldes’ que se dicen cansados de los cacicazgos en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y proponen ampliar el espectro de la defensa de sus derechos.
“Proponemos un sindicalismo de un nuevo tiempo que defienda a todos los trabajadores independientemente del sector del que vengan. Rechazamos la burocracia sindical que por décadas ha negociado los intereses de los trabajadores”, señaló Juan Rodríguez, quien es el presidente de la naciente organización.
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La primera medición de fuerzas se dará el lunes, en Quito. La Confederación no se unirá a la tradicional marcha del FUT en la capital y hará su propio recorrido desde la Plaza de Santo Domingo, en el centro, hasta la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), en donde se concentrará para una celebración.
Marcela Arellano, presidenta del Frente Unitario, dijo que hay gente que se está infiltrando en las organizaciones y que se está obligando a los sindicatos a no marchar con ellos.
“Es un grupo de gente que tiene intereses de carácter político y económico para dividir a la organización. Es un grupo de sindicatos relacionados al Ministerio de Gobierno y otros ministerios, a la Fiscalía General del Estado, entre otros, que abandonaron la Confederación de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl) al no poder tomarse la presidencia”, agregó Arellano.
Cada quién tiene derecho a asumir su posición. No los quiero acusar de divisionistas.
Quienes sí se unirán al FUT, pese a las diferencias que han tenido en los últimos años, son los integrantes del Parlamento Laboral Ecuatoriano que consideran que es el momento de mostrar la unidad de las organizaciones sindicales para que el mensaje al Gobierno quede claro.
Fernando Ibarra, presidente del Parlamento Laboral, reconoce que parte de la atención de la ciudadanía en este momento está en defenderse de temas como la inseguridad. “Inclusive con qué va a pasar con el juicio político (al presidente Guillermo Lasso) en la Asamblea, porque así se diga desde el oficialismo que al pueblo no le interesa, a la mayoría sí le interesa porque sabe que está abandonado a su suerte”, señaló el dirigente.
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Pese a las distancias, las consignas y temas de lucha son casi los mismos entre estos grupos de trabajadores: defensa del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS); una reforma laboral urgente que proteja los derechos de los trabajadores; generación inmediata de puestos de trabajo; salud y educación gratuita; lucha contra la corrupción, entre otros.
El FUT y el Parlamento Laboral se inclinan además por la salida del presidente Guillermo Lasso, al que acusan de haber causado una crisis social, económica y de inseguridad y no haber logrado asentar su Gobierno en el área social, a puertas de cumplir dos años de mandato.
Pero en Quito habría una tercera marcha: la de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), que saldrá el día lunes desde la avenida Cristóbal Colón hasta el centro de la ciudad con una consigna “conciliadora”. Esta central sindical está en proceso de reinserción al Frente Unitario de Trabajadores, pero las plataformas de lucha aún no coinciden, explicó su presidente Édgar Sarango.
Por ejemplo, no comparten el pedido de destitución o renuncia de Lasso. “Las organizaciones sociales todo el tiempo hemos estado en las calles botando presidentes y poniendo otros, pero con una misma directriz: nada en beneficio de la gente, por lo que creemos que el presidente de la República debe hacer rectificaciones en su modelo de Gobierno y económico”, agregó Sarango.
Una marcha sin vigilancia
El ministro del Interior, Juan Zapata, anunció que no habrá policías en las marchas que organicen las centrales sindicales a nivel nacional. “La Policía Nacional frente a manifestaciones pacíficas por la reivindicación de los derechos de los trabajadores no pondrá personal policial en ningún momento”, señaló.
Recordó que en otras ocasiones y eventos se ha aplicado el mismo mecanismo, sin tener novedades. Sin embargo, el funcionario advirtió que los uniformados sí actuarán si detectan que el orden es alterado.
