Como parte de los diálogos abiertos, el presidente Lenín Moreno mantuvo un encuentro, ayer, con los principales representantes de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. El mandatario agradeció por la participación de la Iglesia en los acuerdos de paz con e

El dialogo cobra un ‘nuevo aire’ tras las manifestaciones

Todos los ministros están ‘desplegados en territorio’ para dialogar con los ciudadanos. La focalización de subsidios es parte del debate gubernamental.

Aterrizar el discurso es más complicado de lo que parece. El gobierno del presidente Lenín Moreno asegura, desde el primer día de gestión, que su política está dirigida por el diálogo con todos los sectores. Aunque hay ejemplos concretos de que eso sucedió, también hay muestras de que la premisa no funcionó del todo en situaciones críticas. El paro nacional de once días es el ejemplo estrella.

Luego del anuncio de las medidas económicas -que incluía reformas laborales, tributarias y la eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel- saltaron reclamos de transportistas, trabajadores, indígenas y otros grupos sociales que mostraron su sorpresa ante el cambio en las reglas del juego. Aseguraron que nunca fueron consultados sobre los efectos que se podrían generar.

El resultado fue el conocido: once días de protestas violentas que terminaron con saqueos, vandalismo, heridos e incluso muertos.

El gabinete no reconoce, al menos no directamente, que hubo una falla en el diálogo. Lo demuestra, sin embargo, con la agenda que mantiene el presidente y su equipo desde el día después del final de la movilización indígena.

El vicepresidente Otto Sonnenholzner, por ejemplo, ha mantenido encuentros con más de diez colectivos sociales y con varios líderes campesinos, indígenas, montuvios y empresarios. En todos se puso sobre la mesa la posibilidad de focalizar los subsidios, el principal acuerdo para frenar las medidas económicas.

Lo mismo han hecho ministros como Gabriel Martínez, titular de Transporte; Xavier Lazo (Agricultura), Iván Ontaneda (Producción), Andrés Madero (Trabajo) y otros altos funcionarios. El Gobierno está “desplegado en territorio” para evitar nuevos problemas de comunicación.

Tal como publicó EXPRESO, ayer, el secretario de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán, reconoció que hay errores que se deben corregir. Uno de ellos fue una valoración política errada en la toma de decisiones. Claro que, agregó, también hay una campaña de desinformación que tiene pretensiones de desestabilización.

El propio Roldán fue parte de los diálogos, ayer, junto al vicepresidente. Los dos recorrieron comunidades de Cayambe (Pichincha) para recoger las inquietudes de la comunidad y desmentir ‘fake news’.

EXPRESO consultó con la Secretaría Particular de la Presidencia sobre el total de mesas abiertas para el diálogo. Esa información aún está en recopilación.

Los frentes

Económico

Aunque los diálogos están en manos de todos los ministros, e incluso algunos secretarios, el tema económico es el que más discrepancias genera. En la Asamblea se debate un proyecto de reforma tributaria que, a decir de los asambleístas, tiene datos poco claros y cifras que deben transparentarse.

Social

La ahora exministra de Inclusión Económica y Social, Berenice Cordero, fue la primera baja ministerial después de las protestas. Este Diario conoció que dentro del Gobierno se cuestionó que la cartera de Estado no haya informado sobre el malestar que existía en varios sectores de la Sierra centro.

Político

Las reformas tributarias planteadas a la Asamblea y la potencial llegada de un proyecto de cambios laborales deberán ser discutidos con los movimientos y partidos políticos para garantizar su aprobación. CREO y otros bloques han anunciado su rechazo a la creación de tributos.