Protestas en Colombia: El diálogo es la proclama de los colombianos en Ecuador 

Tensión. La historia reciente y no tanto de Colombia se ha escrito, en parte, con estas siete letras. Medio siglo de una guerrilla que, pese a la firma de la paz, aún deja sus vestigios. El narcotráfico y sus daños colaterales en la sociedad. Y ahora, protestas en las calles que se tornan cada vez más intensas. Corre el día 34 de una jornada de manifestaciones en el vecino del norte y ciudadanos colombianos en Ecuador ven con preocupación lo que sucede en su tierra.

Diálogo. Es la proclama entre los extranjeros residentes en el país consultados por EXPRESO. Jonathan Gallegos lleva 16 años en Ecuador y es dueño de una cadena de heladería con productos de su país. Él considera que el problema no puede solucionarlo el Gobierno, porque se le sale de las manos. “Eso es un problema de hace 30 años. Un Gobierno que se ha enquistado aparte de todos los que están al frente... Por eso no hay empleo y por eso es que estoy aquí”. Es por ello que ve en el diálogo una manera de, al menos, empezar a bajar la tensión.

Con él concuerda Maritza Martínez, originaria de Bucaramanga y quien lleva 32 años viviendo en el país. La presidenta de una fundación que trabaja a favor de menores de edad en condición de vulnerabilidad cree que el diálogo es posible siempre que la interlocución sea entre los protagonistas de esta tensión tanto del lado del Gobierno como de los manifestantes. “Es muy difícil en un país con un conflicto tan escalado, pero hay que empezar por algo. Tampoco se puede decir que el presidente ceda ante tantas exigencias porque es muy difícil también”, replica la colombiana residente en Guayaquil, quien cree que las reformas tributarias propuestas por el presidente de Colombia, Iván Duque, y que detonaron las manifestaciones, fueron presentadas en un mal momento.

Carmen Perea es otra extranjera que lleva 16 años en el país dedicada a la fabricación de calzado. Más allá del diálogo con el que coincide con sus compatriotas, quiere no creer que la escalada de violencia en su país responda a intereses ocultos que busquen desestabilización del Gobierno. “Todos los días hay movimientos fuertes en todos los municipios... El Gobierno no está poniendo atención en los problemas de los municipios, por eso vemos que la situación en lugar de ir para adelante va para atrás”.