
Diana Salazar: ¿Cuándo se define el futuro de la fiscal general de Ecuador?
Este 8 de abril está previsto que se conozca su decisión sobre irse o seguir al frente de la institución
Diana Salazar hará un anuncio que repercutirá en el futuro inmediato del país: seguir como titular de la Fiscalía General o ir a su casa.
La Procuraduría General ya resolvió la consulta jurídica y dio luz verde para que pueda prorrogarse, y el Código Orgánico de la Función Judicial, en su artículo 283, señala la legalidad respecto a seguir en sus funciones hasta que se designe su reemplazo.
La institución a cargo de nombrar al sucesor es el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), que ahora mismo avanza de forma lenta el concurso y que aún no ha llegado a la fase de la convocatoria.
Ante este panorama, lo único que falta conocer es la decisión personal de Salazar. Hay hermetismo, pero se espera que este anuncio se dé a conocer en la noche a través de los canales de comunicación de la Fiscalía General.
Una figura amada y odiada
En sus seis años en el cargo, Salazar marcó una diferencia abismal con su antecesor, el fiscal Galo Chiriboga, quien era afín al gobierno de Rafael Correa, por lo que los casos de corrupción del gobierno nunca fueron relevantes.
Al mismo tiempo, la persecución de delitos como cohecho o delincuencia organizada que involucra a las más altas figuras del correísmo, desde el expresidente, el exvicepresidente Jorge Glas, hasta ministros como María de los Ángeles Duarte, ha dividido la opinión sobre su figura. Para unos es un ejemplo de lucha contra la corrupción y para otros, un actor político.
Lo que es real es que la revista Time seleccionó a Diana Salazar como una de las 100 personas más influyentes de 2024 y dijo de ella: "Tiene uno de los trabajos más duros". Justamente, la carga personal que ha derivado de su ejercicio profesional y de la lucha contra la corrupción y el narcotráfico ha tenido un precio que es el vivir amenazada y necesitar protección policial constante. Eso sin sumar las campañas políticas de desprestigio, las burlas racistas y los intentos por "fiscalizar" su embarazo.
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