Premium

Diana Salazar
Diana Salazar, fiscal general, reapareció en la Asamblea y en redes dijeron que "viene recargada".RENÉ FRAGA / EXPRESO

Diana Salazar, aunque no lo diga, es un “animal político”

Análisis | La reaparición de la fiscal en la escena política, en efecto, fue bastante llamativa por varios motivos

Cuando un usuario de la plataforma X, antes Twitter, comentó la aparición de la fiscal Diana Salazar en la Asamblea y el allanamiento de la Fiscalía a las oficinas del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) escribió lo siguiente refiriéndose a la funcionaria: “viene recargada”. Al usuario no le faltaba razón para estar sorprendido y admirado: todo lo ocurrido durante el jueves 23 y viernes 24 de enero de enero ha colocado a la fiscal en el centro de la atención.

Consejo de Participación Ciudadana allanamiento de Fiscalía

La Fiscalía allana las oficinas del Consejo de Participación Ciudadana

Leer más

En efecto, la presentación de Salazar en la Asamblea tomó por sorpresa a muchos asambleístas y observadores (aunque ella dice que siempre estuvo prevista su rendición de cuentas) que jamás se imaginaron que ella iría en persona. Además, está el allanamiento a las oficinas del CPCCS el viernes 24 que fue visto como un gesto político luego de que la nueva mayoría correísta se tomó ese organismo. Eso, sobre todo, porque hay versiones dentro y fuera de la Fiscalía que sostienen que el CPCCS podría ir a la carga nuevamente para destituir a la fiscal.

La reaparición de la fiscal en la escena política, en efecto, fue bastante llamativa por varios motivos. Uno de ellos es que durante su licencia para el nacimiento de su hija Victoria, sus adversarios políticos como los correístas se montaron en una campaña de desprestigio en su contra utilizando los supuestos chats telefónicos hallados en el teléfono del asesinado Fernando Villavicencio, donde ella aparecía como su operadora en la Fiscalía. Mientras duró su licencia, las redes sociales vinculadas a los correístas estaban llenas de menciones a la publicación de los supuestos chats que, por unas horas, lo publicaron en la web los correístas y que durante varios días lo difundió plataformas de contenidos digitales. En esas publicaciones se atacó sin clemencia a Salazar acusándola de haber montado casos en coordinación con Villavicencio (entre otras cosas) mientras que ella estaba en la Argentina dando a luz a su hija. Incluso hubo periodistas alineados con la campaña que juraban que Salazar no volvería al país nunca más.

Un mensaje claro para sus adversarios políticos

Cuando había pasado la avalancha de comentarios sobre los supuestos chats, Salazar se presentó ante la Asamblea para dar su informe de labores del año 2024. Y allí, en la misma Asamblea, donde el correísmo la había atacado tanto, lanzó algunas puyas con tono desafiante. “Aquí estamos, no he huido, aquí me encuentro” dijo haciendo referencia directa a quienes habían asegurado que no volvería luego de la publicación de los supuestos chats de Villavicencio. Y con el mismo tono les dijo a los asambleístas (en su mayoría suplentes porque los titulares están de licencia para hacer campaña) que les pedía “de favor” que no conviertan nunca más a la Asamblea en una palestra para sentenciados y prófugos. “Que eso no suceda nunca más”, repicó. Tampoco dejó de mencionar los casos en los que los intereses de las mafias del narcotráfico permearon en los movimientos políticos. En resumen, la aparición de la fiscal y el contenido de su intervención fue un gesto político dirigido a sus adversarios.

Diana Salazar, fiscal General del Estado presenta su informe de labores ante el pleno de la Asamblea Legislativa

Fiscal Diana Salazar reapareció en la Asamblea en un informe con aire de despedida

Leer más

Se trata de su última rendición de cuentas, puesto que el 8 de abril de este año terminará sus funciones. Durante el ejercicio de su cargo, Salazar ha logrado sortear varios intentos de separarla del cargo: en la Asamblea, en el CPCCS y en el Consejo de la Judicatura. Todos los intentos han corrido por cuenta del correísmo que no le perdonan haber investigado a sus cuadros más importantes, entre esos Rafael Correa, por el caso Sobornos. Por eso, en la sesión del jueves 23 de enero antes y luego de su informe, Salazar fue aplaudida por todos los asambleístas con la excepción de los miembros del correísmo.

Lo del viernes fue visto, asimismo, como otro gesto político, aunque ella lo niega: el allanamiento a las oficinas de los consejeros correístas del CPCCS que el asimismo el miércoles habían dado la sorpresa al recomponer su mayoría. Aunque nadie lo ha mencionado, en los corrillos de la Fiscalía y del propio CPCCS se dice que no hay que descartar que, en las próximas semanas, el CPCCS controlado por el correísmo retome su vieja aspiración de sacar a Salazar del cargo, así sea por los pocos meses que le quedan en el cargo.

Salazar le dijo a este medio que el allanamiento no tiene nada de político y que es parte de las investigaciones que se han iniciado por la demanda de Roberto Romero von Buchwald a los consejeros del correísmo por haber impedido que se posesione como superintendente de Bancos. En su petición, presentada el 23 de enero de 2025, Romero von Buchwald pide la destitución de las consejeras Nicole Bonifaz y los corrreístas Yadira Saltos, Eduardo Franco Loor y Augusto Verduga, a quienes se les conoce como los consejeros de la llamada la Liga Azul por ser afín al correísmo.

La demanda de Romero se origina en una decisión del CPCCS de desconocer su nombramiento como superintendente de Bancos actual y en su lugar nombrar a Raúl González Carrión como titular del organismo para el período 2022-2027. El CPCCS resolvió que Romero solo podría asumir el cargo como superintendente una vez que termine la gestión de González; es decir, en 2027.

Salazar sostiene que su regreso no es político pero en realidad, ella es en esencia lo que Aristóteles llamaba “un animal político”.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!