Diciembre empieza con cortes de luz: ¿Y la promesa de Daniel Noboa?

Diciembre inicia con una preocupación constante para los ecuatorianos: los cortes de luz continúan afectando a varias zonas del país, generando dudas sobre la promesa del presidente Daniel Noboa de poner fin a los apagones este mes. Este último tramo de 2024 consolida al año como el peor en términos de crisis energética en las últimas seis décadas en Ecuador. Según los horarios más recientes compartidos por el Ministerio de Energía, los cortes se mantendrán el 1 de diciembre, y hasta el momento no se ha definido una fecha exacta para su finalización.

A pesar de que el primer mandatario había anunciado con optimismo el pasado 20 de noviembre que en diciembre llegaría el fin de los apagones, y con ello los ecuatorianos volverían a tener una "vida normal", la realidad es que empezará el mes de diciembre sin reducción en los cortes de luz -hasta ahora- y los ciudadanos siguen 'pagando la factura' ante los múltiples impactos que presentan estos racionamientos.

Los responsables de la crisis eléctrica en Ecuador

Desde el 23 de septiembre de 2024, el país ha estado bajo cortes de luz como consecuencia de la crisis eléctrica, la cual se ha visto intensificada por una grave sequía que ha afectado a las hidroeléctricas, responsables de generar la mayor parte de la electricidad del país. 

El gobierno de Daniel Noboa ha optado por responsabilizar a las administraciones anteriores por la situación de vulnerabilidad que enfrenta el sistema energético del país, señalando que no se realizaron las inversiones ni se ejecutaron los planes de mantenimiento necesarios para la infraestructura eléctrica de Ecuador. 

Un ejemplo de esta falta de acción es el complejo hidroeléctrico Toachi-Pilatón, proyectado para aportar con 254,4 megavatios (MW) de potencia y que está integrado por tres centrales hidroeléctricas:

1. Sarapullo (49 MW)
2. Alluriquín (204,4 MW)
3. Minicentral Toachi (1 MW)

Tras más de 14 años de espera, la central hidroeléctrica Alluriquín -que tiene un embalse de 6.770.000 metros cúbicos y una presa de 60 metros de altura- comenzaría a generar energía en las últimas semanas del año, según las autoridades gubernamentales, quienes no han resaltado en su comunicación que los 204 MW se irán incorporando de manera gradual, con la expectativa de alcanzar su plena capacidad en febrero de 2025.

Además del estiaje y la falta de mantenimiento, la responsabilidad de la permanencia de los actuales apagones se adjudicaría a la falta de planificación del presidente Daniel Noboa -como han afirmado anteriormente expertos eléctricos a este Diario-, quien tomó la posta de la administración del Estado el 23 de noviembre de 2023, cuando el país ya enfrentaba apagones durante las últimas semanas del gobierno de Guillermo Lasso.

Según expertos, la promesa de Noboa llegaría en un contexto de decisiones tardías, puesto que el primer contrato para soluciones emergentes se firmó recién en agosto de 2024. Este retraso podría haberse evitado si se hubiera actuado con anticipación.

"La emergencia debió haberse activado en las primeras semanas del Gobierno, entre diciembre de 2023 y enero de 2024. Si lo hubiesen hecho en enero, el grave déficit de generación podría haberse resuelto en un plazo de cinco a siete meses", señaló a EXPRESO un especialista en el sector eléctrico, que prefiere mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

Diciembre inicia sin luz

El inicio del mes de diciembre ha 'apagado' parcialmente la promesa de Noboa, quien no se atrevió a mencionar el día exacto en el que, según sus aspiraciones, finalizarían los cortes de luz, que se mantienen entre seis y siete horas diarias en todo el territorio continental. Los cuestionamientos y el escepticismo sobre la viabilidad de la promesa de Noboa siguen siendo parte del debate.

Expertos del sector energético han argumentando que la crisis es mucho más profunda de lo que el Gobierno ha admitido. Señalan que la sequía que afecta a los ríos y embalses sigue siendo un factor crítico, pues aún no hay precipitaciones e históricamente diciembre es un mes seco en las zonas andina y oriental, donde se encuentran las hidroeléctricas que aportarían energía. 

El Ejecutivo ha indicado que se están tomando medidas técnicas para alcanzar un mejor panorama en términos de capacidad de generación de electricidad, con proyectos en marcha para modernizar la infraestructura y reducir la dependencia de las hidroeléctricas. La apuesta se dirige a las centrales termoeléctricas. Sin embargo, para cubrir el déficit actual de 1 000 MW se requieren soluciones inmediatas, algo que dificulta cumplir la meta a corto plazo que se impuso el presidente. 

Los motogeneradores para las centrales termoeléctricas Salitral (en Guayaquil), Quevedo y Esmeraldas -contratados en agosto de 2024- aún no comienzan a operar.  Aún así, estos tres generadores de energía aportarán, en conjunto, 241 MW, una cifra que no alcanza a satisfacer el déficit energético en su totalidad. 

Los ciudadanos esperan respuestas y soluciones ante esta situación que ha agravado aún más la crisis económica que enfrenta Ecuador. Asimismo, esperan que las soluciones  se materialicen durante el mes de diciembre, con la esperanza de que la promesa de una "vida normal" finalmente se convierta en una realidad tangible.

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