El dilema en Guayaquil: Escoger entre disparar como defensa y el miedo a matar
EXPRESO hace una encuesta a la ciudadanía ante la propuesta de armarse. Unos dicen que no tienen el coraje para usar un arma. Otros, que no dudarían en activarla
Un gran dilema. Es lo que ahora enfrenta la ciudadanía, luego de escuchar a la alcaldesa Cynthia Viteri plantear, en la celebración del 9 de Octubre, que los ciudadanos porten armas de fuego como solución para recuperar la seguridad en Guayaquil. La pregunta es si los habitantes están dispuestos a matar para defenderse de los delincuentes.
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Leer másLa opinión ciudadana se divide en tres grupos: los que sí dispararían, los que piensan en las consecuencias legales y los que tienen miedo de tener armas y matar. “Hace rato se debió hacer esto, uno no puede comer tranquilo en los restaurantes porque llegan los delincuentes a robar. Sí le dispararía a un delincuente que ponga en riesgo mi vida”, comentó Roberto Martínez, un ciudadano que pasó por la mala experiencia de que uno de sus familiares sufriera un secuestro, un delito que en Guayaquil hasta agosto de este año subió un 40 % en comparación al 2020, tal como contó este Diario.
Los robos no paran en ninguna parte, ni en las haciendas. Freddy Cisneros, agricultor, dijo que aprendió a usar pistolas desde joven, porque su papá tenía una finca. “Desde que se prohibió el uso de armas de fuego es cuando más roban a las haciendas. Un día vimos que los delincuentes hasta zapatos le habían puesto al ganado para que las herraduras no suenen al subir al camión. Entonces, si hay que disparar por defensa, sí lo haría”, opinó.
En efecto, más de un habitante, en un sondeo que hizo EXPRESO, señaló que dispararía si su vida estuviera en peligro. “Así como están las cosas, sí dispararía para defenderme. Uno se siente cansado de tanta inseguridad”, dijo Christian Arias, un albañil que años atrás trabajó como guardia de seguridad.
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Leer másEs evidente que los hombres están más dispuestos a disparar, pero entre los que opinaron también hubo mujeres ‘de armas tomar’, como María Martínez, laboratorista, quien sostuvo que si tuviera que defender a su familia, sí dispararía.
Una postura intermedia tienen quienes piensan en las consecuencias legales de disparar sin que su vida esté amenazada. “Si uso el arma antes de que mi vida esté en riesgo, puedo ir a la cárcel. Pero sí dispararía para defenderme”, indicó Violeta Herrera, profesora, que piensa mucho en sus vecinos jubilados de la ciudadela Villamil, al sur de la urbe, que no pueden ni salir a caminar tranquilos por la inseguridad.
Este grupo incluye también a los que estarían dispuestos a disparar un arma con balas de salva, como Christian Portés, para al menos mantener a raya al asaltante.
Por otro lado están los que se oponen. “No tengo sangre fría para matar. El miedo me paraliza”, manifestó Leonor Abad, ama de casa.
Hay personas que, pese a haber sido asaltadas varias veces en los buses urbanos, no dispararían. “No mataría. Además, un arma de fuego es cara y como pueblo no tenemos el dinero para comprarla”, destacó Gregorio Jama, ciudadano al que le han robado cuatro celulares este año en buses de las líneas 110 y 113.
El porte de armas entra al debate
Leer másUn punto de vista similar tiene el experto en seguridad Fernando Carrión, quien argumenta que no es fácil que todos los ciudadanos puedan adquirir un arma de fuego, porque en promedio costarían unos $ 1.000.
También están madres como Marilene Campoverde, que se opone a portar armas y disparar, pues piensa que el problema es estructural y tiene que ver con la desigual para estudiar, encontrar trabajo y contar con servicios básicos y de salud. “Y todo esto no se soluciona a punta de bala”, señaló.
EXPRESO en sus redes sociales cuestionó también a sus internautas en Instagram y esto fue lo que contestaron: