El discurso anticorrupción del Gobierno se disipa ante indicios y acciones
Los allanamientos de Fiscalía corroen la muletilla gubernamental. La negación y falta de reacción ante alertas empiezan a pasar factura al Ejecutivo
Del tenemos “cero casos de corrupción” se pasó al “un exfuncionario inculpado no representa a un Gobierno”. El discurso de la administración del presidente Guillermo Lasso sobre la lucha anticorrupción empieza a encontrar fugas a medida que van apareciendo indicios y ejecutándose acciones en torno a la presunta red de corrupción en el sector eléctrico.
El 20 de enero de 2023, los ministros del Interior, Juan Zapata; de Gobierno, Francisco Jiménez; y el secretario de la Administración Pública, Iván Correa, salieron a dar la cara tras los allanamientos ejecutados en Quito y Guayaquil por la Fiscalía General del Estado en torno a este caso.
Los gestos acompañaron las palabras. Aunque Jiménez volvió a repetir que el Gobierno no es ni ha sido parte de una trama de corrupción, ya no pudo sostener la muletilla. Más bien, se esforzó por desmarcarse de Hernán Luque Lecaro, quien dirigió el directorio la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO) como delegado de Lasso, llamándolo “exfuncionario”. Él es uno de los nombrados dentro de la supuesta red.
Para el director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD), Mauricio Alarcón, ese tipo de actitudes son precisamente las que han empañado la palabra del Ejecutivo en la supuesta lucha contra la corrupción. “Nos quieren hacer creer que el gerente del directorio de EMCO era poco menos que un extraño, cuando lo sensato e inteligente sería que el Gobierno hable de esos casos como aislados, pero que tienen que ser juzgados y sancionados”.
Sostener la tesis de un gobierno impoluto es iluso. La más sensato es reconocer errores.
La última vez que el presidente Lasso dijo que “no hay rastro de corrupción” en su administración, a la vez que defendió a su cuñado, Danilo Carrera, fue el 12 de enero pasado. Cuatro días más tarde pedía, desde Europa, la ubicación de Luque, que ha sido parte de su círculo cercano, y del ciudadano Rubén Cherres, que también es mencionado dentro de la estructura.
“Ese discurso de que todo es impoluto está totalmente desgastado”, le dijo a EXPRESO Julio Villacreses, integrante de la Comisión Nacional Anticorrupción capítulo Manabí. En parte, porque la reacción del Gobierno ante este tipo de alertas, que no serían nuevas, ha sido lenta. Eso le hace sospechar otra cosa.
“Hay pactos de la corrupción, de la impunidad, entre varios actores políticos”, manifestó el especialista, que aseguró que si bien la corrupción en el país no se inauguró con el correísmo, y que incluso data desde la dictadura militar, sí considera que los funcionarios que son rezagos de los diez años de ‘revolución ciudadana’ aún están operando desde cargos de importancia.
¿Se puede recuperar la confianza perdida? Para Alarcón, más que el Gobierno, que ha echado mano de las frases cliché “caiga quien caiga” o “hasta las últimas consecuencias” de sus antecesores, minando aún más su credibilidad, lo importante será que la justicia no deje todo nuevamente en la impunidad.
En tanto, Villacreses pone la responsabilidad en la sociedad civil para que pierda el miedo y la indiferencia ante los casos de corrupción de ahora y del pasado reciente.
Seguimiento
El ministro Zapata confirmó ayer que Luque Lecaro tiene un registro migratorio de salida del país y que ingresó a la Argentina el 9 de enero. En tanto que Cherres, que también es mencionado en unos audios publicados por La Posta, tiene un ingreso a Ecuador la madrugada del 3 de enero, pero no hay un registro de salida.
Negativa
Sobre la presencia de Danilo Carrera, cuñado del presidente Lasso, en Washington durante la visita al presidente Joe Biden, el secretario de la Administración, Iván Correa, reiteró que no fue parte de la delegación oficial, aunque no justificó los motivos de su aparición en varios actos oficiales.
