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Imagen referencial para graficar este artículo relacionado con política y seguridad.GUSTAVO GUAMÁN

Elecciones 2025: Discurso de ‘mano dura’ contra el crimen regresará en campaña

La inseguridad, la violencia y corrupción hacen que el votante se incline por medidas represivas

La ‘mano dura’ le gusta al electorado ecuatoriano. Las cifras de estudios regionales indican que Ecuador tiene un bajo nivel de apoyo a la democracia, altos porcentajes de indiferencia hacia el tipo de régimen de gobierno y proclividad al autoritarismo. Por ejemplo, el 74 % de los ecuatorianos están insatisfechos con la democracia, según el Barómetro de las Américas del 2023. Mientras que la mitad de los ecuatorianos apoyarían un gobierno militar, de acuerdo con los resultados del Latinobarómetro del 2023.

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En este escenario, más la crisis de inseguridad y violencia, el desempleo y la corrupción, los candidatos optarán por discursos y ofertas de campaña de carácter autoritario, punitivo o represivo de cara a los comicios del 2025, según expertos.

El gran reto por sortear, según los expertos consultados

El analista político y docente universitario Arturo Moscoso sostiene que los “temas de mano dura” como el endurecimiento de penas, de dotar de mayor presupuesto a las Fuerzas Armadas, a la Policía, entre otros, serán utilizados por los aspirantes a la Presidencia durante la campaña. El uso de esta retórica, indica Moscoso, podría aglutinar al electorado, por eso “todos los candidatos se decantarán por hablar de seguridad y de cómo combatir la violencia”.

En el Ecuador ha habido una caída estrepitosa en la satisfacción con la democracia. La gente en algunas circunstancias preferiría un golpe de Estado.

Arturo Moscoso

Analista y docente

Que este discurso tenga acogida entre los votantes está estrechamente relacionado con el descontento de la ciudadanía con la democracia y por escenarios de “mucha corrupción y mucha violencia”, explica Moscoso. Es por eso que “la gente en algunas circunstancias preferiría un golpe de Estado”.

Con esto concuerda el politólogo y académico Francisco Montahuano, quien asegura que la falta de apoyo a la democracia como forma de gobierno se genera cuando las necesidades de los ciudadanos no han sido debidamente atendidas. “Esto genera que la democracia tenga una deslegitimación”. En ese contexto, los líderes con el estilo de Nayim Bukele, presidente de El Salvador, acompañados de una propaganda de corte autoritario y con medidas populistas (de enfrentamiento: por ejemplo buenos vs. malos, pobres vs. ricos) son “más atractivos al votante”.

 
 

La advertencia sobre un discurso y una narrativa desgastados

Tenemos ciudadanos cuyas necesidades están insatisfechas, incluso las primarias, como la vida. Esto genera que la democracia tenga una deslegitimación.

Francisco Montahuano

Politólogo y académico

Aunque Montahuano coincide con Moscoso en que este relato concentrará al electorado, explica que en algunos sectores podría ser un discurso ya desgastado, como en el caso de las provincias del Litoral, que tienen altos índices de violencia. Montahuano menciona que este “desgaste” le afectará mucho más al presidente Daniel Noboa.

El primer mandatario busca elegirse para un periodo completo en 2025. En sus ocho meses en el cargo, Noboa ha debido enfrentarse a la crisis de seguridad y ha tomado medidas como la declaratoria del conflicto armado interno y la militarización de las calles y cárceles. El presidente también ha optado por tener apariciones en megaoperativos en ciudades violentas como Durán. A pesar de estas decisiones, no se ha observado una disminución significativa de la criminalidad en el país. Tan solo en junio hubo un promedio de 20 muertes violentas diarias.

Es así que en el caso de Noboa, un discurso securitista y represivo “ya le genera desgaste a la imagen y credibilidad del presidente porque no se han obtenido resultados del Plan Fénix”, indica el politólogo.

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