Distrito 3 del DMQ pide “revisar funciones de las prefecturas y cuidar el ambiente”

En los últimos años, las parroquias rurales del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) han experimentado un crecimiento notable. Los capitalinos prefieren trasladarse a esas zonas, conocidas como ‘los valles’, para rodearse de un ambiente natural, tranquilo y alejado del bullicio de la ciudad. Pero ese desplazamiento ha generado necesidades que apuntan a mejorar sus condiciones de vida.

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En total son 33 parroquias y forman parte de la circunscripción 3 del DMQ, que rodea a la zona urbana de la capital. Allí se han consolidado sectores de desarrollo, como Cumbayá, Tumbaco, Tababela; mientras que Calacalí, Nanegalito y otras le apuestan al turismo sostenible, actividad con la que han alcanzado reconocimientos internacionales por la conservación del medio ambiente. 

¿Qué esperan los pobladores de los nuevos asambleístas?

Sin embargo, ese desarrollo también ha generado demandas de sus residentes. Algunas de las 903.358 personas que habitan en este distrito, según cifras del censo del INEC de 2022, esperan que los próximos cinco asambleístas que elegirán trabajen en propuestas de leyes y reformas que apunten a reducir la inseguridad que le ha quitado la tranquilidad al valle. También hablan de buscar más apoyo para el turismo comunitario y que se revisen las funciones que desempeñan las prefecturas.

“Que cumplan con lo prometido y hagan leyes contra la inseguridad y la delincuencia. Que nos beneficien, para que los ladrones no entren a la cárcel y en cinco días salgan, dice Ana Sasi, emprendedora de Tumbaco. Una petición similar tiene Mariuxi Pinoargote, presidenta del barrio La Hospitalaria, ubicado en Conocoto, valle de Los Chillos: “que pongan empeño y énfasis en leyes de seguridad para recuperar la tranquilidad de los barrios”.

Aunque no está entre las funciones de los legisladores, las personas les solicitan que inviertan en vías y mejoren los servicios. La desatención a este requerimiento ha motivado a la creación de una iniciativa ciudadana que busca que Tumbaco y sus parroquias vecinas se separaren de Quito.

Juan Fernando Serrano, presidente de la Junta Procantonización del valle del Ilaló, espera que los nuevos parlamentarios impulsen una reforma del Código de Organización Territorial (Cootad) para revisar las funciones de las prefecturas. 

Considera que así, autoridades de los gobiernos locales, como el de Pichincha, no impedirán otras peticiones de cantonización como la que promueve. Cree que con la modificación legal se evitará que el gobierno provincial “limite el pedido de los ciudadanos” de independizarse en otros puntos del país. 

Legislar para cuidar el medio ambiente

Al otro lado de la ciudad, Germán Collaguazo trabaja en proyectos en la Corporación Yunguilla, ubicada en la parroquia de Calacalí. El dirigente espera que los siguientes legisladores trabajen en leyes a favor de los sectores rurales con propuestas que apoyen al turismo sostenible, la agroecología y la comercialización de sus productos. 

“Pasamos de taladores a conservacionistas y demostramos que el turismo es la alternativa para el desarrollo. En el debate casi nadie habló de la importancia del medio ambiente y otras formas de desarrollo, solo apuntan a la minería”, lamenta el también defensor de esta zona del Chocó Andino.

En la misma línea se pronuncian Serrano y Fredy Benalcázar, un licenciado en educación que sufraga en Tumbaco. Ambos coinciden que se necesitan leyes para cuidar el medio ambiente y evitar sequías como la del año anterior.

Además, el docente cree que se debería impulsar el desarrollo económico de las parroquias y apoyar la implementación de hospitales para mejorar el acceso a la salud en los valles.

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