Dolar fuerte y petroleo debil si los britanicos dejan la UE

Se teme una ola de salidas de la Unión Europea (UE), si Reino Unido decide, mañana, dar el primer paso, pero son las dudas de los grandes inversionistas y de la banca de inversión lo que indirectamente afectará a Ecuador.

Esos temores y dudas harán que -si gana el llamado Brexit- el mundo busque un refugio en el billete verde, volviéndolo fuerte, pero depreciando a la más preciada fuente de ingresos de Ecuador: el petróleo. La relación es así desde hace mucho: dólar fuerte, petróleo barato.

La parte comercial no preocupa, pues no es tan importante en montos: 45 millones en exportaciones desde Ecuador y $ 13,2 en importaciones entre enero y abril de este año, con una caída de 33 millones respecto al mismo periodo de 2015, de acuerdo con las cifras del Banco Central del Ecuador.

De enero hasta abril predominaron en las exportaciones el banano, el atún y el camarón que representan ingresos por $ 33, 9 millones.

Las grandes corporaciones no cambiarán sus inversiones: SabMiller, Unilever, presentes en Ecuador, seguirán con sus niveles de producción.

“Si se produce el ‘Brexit’ (o Britex, salida de la UE, como muchos británicos lo denominan) la libra esterlina sufriría una devaluación importante frente al dólar y otras monedas. En principio, esto podría reducir la capacidad británica de invertir en empresas en el Ecuador”, señala a EXPRESO James Naele, exfuncionario en Citibank y experto de Plan A Consulting.

Sin embargo, la inversión británica en Ecuador no tiene la dimensión de los flujos provenientes de otros países, como EE. UU. Por ende, no representa una gran amenaza para la economía ecuatoriana, ni tampoco una oportunidad particularmente llamativa, ya que el peso económico del Reino Unido aquí es limitado. “Dentro o fuera de la UE, el mercado británico es relativamente secundario para las exportaciones del Ecuador”. En el siglo XXI ya no es el gran jugador económico en la región que alguna vez fue.

La Embajada británica en Quito no se hallaba en posición de comentar más de lo ya dicho por su Gobierno.