"A don Terán lo trataron como a un preso más", dice testigo de Wilman Terán
En la Corte Nacional de Justicia se desarrolla la audiencia de habeas corpus solicitada por Wilman Terán
Este 25 de julio se reinstaló la audiencia de habeas corpus solicitada por el expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, en la Corte Nacional de Justicia, con la que busca ser trasladado de la cárcel La Roca a otro centro de reclusión.
Terán fundamenta su solicitud en que su vida estuvo en peligro durante una requisa efectuada por militares el pasado 18 de julio en las celdas de los presos. En una audiencia previa, el procesado detalló que durante esta acción se vulneraron sus derechos al lanzarle gases lacrimógenos, lo que le causó asfixia, vómitos y lagrimeos.
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Leer másAseguró que se desmayó tres veces, que no podía respirar y que sentía un dolor agudo en el pecho y brazo izquierdo. Terán pidió que el tribunal llame a declarar a sus vecinos de celdas, entre este Pablo Muentes y que se le haga una valoración médica, física, psicológica y psiquiátrica.
Durante la audiencia de habeas corpus que se desarrolla este jueves, el expresidente del Consejo de la Judicatura, llamó como testigos a tres presos de La Roca, quienes coincidieron en sus declaraciones al afirmar que durante la operación se utilizó gas lacrimógeno y que además se dispararon balas de goma.
Jordán Ochoa, el primer testigo de Wilman Terán en la audiencia de habeas corpus, dijo que el 18 de julio, en horas de la noche, un grupo de la Marina entró para hacer una requisa, "como todos los días", forzándolos a virar la cara y arrodillarse. Ochoa detalló que la requisa fue violenta: "Dispararon bombas con un arma grande y gas a presión".
Ochoa agregó que el operativo comenzó en la celda 40 y luego pasó a la 39, donde "agredieron a don Wilman, lo hicieron arrodillar y lo trataron como a un preso más". También mencionó que les "arrancaron los cajetines y dejaron las celdas sin luz", y que cuando reclamaron por el daño, comenzaron a lanzar más gas, causándoles asfixia.
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El segundo testigo de Terán fue el privado de libertad William Alcívar, quien testificó vía telemática con una Biblia ante la cámara del computador, detalló que durante la requisa realizada por las fuerzas armadas, experimentó un ataque de nervios que le impidió moverse.
Según su relato, los militares dispararon gases y balas de goma, afectando también a otros compañeros, incluidos el "ingeniero Glas y el doctor Terán". Alcívar fue trasladado a la sala de audio por los guías, donde la directora del centro y un mayor del ejército informaron que no había reportado ningún incidente. Posteriormente, recibieron atención médica.
El tercer testigo relató que la noche y madrugada del 18 y 19 de julio, las fuerzas de la Marina entraron de manera violenta para realizar una requisa. "Nos metieron gas; algunos compañeros de arriba también lanzaron gas y dispararon balas de goma", relató el testigo. Según Bentacourt, su compañero Ochoa vio que Terán se estaba ahogando y pidió que lo sacaran. "Se estaba ahogando", afirmó.
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