
Dos balas impactaron a alias Guacho
Cooperación. Las Fuerzas Armadas de Ecuador y Colombia iniciaron un proceso de cooperación eficaz para luchar contra las bandas criminales y el narcotráfico en la frontera común.
Las fuerzas militares colombianas rastreaban ayer el cuerpo del ecuatoriano Walther Arízala, alias Guacho, el más buscado por Colombia y Ecuador, quien en la mañana recibió dos impactos de bala durante una ofensiva armada con francotiradores en el norte de Tumaco, donde estaba escondido y había convertido en su centro de operaciones delictivas.
A través de su cuenta de Twitter, el presidente de la República, Lenín Moreno, contó que habló con su homólogo colombiano, Iván Duque, sobre las operaciones militares en territorio vecino que conllevaron a un inmediato reforzamiento de la seguridad del lado ecuatoriano, bajo el mando de la Fuerza de Tarea Conjunta.
“Alias Guacho fue herido con dos impactos de bala esta mañana en un operativo en territorio colombiano. Se ha sitiado de inmediato el lugar para dar con su paradero. Es una buena noticia para el país. No habrá impunidad”, escribió Lenín Moreno. Este Diario conoció que los informes militares indican que los disparos fueron en la espalda.
Una hora antes, desde Filandia, Quindío, en el oeste de su país, el presidente Duque y su ministro de Defensa, Guillermo Botero, habían confirmado que Walther Patricio Arízala Vernaza estaba herido. Según la información entregada por los militares, la operación contra el líder del autodenominado frente Oliver Sinisterra comenzó en la madrugada en la compleja y selvática zona de Tumaco, en el suroccidente del departamento de Nariño.
En medio del enfrentamiento contra los hombres de Guacho, registrado al amanecer, murió un suboficial de las Fuerzas Especiales. El ministro Botero dijo que la seguridad de Guacho estaba armada con ametralladoras y que será difícil que él o sus hombres salgan de la zona que está acordonada. El servicio sanitario del sector también fue alertado.
Por meses, Guacho ha sembrado el temor a ambos lados de la frontera: en el sur del departamento colombiano de Nariño y en el norte de la provincia de Esmeraldas.
Fue quien ordenó los diez atentados terroristas contra estructuras y militares y policías ecuatorianos y el asesinato de tres periodistas del diario El Comercio y una pareja de civiles, entre marzo y abril pasado, lo que consternó al país y conllevó a un reforzamiento de la seguridad en todo el cordón fronterizo de unos 600 kilómetros de extensión.
También es acusado por el Ejército colombiano de operar como brazo armado del cartel mexicano de Sinaloa. Su nombre cobró fuerza a principios de año, cuando sus hombres desataron una inusual ofensiva contra la fuerza pública. El primer ataque fue al destacamento policial de San Lorenzo. Le siguieron atentados a las patrullas militares que le seguían la pista en los sectores El Pan y Mataje, que dejaron cuatro uniformados muertos y más de una decena de heridos.
El exguerrillero es el líder del frente disidente de las FARC Oliver Sinisterra y raíz de los atentados, Colombia y Ecuador lanzaron una feroz cacería a ambos lados de la fronter, que incluyó la fijación de recompensas por 248.000 dólares para quienes den información sobre su paradero.
Walther Arízala se apartó del acuerdo de paz suscrito en 2016 entre el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y las comunistas FARC, desarmadas y transformadas en partido el año pasado.
“Espero que en las próximas horas tengamos una noticia definitiva sobre este trabajo (...) de nuestras fuerzas militares y de policías, y que Colombia pueda decir que a ‘Guacho’ se le acabó la guachafita (fiesta)”, agregó Duque.
El frente Oliver Sinisterra, que él lidera, libra una sangrienta guerra por el control territorial de Nariño, la zona con más narcocultivos del mundo, con otras disidencias de la exguerrilla y bandas narcotraficantes. El Pacífico colombiano y ecuatoriano es el principal punto de salida de cocaína hacia Estados Unidos.
Sin un mando unificado, los disidentes de las FARC, que la fuerza pública estima en cerca de 1.200 hombres, se dedican principalmente al tráfico de droga y la minería ilegal. Tras cuatro décadas de lucha contra el narcotráfico, Colombia se mantiene como el principal productor mundial de cocaína y Estados Unidos, como el mayor consumidor.
El escurridizo Walther Arízala
A Walther Arízala Vernaza, alias Guacho, ya se lo escuchaba desde mediados de 2016 en Colombia, cuando tomó la decisión de desvincularse de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) para formar su propia banda, el denominado Grupo Armado Residual Óliver Sinisterra. La organización se dedica a cuidar campos de coca en Tumaco, ubicado en el suroccidente de Nariño, en la frontera con Ecuador.
En ese país, Guacho es señalado como el autor de un atentado en El Tandil, también en Tumaco, donde siete campesinos fueron asesinados en octubre del año pasado. El Gobierno colombiano denominó el hecho como una “masacre”, lo que lo convirtió en el criminal más buscado del departamento de Nariño.
En Ecuador, su historia empezó a conocerse este año, luego de que las autoridades lo responsabilizaran por los atentados suscitados en Mataje y San Lorenzo y por el secuestro y asesinato del equipo periodístico de diario El Comercio y de otras dos personas.
Guacho es oriundo de la localidad de Limones, una zona rural de Esmeraldas. Ahí era comerciante hasta 2007, cuando fue reclutado por las FARC, según detallan medios colombianos. Dentro de esta red fue organizador de masas, jefe financiero y explosivista.
En varias ocasiones el Ejército colombiano ha estado cerca de atraparlo, pero el guerrillero ha logrado escapar. CBS