Los dos escenarios de un convenio contra reloj
Los empresarios mantienen el optimismo de que entre en vigencia en este año el acuerdo comercial multipartes con la Unión Europea, pero por el tiempo que se ha perdido lo comparan con el gol que se debe meter en el último minuto que queda para ganar el
Los empresarios mantienen el optimismo de que entre en vigencia en este año el acuerdo comercial multipartes con la Unión Europea, pero por el tiempo que se ha perdido lo comparan con el gol que se debe meter en el último minuto que queda para ganar el partido. Uno de los ejecutivos que tiene esa visión es José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuicultura.
¿Qué tiempo queda?
“El tiempo se acabó cuando los países vecinos firmaron el acuerdo, hace dos años”, dijo Camposano a Diario EXPRESO.
¿En qué instancia se está?
El Consejo Europeo tiene que aprobar el protocolo de adhesión de Ecuador al acuerdo. Normalmente este organismo se lleva de seis a siete meses, porque son 28 países de diferentes idiomas y cada ministro tiene que ver si no hay afectación para su país. Si es así, llegamos a octubre o noviembre y la última plenaria del Parlamento Europeo es el 15 de diciembre. “Entonces, decir que se va a firmar este año es complejo, pero prefiero ser positivo”, agregó Camposano.
¿Por qué ser positivo?
Porque para el sector camaronero, la vigencia del acuerdo implica pagar cero de arancel y en cinco años las ventas pueden crecer en un 15 %, lo que implica lograr unos 100 millones de dólares más. ¿Estamos preparados? “Por supuesto y es un destino exigente y cumplimos con sus normas”, enfatizó.
Las empresas han venido trabajando, para estar listas para aumentar las ventas a Europa. Un ejemplo es Nirsa, empresa que invirtió aproximadamente $ 800.000 en una maquinaria que permite la congelación rápida y de manera individual (IQF). “Actualmente nuestras ventas a Europa representan un 5 %, pero con el acuerdo aspiramos a que se duplique”, manifestó Emilio Vargas Aguirre, gerente de la empacadora de Nirsa.
Una duplicación de ingresos que se extendería a la cadena de comercialización, como a la gráfica. Para Senefelder, las ventas de cajas para la exportación del camarón, al año le significan 8 millones de dólares. Luis Jiménez, su presidente, indicó que el convenio con la UE también duplicaría sus ventas y por qué no pensar en triplicar. “La elaboración de cajas para la exportación es importante dentro de los $ 36 millones que fueron los ingresos de Senefelder el año pasado”, agregó.
Hasta aquí el primer escenario para los empresarios y exportadores si entra en vigencia el acuerdo, pero si no, ¿qué pasará?
“El camarón ecuatoriano pasa de pagar 3,6 % arancel a cancelar 12 % en las partidas de camarones congelados y 18 % en camarones cocidos. Lo cual nos dejaría fuera de mercado”, explicó Camposano.
Hoy la exportación de camarón a la UE representa el 30 % de su exportación total, son aproximadamente 750 millones de dólares, al año, según la Cámara.
¿Qué puede demorar la vigencia del acuerdo?
“Nuevas medidas arancelarias que tome Ecuador”, indicaron los empresarios.
Aunque eso no implicará que se anule el acuerdo, sino que demora que entre en vigencia. “Pero, eso sería negativo para los exportadores”. Sin el convenio, desde el 1 de enero de 2017 todas las exportaciones pagarían aranceles. “Lo que pondría en aprieto al banano, camarón y atún, sectores que llevan la delantera en traer dólares al país”, dijo Camposano. Así, tanto el sector productivo y el Gobierno trabajan contra reloj, para que entre en vigencia el acuerdo comercial con la UE.