Dos médicos de la Clínica Primavera fueron sentenciados por lesiones en un 'parto humanizado'
Los profesionales no tenían experiencia y el centro médico no contaba con servicios de emergencia, como ventilación mecánica o un área de terapia intensiva.
Nueve años y cuatro meses de cárcel y el pago de $ 50.000 como reparación integral a favor de la víctima. Se trata de la sentencia impuesta por un Tribunal de Garantías Penales de Pichincha en contra de dos médicos de la Clínica Primavera, situada en la parroquia Cumbayá, en el nororiente de Quito.
El fiscal Freddy García demostró que Diego y Germania, un cirujano, y una pediatra, respectivamente, no tenían la formación académica adecuada para intervenir en el alumbramiento de un niño prematuro, registrado el 19 de junio de 2014.
La Clínica Privamera ofertaba “partos humanizados”. Sin embargo, de acuerdo a lo que Fiscalía probó en la audiencia de juicio, para la fecha en que se dieron los hechos, no tenía los permisos de funcionamiento vigentes.
La clínica La Primavera tampoco estaba dotada con servicios para casos de emergencia, como el de ventilación mecánica o un área de terapia intensiva.
El fiscal García probó que los médicos no observaron los principios de previsibilidad y evitabilidad, pues continuaron con la atención del parto prematuro del niño, catalogado como de alto riesgo, “situación que, además, conocía el cirujano por los antecedentes proporcionados por la madre de la víctima y denunciante”, indicó la Fiscalía.
El Fiscal también explicó al Tribunal que, aproximadamente a las 22:00 del 19 de junio de 2014, la mujer fue sometida a una cesárea, luego de que el parto en agua fuera declarado fallido. Al nacer, el bebé presentó dificultades respiratorias. La familia tuvo que buscar una casa de salud dotada con área de terapia intensiva y una ambulancia para su traslado. El bebé ingresó al nuevo hospital doce horas después de haber nacido.
Durante ese tiempo, “ninguno de los médicos brindaron la atención médica adecuada, por las carencias que presentaba la clínica, lo que hizo que el cuadro respiratorio del niño se agravara, provocándole una hipoxia cerebral y lesiones neurológicas que devinieron en una discapacidad severa, fruto de una parálisis cerebral permanente”.
La Fiscalía General demostró la responsabilidad de los dos médicos en el delito de lesiones, “al actuar fuera de las facultades que su título profesional les permite, inobservando leyes, reglamentos, ordenanzas, manuales aplicables a la profesión”.
