Guayaquil: Dos sesiones que eludieron lo álgido

Dos sesiones, muchas promesas y pocas certezas. Guayaquil, al igual que el resto del país, afronta una crisis energética. ¿Se solucionará a corto, mediano o largo plazo y cómo? Dos preguntas que están en el aire y cuyas respuestas se escabullen.

El presidente Daniel Noboa, en su discurso por los 204 años de Independencia de Guayaquil, abordó el tema de manera muy superficial sin ahondar o brindar algo de tranquilidad a los ecuatorianos y guayaquileños agobiados por el incremento de las horas de apagones. 

“Hay que arrimar el hombro”, es lo que dijo. E hizo mención -más parecido a una oferta de campaña- de la idea de cambiar la matriz energética para ya no depender del vaivén del clima. ¿Cómo lo hará?, ¿cuánto costará y cuánto tiempo tomará? Más dudas que quedan sueltas.

El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, cerró los festejos con su discurso. Uno más moderado. Sin arremeter contra el Ejecutivo que lo denunció por supuesto tráfico de combustible. Prefirió, en parte de su alocución, dirigirse a los candidatos presidenciales que lo acompañaron en el público y a los ausentes también. Que hagan respetar la democracia y que gane el mejor. ¿Qué pasará con la inseguridad? Otro tema relevante que quedó de lado.

Guayaquil, una vez más, dividida.

El jefe de Estado y también aspirante a un nuevo mandato presidencial, Daniel Noboa, mantuvo una reunión casi privada para conmemorar la Independencia de Guayaquil. A diferencia de las    fiestas de julio, la ceremonia fue a puertas cerradas en la Gobernación del Guayas y contó con la presencia de ministros de Estado y unos cuantos invitados.

Aunque dijo que estaba en el lugar para hablar “cara a cara” de la crisis energética no ahondó en el tema y empezó a describirse como un “líder improbable” con soluciones para las problemáticas del Ecuador.

“Hoy toca arrimar el hombro porque es momento de tomar decisiones muy difíciles porque son los líderes improbables los que salen adelante en estos momentos”. El jefe de Estado expuso que en su mandato se ha optado por reactivar proyectos energéticos que fueron abandonados y olvidados por otros mandatos.

“Hago un llamado a quienes no se han enterado que nos estamos jugando la vida... Vamos a cambiar nuestra matriz energética y apostaremos por un cambio hacia fuentes de energías renovables... somos el punto más cercano al sol y eso debemos aprovecharlo”.

En relación a anuncios expuso que ha usado “ofertas que estaban en cajones” como las termoeléctricas y con ello se ha “recogido la basura que otros han dejado para aprovecharla, porque el pueblo ecuatoriano necesita un líder improbable”.

En ese orden volvió a recordar lo aprendido y vivido con su padre mientras fue candidato a la Presidencia de Ecuador y enfatizó que se considera el hombre que se necesita para que “ayude a levantar este país”.

Cuestionó a los analistas y expertos que en algún momento señalaron “improbabilidades” en la lucha contra la corrupción, contra grupos narco terroristas o más. “Todo lo improbable lo logramos”, sostuvo durante varias veces en su intervención.

Recordó hechos que catalogó como injusticias haciendo referencia a las derrotas que tuvo su padre, Álvaro Noboa Pontón. “Le robaron” y agregó que dichas situaciones fueron las que ahora “lo convirtieron en el actual presidente de la República”. Por tal motivo alegó que se ha preparado para asumir una nueva candidatura presidencial.

Finalmente, ponderó que el país pasa por un “momento extraordinario de la historia” y, con un tono algo triunfalista, expuso que su mandato es “una misión de vida” y por ello “es muy probable que le ganaremos y venceremos al mal una vez más”.

En 15 minutos pesó más    la historia y las sugerencias. Aquiles David Álvarez Henriques, alcalde de Guayaquil, realizó la sesión por los 204 de Independencia de Guayaquil en el parque Centenario, y contó con la asistencia de generadores.

En ese emblemático espacio del centro de la ciudad se colocó una amplia alfombra por la que desfilaron autoridades, empleados municipales y otros invitados. Afuera del parque se cerraron las calles y la gente comenzó a llegar porque también se prometió fiesta, con Gerardo Morán, cantante conocido como El más querido, como carta principal.

Después de las 18:30 de este 09 de octubre de 2024, Álvarez llegó y se sentó junto a la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, y la vicealcaldesa Blanca López. Luego, se entregaron preseas a instituciones y ciudadanos.

Ahora bien, en el discurso de la autoridad local, de 15 minutos, saludó a los candidatos a la Presidencia de la República, pero quienes no fueron argumentó que fue por “temas de agenda”. Y les dio un mensaje: “luchen por hacer respetar la democracia del país, no permitamos que pasen locuras en Guayaquil. Tienen nuestro apoyo”.

La parte medular de su discurso consistió en la República de Guayaquil. Que por 22 meses la ciudad fue República, subrayó, y reiteró la libertad.

“Guayaquil no se somete a injusticias, ni arbitrarios, a impostores o imposiciones. El guayaco en el caminar saca a los falsos, mentirosos; es inteligente, no es bobo...”, contó, mientras algunos lo aplaudieron.

Pero Álvarez continuó: “Guayaquil siempre será luz en tiempos de oscuridad que hoy lo vivimos. Viva Guayaquil libre, ¡párense carajo!”. Y la gente se puso de pie.

Al hablar sobre su administración, Álvarez, que lleva ocupando el sillón de Olmedo más de 1 año, indicó que en un año se han invertido 210 millones de dólares y que ha sido con equidad. Citó algunas ciudadelas y barrios y que aquellas, a su juicio, “son muchas” y que ya tendrán su día de exposición.

Al finalizar, antes de que salte al escenario Gerardo Morán, el alcalde manifestó que seguirá luchando y prometió agua potable en sectores como Monte Sinaí, pero eso será en el 2026. “Y estaremos juntos para jugar con el agua”, concluyó. 

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