$ 58,8 millones fue el monto del contrato suscrito el 18 de abril de 2018 con el Servicio de Dragas.

El intento de dragar el rio fue de tumbo en tumbo

El Servicio de Dragas suscribió el contrato sin contar con los insumos para ejecutar el trabajo. Traspiés marcan el proceso.

De tumbo en tumbo. Si algo ha caracterizado el proceso de contratación del dragado del río Guayas fueron sus constantes pasos fallidos que solo demoraron más la ansiada obra. Concursos desiertos, contratos terminados por mutuo acuerdo y ahora acusaciones de supuesto sobreprecio; esta última de boca del prefecto del Guayas, Carlos Luis Morales.

El oficio enviado por el Gobierno Provincial del Guayas, con fecha 21 de agosto pasado, notificando al Servicio de Dragas de la Armada (Serdra) la terminación anticipada y unilateral del contrato del dragado, recoge el último de una serie de traspiés en este largo proceso que inició a finales de 2010. El documento revela que el Serdra asumió un contrato sin contar con los insumos necesarios para ejecutar la obra, específicamente en dos aspectos: dragado y relleno hidráulico.

Un informe de Necesidad del mismo Servicio, y que recoge el oficio de la Prefectura, reza que “el Servicio de Dragas cuenta con el equipo y personal técnico necesario para la ejecución de todos los rubros, excepto el rubro dragado y relleno hidráulico”. No solo eso. El mismo informe descarta la opción de comprar la maquinaria porque esto requiere del aval del Ministerio de Finanzas y la presentación de un proyecto que demandarían 12 meses, y el plazo de ejecución es de 24 meses. Para la fecha de dicho informe, 29 de abril de 2019, ya había transcurrido un año de la firma del contrato. Es solo el inicio del problema.

El contrato, en base a la Ley del Sistema Nacional de Contratación Pública, establece que la contratista puede subcontratar a una empresa que asuma parte de sus prestaciones siempre que el monto no sobrepase el 30 % del contrato original (en este caso, 17’644.350,60 dólares) y que este proceso cuente con el permiso del Gobierno del Guayas como contratante.

El Servicio de Dragas, de acuerdo al portal del Servicio de Contratación Pública, registró tres procesos para el “Arrendamiento del equipo de dragado y relleno hidráulico” que, según la Prefectura del Guayas, no tenía como finalidad arrendar sino contratar el servicio del dragado. “O sea, se estarían gestionando procesos de subcontratación no autorizados por el Gobierno Provincial del Guayas”, reza el oficio.

Los tres procesos fueron declarados desiertos, lo que quiere decir que hasta el presente mes y año (más de un año después de firmado el contrato), el Servicio de Dragas no contaba con la maquinaria necesaria para completar en su totalidad el trabajo. Este es el fondo del problema.

Desde el inicio, el proceso del dragado no estuvo exento al vaivén en el océano de la contratación pública. El primer proceso de contratación fue declarado desierto por no existir ofertas. Un segundo proceso bajo régimen especial con China Harbour Engineering Company, terminó por mutuo acuerdo. Un tercero fue también declarado desierto porque las ofertas no cumplieron los parámetros mínimos. Hasta que llegó una carta de intención del Servicio de Dragas de la Armada que dio paso a un cuarto proceso bajo régimen especial que culminó con la adjudicación del contrato.

Ahora, un nuevo tumbo agitó el proceso con la decisión del prefecto Morales de terminar anticipada y unilateralmente el contrato firmado por la administración de Jimmy Jairala. “No hay marcha atrás”, sentenció ayer el prefecto Morales, descartando con esto cualquier tipo de arreglo o salida, pese a que el oficio concede un término de 10 días para que la contratista justifique y subsane los incumplimientos. “El costo (de la obra) lo indica un informe técnico del cual no hicieron caso. El mismo comandante general de la Marina en su momento dijo que, esto se pudo haber hecho a menor precio, yo concuerdo con él”, precisó.

La Armada ofreció ayer enviar un comunicado sobre la decisión del Gobierno Provincial, pero hasta el cierre de esta edición no llegó. Transcurre el segundo día de los diez.

El exprefecto

“Pregúntele a la Armada”

El exprefecto del Guayas, Jimmy Jairala, respondió ayer al informe de Deloitte sobre la situación de la Prefectura y la terminación del contrato del dragado al río Guayas. Empezó desvirtuando el informe al asegurar que luego de revisar el plan anual de contratación pública “no está contratada la auditoría”. “Hay dos auditorías en proceso que suman 275 mil dólares. La pregunta es cómo es que se ha hecho una auditoría”, cuestionó.

Aseguró que cuando salió de la Prefectura dejó 9 millones de dólares y la viceprefecta Mónica Becerra (quien asumió la Prefectura) dejó 4,8 millones de dólares. “No es que se quedó chiro”, sentenció el exprefecto, quien además aseguró que la Prefectura tiene una cartera por cobrar de $ 42,2 millones entre asignaciones de riego, el convenio del dragado, la carretera Progreso - Playas y concepto de IVA.

Sobre el dragado, Jairala precisó que al irse de la Prefectura, en diciembre de 2018, había firmado un adendum con la Armada, se replanteó el contrato y la Armada iba a prestar el dinero, lo que significó un ahorro para la Prefectura. “Si ha habido sobreprecio tiene que preguntarle a la Armada que fue la oferente”.

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