Los dulces psicoactivos, una venta ilícita con muchos likes
Instagram y Facebook, el nuevo nicho. Los adolescentes pueden ser los más afectados. Arcsa los tiene identificados, pero es poco lo que pueden hacer.
La venta de postres y snacks que tienen como ingrediente especial el cannabis psicoactivo, se diversifica en redes sociales sin control ni normativas. Para conocer el menú y el costo de los productos que prometen un viaje directo a uno de los planetas del universo sin necesidad de hacer maletas, solo se necesita ser usuario de la red social y enviar una solicitud.
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Leer másLas páginas que ofrecen estos postres caseros son poco precisas al momento de especificar el contenido de sus productos, pero sí muy creativas y sugestivas. Hay de todo un poco, ofertan gomitas, porciones de pizza, tortas de chocolate y bebidas. Todos con un ingrediente en común, la marihuana.
Los médicos especialistas señalan que estos dulces o snacks no deben ser subestimados por las autoridades y mucho menos por sus consumidores, debido a que ingerir este tipo de productos que no dan mayor detalle de sus componentes puede desencadenar en un problema de salud mental en los adolescentes.
Para la experta en plantas medicinales, Isabel Espinosa, el acceso a este tipo de productos está dentro del consumo lúdico, este puede ser ocasional o problemático. En el caso del ocasional, es controlado por el consumidor, quien decide ingerir el producto en ocasiones puntuales. El problemático, en cambio, se caracteriza por los cambios en el comportamiento del consumidor cuando no puede acceder a este tipo de opioides.
Consumir el cannabis psicoactivo vía oral tiene efectos impredecibles, porque la absorción del opioide solo dependerá del metabolismo del cuerpo.
Daniel Zambrano, de 29 años de edad, contó a EXPRESO lo que piensa a cerca del consumo de estos dulces psicoactivos. Asegura que para él, fumar marihuana o consumirla a través de estos dulces no tiene nada de malo.
“ La sociedad se ha encargado de verla como algo dañino y no es así. Si queremos hablar de los productos que realmente son dañinos, podríamos empezar por mencionar que la cerveza que tomamos, el tabaco e incluso hasta el café, son productos que realmente dañan nuestro organismo”, sostiene Zambrano, de 29 años, quien lleva cuatro años consumiendo el cannabis psicoactivo como parte de una terapia que lo ayuda a relajarse del estrés del día a día.
Como Daniel piensa Jorge, de 31 años, quien asegura que el problema de consumir marihuana no está en la planta ni sus propiedades, sino en la madurez y conciencia de quien la consume. “Por eso es importante que estos dulcecitos que contienen la hierba o estas gomitas- porque ahora se han inventado de todo- estén lejos del alcance de los peladitos (adolescentes). Seguramente prueban uno de estos dulces psicoactivos y piensan que es desayuno, almuerzo y merienda”.
No entiendo por qué satanizan el consumo de una planta que crece de forma natural y tiene hasta efectos medicinales.
Para la especialista en salud mental y conductas adictivas, Julieta Sagnay, la información sobre los efectos de consumir opioides no es clara en el país.
“Les doy la razón y me río cuando me dicen que la marihuana no mata por una sobredosis. Eso es cierto, lo que no saben es que ingerirla o fumarla produce deterioro cognitivo, nada más. Tampoco saben que los efectos del opioide se quedan 30 días en la corteza cerebral del consumidor y 90 días en los tejidos adiposos, es por eso que no sienten desesperación por volver a consumir, no porque sean chéveres. Solo se convierten en un camello”, explicó Sagnay.
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Leer másA este criterio se suma la psiquiatra María Gracia Madero, quien aclara que el consumo de estos productos que aparentan ser inofensivos obedece a la búsqueda de placer y no por uso terapéutico. Agrega que la dependencia a los opioides depende de la vulnerabilidad o resiliencia de cada persona. Por eso, los adolescentes suelen ser el grupo más perjudicado.
“Nuestro cerebro es una red de circuitos neuronales y el consumo de marihuana antes de los 20 años de edad puede producir una disminución de hasta el 80 % de estas fibras de conexión. Esto puede deteriorar la memoria y alterar el hipocampo; área responsable de los recuerdos”, agregó Madero.
La Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa) tiene identificado este tipo de comercio ilegal, pero es poco lo que han podido hacer para detenerlo.
“Al día de hoy, existen en el mercado virtual, una gran cantidad de páginas que son totalmente virtuales y que no declaran establecimiento físico, por lo cual el ejercicio de control se ha vuelto muy difícil”, justificó Saddam Véliz, analista líder del proceso de control posterior de productos de consumo humano con cannabis o derivados.
Véliz comenta que para concienciar a la población sobre los daños que puede causar el consumo de estos productos psicoactivos, han implementado alertas en redes sociales y charlas informativas. Aunque, a su vez, reconoce que este tipo de estrategias no son suficientes para detener la venta de estos productos.