Juan Mejía, empresario ecuatoriano que triunfa en España
Mejía (c) llegó a España cuando tenía 22 años. En el 2003 fundó EME Montajes, el inicio de una carrera con tropiezos y triunfos.Cortesía.

De albañil a ser un referente en Europa

El ecuatoriano Jorge Mejía lidera el montaje de estructuras. Sus trabajó llegó a ‘La Voz España’, Fórmula 1 y también Netflix

Jorge es un reflejo de humildad e inspiración. Ser migrante durante muchos años le ha permitido acumular una variedad de experiencias. Dejó Ecuador a los 22 años, siendo ya padre de una niña. Cuando llegó a España, los teléfonos móviles aún no eran populares, por lo que la mayoría de los ecuatorianos se comunicaban con sus familias a través de llamadas internacionales desde estaciones telefónicas, conocidas como locutorios, a finales de los 90. Recuerda que muchos ecuatorianos vivían hacinados en departamentos y, en su caso, compartió el espacio con 11 personas. “Ahora lo imagino y siento una sensación extraña en mi cuerpo”, cuenta.

Rememora que en esa época era inusual encontrarse con latinoamericanos. Por lo tanto, cuando se encontraba con alguno en el metro de Madrid solían conversar y reunirse. De hecho, menciona que la cultura española no estaba preparada para manejar la creciente ola de migración que sucedió después.

Jorge consiguió entre sus primeros trabajos ser albañil. Lo hizo por tres meses, hasta que lo llamó un amigo para ofrecerle un puesto que cambiaría su destino para siempre. “Ingresé a una gran empresa nacional que montaba carpas de alquiler para eventos de gran envergadura. No era muy hábil con las herramientas, pero aprendí rápidamente cómo ganarme a mi jefe. Le ofrecí conducir el auto, cotizaba los materiales, hacía la coordinación logística de los traslados del personal, etc.”, menciona Jorge.

Gracias a su dedicación, progresó rápidamente y se capacitó adecuadamente en esta actividad. Con el paso del tiempo, un socio español le propuso aliarse y juntos fundaron una empresa de montaje de estructuras temporales a gran escala. Así nació EME Montajes en 2003.

Estructuras.
Tras una reforma, la firma pasó a llamarse Grupo EME. También construye polideportivos y estudios de grabación.Cortesía.

Instalaba carpas y estructuras de escenarios para la Fórmula 1, conciertos de grandes artistas y festivales. Esto le permitió convertirse, en aquel entonces, en una de las primeras empresas europeas en este ámbito. “Del 2005 hasta el 2009 nos llamaban para distribuir estructuras en San Petersburgo, Holanda, Bélgica, Francia y en diferentes países de Europa”, relata.

Con la gran recesión en España en 2010, que marcó el final de la burbuja inmobiliaria, la crisis bancaria y el aumento del desempleo, EME Montajes se vio obligada a cerrar sus puertas debido a problemas financieros. De 120 trabajadores se quedaron solo con cinco.

No obstante, después del revés, la empresa se recuperó y reinventó con un enfoque diferente. “En lugar de montar las estructuras y alquilar los insumos, cambiamos a la fabricación, y pasamos del ensamblaje temporal a lo permanente”.

Actualmente, bajo el nombre de Grupo EME, Jorge Mejía realiza obras industriales, tales como hangares para aviación, trenes, y náuticas. También construye polideportivos y estudios de grabación para televisión.

Una de sus construcciones más reconocidas es el estudio de televisión para el programa ‘La Voz España’ en el canal Antena 3. “Este estudio, que tiene entre siete y ocho años, se sigue utilizando para ‘La Voz’”. Desde su construcción, el grupo ha edificado cinco o seis estudios de televisión adicionales en España, incluyendo el estudio de Castilla-La Mancha Media, el del canal IB3 en las islas Baleares y otro para Televisión Española.

En este contexto, uno de sus próximos proyectos incorpora la creación de siete estudios de cine para Netflix en Madrid. Anteriormente, había diseñado cubiertas para sus estudios, pero ahora la líder en servicio de streaming de series y películas planea crear una ciudad de cine. Jorge y su equipo están preparados para hacer este proyecto realidad, aunque podría tardar alrededor de dos años.

En este periplo no está solo. Hoy lo acompaña su primera hija, Camila, quien ha heredado los dotes de su progenitor, ya que desde muy pequeña se fue vinculando en los asuntos de la construcción. Ella, con 29 años, se ha formado profesionalmente y ha aprendido de su mentor, y están haciendo un gran equipo familiar para llevar las riendas del negocio con profesionalismo, tecnicismo y compromiso.

Inmigración

Los migrantes ecuatorianos enviaron un récord de $ 5.447 millones en remesas en 2023

Leer más

Al igual que él, existen muchos otros migrantes que, a pesar de las adversidades y desafíos que enfrentan, persisten en su intento de construir una vida de superación. Su historia es un testimonio de resiliencia y esfuerzo. Aunque no pretende ser un referente de nadie, aconseja a las personas que sean perseverantes. Resalta la importancia de dar siempre lo mejor de sí, incluso en trabajos que no sean de su agrado, porque nunca se sabe dónde pueden surgir nuevas pasiones y oportunidades de crecimiento.

“El trabajo siempre es un motivo de orgullo. Cada lágrima, cada gota de sudor, se convierte en remuneración y luego en felicidad. El esfuerzo es todo lo opuesto a la mediocridad. (...) A veces, la tecnología adormece a los jóvenes. Se debe usar para obtener beneficios. El renombre no se mide en dinero, sino en la huella que estás dejando en este país que te ha acogido, y también se mide en el respeto y cariño que hayas conseguido de la gente con la que trabajas”, concluye.

Para más contenido de calidad SUSCRÍBETE A EXPRESO