Apagón: “El sistema de protección no respondió a la falla eléctrica”

Más allá del coloquial “se fue la luz en todo el Ecuador”, ante el denominado ‘blackout’ del miércoles 19 de junio, ingenieros eléctricos del país no han dejado de hablar de antecedentes, posibles causas y el contexto en el que se produjo. En una especie de círculo cerrado, entendidos en la materia revisan el tema en grupos de WhatsApp.

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Marco Acuña, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Pichincha, cuenta que en el gremio hay 4.000 socios registrados. En la práctica son alrededor de mil los profesionales activos, entre ingenieros eléctricos, electrónicos y de comunicaciones.

“Algunos colegas trabajan en el Ministerio, en la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) y en el Operador Nacional de Electricidad (Cenace)”, dice. Por ello han accedido a información sobre lo que pudo haber ocurrido. Otros han recordado que en octubre del 2016 se registró un apagón parecido, cuando empezó a operar la Central Coca Codo Sinclair.

“Frente a una falla, el sistema de protección no pudo responder. En el tramo Milagro Zhoray, que alimenta desde Paute hasta Guayaquil, se desconectó una carga importante en demanda y generación”, estiman.

También académicos y consultores en materia energética leen sus mensajes de WhatsApp, que tratan de la crisis del sistema eléctrico nacional, que tiene alrededor de 6.500 kilómetros de líneas de transmisión.

Fernando Salinas, consultor en la materia, intenta explicar qué es el sistema eléctrico. Se trata de una infraestructura básica para el desarrollo, ya que permite el funcionamiento del televisor, la lavadora, la refrigeradora y más. Asimismo, los sistemas de telecomunicaciones se alimentan de energía

El sistema eléctrico hace posible el desarrollo de un país a través de varias etapas: generación, con grandes centrales hidroeléctricas, termoeléctricas y energías renovables; transmisión, el transporte de energía desde centrales, lejos de centros poblados; y la distribución, cuando se bajan los niveles de tensión, para que llegue a los hogares.

A Salinas le llama la atención que por la desconexión de una línea se haya producido un apagón general. Considera que eso implica que hay fallas de mantenimiento en la línea de transmisión o algo más grave: que los sistemas de protección no están calibrados.

Entre los comentarios también se dice que un especialista debería estar al frente del Ministerio de Energía. Roberto Luque “es ingeniero civil, era encargado y lleva más de dos meses”, recuerda Elesban Jaramillo, ingeniero eléctrico.

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Desde Guayaquil, Iván Rodríguez, quien fue ministro de Energía entre 2005 y enero de 2007, afirma que el ‘blackout’ no debió ocurrir. Él dice que uno similar sucedió en los noventa.

El sistema eléctrico, con las líneas de transmisión y distribución, funciona con dispositivos de protección que deben eliminar fallas o sobrecargas de energía para evitar un colapso, subraya.

“Necesitamos un informe oficial del Cenace y del Ministerio. El sector productivo no operó hasta tres horas”, reclama Rodríguez.

Alcides explica lo que ocurre haciendo una comparación con un sistema de protección casero. Los breakers o interruptores ubicados en los domicilios evitan daños en los circuitos eléctricos. En el caso nacional, dice, hay rieles de protección que ante fallas deberían desconectar un circuito. Sin embargo, eso no funcionó.

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