Apagones en pausa, pero aún sin una solución definitiva
Las lluvias dan un respiro y si se llena Mazar puede haber alivio de 1 a 2 meses, según expertos. Las térmicas, atrasadas
Las lluvias han dado un respiro a la aguda crisis energética que atraviesa Ecuador. Desde el 20 de diciembre de 2024 terminaron los racionamientos para el sector residencial y desde el 1 de enero de 2025 para el sector industrial. Ahora la pregunta es: ¿hasta cuándo?
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Los embalses de las hidroeléctricas se siguen recuperando gracias a las precipitaciones. Por ejemplo, el embalse de Mazar, rozaba los 2.138 metros sobre el nivel del mar (msnm) a las 15:00 de este 7 de enero de 2024, a 15 metros de su nivel máximo. A inicios de diciembre de 2024 se ubicaba en niveles mínimos 2.112 msnm. el embalse de Mazar es la pieza clave del sistema eléctrico del país. Este reservorio garantiza el suministro de agua al Complejo Hidroeléctrico Paute, compuesto por las centrales Mazar, Paute y Sopladora, que juntas generan una potencia de 1.756 megavatios, cubriendo así el 38% de la demanda energética nacional.
Al ritmo de las lluvias actuales, el embalse de Mazar, con un tope máximo de 2.153 msnm podría llenarse en una semana o 15 días, según expertos consultados por EXPRESO.
Con un embalse a tope se puede garantizar energía eléctrica entre uno y dos meses, aseguró Ricardo Buitrón, consultor en temas energéticos. “El embalse de Mazar tiene 280 millones de metros cúbicos útiles. Si se requiere un caudal de 100 m³/s (metros cúbicos por segundo)para alimentar el complejo hidroeléctrico Paute, incluyendo las centrales Mazar, Molino y Sopladora, el volumen alcanzaría para 30 días. Si se redujera el caudal a 50 m³/s, se extendería a dos meses, lo que permitiría llegar a condiciones normales”.
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Leer másEn tanto que el Gobierno ha mencionado que su gestión también ha ayudado a poner fin a los cortes de luz gracias a la incorporación de 696 megavatios (MW) por mantenimiento de plantas térmicas. Sin embargo, la contratación o compra de energía adicional sigue siendo una tarea pendiente.
En los hechos, solo están operativos los 100 MW de la primera barcaza de la empresa turca Karpowership. Los más de 1.000 MW que el Gobierno ha anunciado se incorporarán hasta marzo de este año caminan a paso lento. Una segunda barcaza de 100 MW todavía está en período de prueba en Las Exclusas, en Guayaquil.
Por ejemplo, en el caso de Progen, debían incorporarse 150 MW de las centrales térmicas Quevedo (50), el 5 de noviembre, y Salitral (100), el 30 de noviembre, correspondientes a dos contratos suscritos con la empresa estadounidense Progen. No obstante, ninguna de las dos está operativas. “Estos son temas que toman tiempo poner a funcionar un parque térmico nuevo”, señaló Inés Manzano, ministra de Energía (encargada)y de Ambiente. También mencionó que el 5 de diciembre se cerró la fecha límite para la presentación de propuestas para la central termoeléctrica de Pascuales, por 260 MW.
Con ese escenario, el Gobierno busca llegar en mejor situación para el siguiente estiaje, previsto para abril, en palabras de Manzano.
“Durante estas festividades de fin de año, parece que la percepción del problema se ha relajado, pero la situación persiste. Es necesario seguir trabajando para garantizar un respaldo de generación, principalmente térmica, pensando en el futuro. La contratación de emergencia enfrenta dificultades, especialmente en el primer grupo adjudicado en agosto del presente año, que tenía previsto iniciar operaciones en octubre o noviembre, pero sigue retrasado y sin fecha clara de inicio”, aseguró Roberto Aspiazu, presidente de la Cámara de Energía del Ecuador y miembro del Comité Consultor en materia energética que asesora al Gobierno.
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Leer másLíneas de Transmisión, otro problema
Los últimos cortes de luz imprevistos en el país se debieron a fallas en las líneas de transmisión, según el propio Gobierno. Manzano señaló que están iniciando procesos para potenciar las líneas de transmisión. “Si incorporo megavatios, pero no tengo líneas de transmisión (...)puedo perder todo el trabajo de generar”, aseguró.
“Hay transformadores, especialmente en la zona de Guayaquil, operando al límite de su capacidad, lo que los expone a fallas recurrentes. Esto demuestra que el problema es integral y no solo de generación”, aseguró Aspiazu. “Cenace ha identificado problemas en el sistema de transmisión y distribución que deben corregirse”, agregó Buitrón.