El arroz agroecológico, la opción al insumo caro
La estrategia la probaron 370 agricultores de la provincia del Guayas y por hectárea se ahorraron $ 600. Lo limitante es que no todos saben de la técnica.
El encarecimiento de los insumos del agro ponen a los agricultores a fijarse en otras opciones, en especial en las técnicas agroecológicas donde se evita gastar en químicos y se opta por elementos naturales. El sector bananero también ha dado este paso, como lo contó Diario EXPRESO semanas atrás, ahora el sector que volca su mirada a lo agroecológico son los arroceros.
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Leer másA la fecha, 370 agricultores han aprendido la técnica de sembrar arroz agroecológico y en el próximo julio lo harán otros 800 trabajadores de la tierra en la provincia del Guayas, dijo a este Diario el representante técnico Agrícola de la Prefectura del Guayas, Marino Risco, que junto al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) trabajan en una campaña para enseñar a cultivar el arroz agroecológico.
Hasta el momento se ha trabajado con algunos agricultores de Samborondón, Daule, Santa Lucía, Colimes y Palestina, indicó Risco.
A la fecha se han cosechado 370 hectáreas, cada agricultor primero hace la prueba en una hectárea. Pero, hay algunos como Atilio Mendoza, de Santa Lucía, que cultivó, cosechó y vendió el arroz agroecológico de 6 hectáreas. La última cosecha la realizó hace una semana y ya la vendió toda a 33 dólares la saca de 200 libras; el precio oficial para todo tipo de gramínea está entre 32,50 y 34,50 dólares, según el largo del grano. Lo que implica, y así lo califica el agricultor, recibió un buen pago, aunque podría ser mejor si la autoridad también pone precio oficial a los productos agroecológicos.
Aunque hay más rentabilidad. Los que participaron en este tipo de cultivo indicaron que se han ahorrado 600 dólares por hectárea. “En el cultivo tradicional se requiere una inversión de 2.300 dólares por hectáreas y con el cultivo agroecológico hemos invertido 1.700 dólares”, señaló Mendoza.
Agregó que entre los beneficios también están que con las sustancias naturales no matan a los insectos buenos como son las abejas, arañas, chapuletes y avispas que ayudan a controlar las plagas. “El programa incluye trabajar con semilla certificada y ello me ayudó a obtener 80 sacas, cada una de 200 libras, por hectárea. En el cultivo tradicional sacaba solo 65 sacas”, enfatizó Mendoza.
Pese a todos estos beneficios que tiene el productor el precio del producto para el cliente final no bajará. “No se puede reducir el costo, porque el cultivo agroecológico demanda más trabajo. Tenemos que monitorear el cultivo todos los días para evitar las plagas. No implica contratar a más personal, solo demanda una atención detallada sobre el cultivo y eso me implicó estar más horas en la observación, y tiempo es dinero”, explicó Mendoza.
Pero sobre todo se debe valorar el beneficio para el suelo y para la salud del consumidor, porque el producto es libre de pesticidas, indicó el ingeniero agrónomo del IICA, Jhony Ruiz, uno de los técnicos que está trabajando con los agricultores.
¿Si este sistema tiene tantos beneficios, por qué no todos los arroceros han migrado a usar esta técnica? Unos consideran que no saben del sistema y otros no lo ven como una solución a corto plazo, frente a los precios altos de los insumos agrícolas.
“No todos sabemos cómo se hace un cultivo agroecológico. El programa es nuevo y me gustaría aprender, porque los insumos están demasiado caros”, manifestó Danilo Fariño, presidente de la Asociación de Río Mar de Samborondón.
Mientras que uno de los voceros de los arroceros Santa Lucía, el ingeniero Jorge Suárez, señaló que aunque personalmente va a probar el sistema estima que es complejo elaborar los bioles y que ahora los agricultores han recibido ayuda para producirlos y por eso tienen éxito. “Hay que ver qué se va a lograr cuando tengan que preparar el biol solos”.
Otra limitante para Suárez es cambiar la manera de pensar de los agricultores, “son más de 300.000 hectáreas de arroz que se cultivan en Ecuador, por lo tanto para informar y capacitar correctamente a todos pasarían entre 5 a 10 años; porque son pocos los técnicos que están capacitando a los agricultores; por lo tanto es un proyecto con solución a largo plazo. Pero enfatizó que es bueno apoyar lo que es ecológico”, dijo.
Los arroceros en el pasado hicieron varias marchas, porque al productor no se le paga el precio mínimo de sustentación, aprobado por el Ministerio de Agricultura. Y aunque ahora el arroz agroecológico consiguió buena paga, para algunos esto no es suficiente. Por lo tanto otra solución que van a aplicar es cultivar maíz la mitad del año y en la otra mitad arroz, así no hay sobreproducción y el productor puede recibir una paga justa. “En la ciudad una libra de arroz la venden entre 0,40 y 0,60 dólares, lo que implica que el quintal estaría entre 40 y 60 dólares, mientras que al productor se lo pagan a 28 dólares”, añadió Suárez.
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Leer másSin embargo, hay otros agricultores que ven con optimismo el cultivo del arroz agroecológico, porque al no utilizar pesticidas y al reducir el uso de úrea se alistan para cumplir con los requisitos para exportar la gramínea. Hay algunos proyectos para vender a Colombia y a Irán.
Otro de los líderes de los arroceros animado con el cultivo agroecológico es Jimmy Freire, de Salitre. Él indicó que en las próximas semanas, en Salitre, unos 1.500 agricultores van a empezar a aprender a elaborar bioinsecticidas, con la meta de iniciar el cultivo del arroz agroecológico en octubre. La motivación de ellos también está abaratar los costos de producción, aportar a la salud del consumidor y a mejorar el medio ambiente.
“Se siembra una plántula cada 25 centímetros y no 3"
Una característica que llama la atención en el cultivo de arroz agroecológico es que siembran una plántula cada 25 centímetros y no 3 como es la costumbre. “De esta manera, la planta tiene espacio y mejores nutrientes para desarrollarse, porque no compite con otra planta tan cerca”, explicó la ingeniera de IICA, Diana Vélez.
Agregó que en este tipo de cultivo se reduce la cantidad de insumos como el agua, las semillas, fertilizantes e insecticidas.
Para evitar el ataque de las plagas, se utiliza un bioinsecticida líquido (repelente) a base de ajo y ají; sin embargo, en momentos cuando hay una plaga se recurre al uso de insecticidas sintéticos con un mínimo de aplicación.
Otra característica es que se reduce el uso de la urea, porque el exceso de este compuesto con el tiempo acidifica los suelos, y se necesita de mecanismos para evitar la degradación de los mismos, en compensación se aplica biofertilizante líquido (biol) a base de materia orgánica, microorganismos y minerales, y otros fertilizantes para suplir las necesidades nutritivas de la planta de arroz, según Vélez.
Con esta estrategia es que se logra abaratar los costos de producción, a través del uso de bioinsumos, recalcó Vélez.
Entre los logros también está que se obtiene una producción más sana a través de la conservación y regeneración de los suelos. La meta del programa es promover una agricultura agroecológica sostenible y sustentable reduciendo impactos negativos al medio ambiente y con ello la recuperación de los recursos naturales, indicó Vélez.