El Banco BPI portugués ganó 444 millones de euros hasta septiembre
Directivos de la entidad, atribuyen este crecimiento a la entrega de créditos. Se trataría de un incremento del 14 %
El Banco BPI portugués, controlado por el grupo español CaixaBank, registró 444 millones de euros de beneficios entre enero y septiembre, un 14 % más en comparación con el mismo periodo de 2023, informó el 31 de octubre la entidad.
En un comunicado remitido a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa, el grupo precisó que la actividad en Portugal contribuyó con 380 millones de euros al resultado, un 17 % más, mientras que el BFA (Angola) y el BCI (Mozambique) aportaron 39 millones y 25 millones de euros, respectivamente.
El presidente ejecutivo del BPI, João Pedro Oliveira e Costa, señaló que el resultado estuvo "apoyado en el crecimiento del negocio, con más crédito concedido a las empresas y familias y más recursos de clientes captados", especialmente para la inversión en fondos y seguros de capitalización.
El margen financiero del BPI en Portugal -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y los pagados de los depósitos- se situó en 737 millones de euros, un 7 % más frente al mismo periodo de 2023.
Esta cifra queda explicada por la "revaloración (repricing) del crédito con índices superiores a los del mismo periodo del año pasado, parcialmente compensado por el aumento del coste de los depósitos", detalló el banco en la nota.
Crecimiento en otras áreas
El producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- creció un 11 %, hasta los mil millones, mientras que las comisiones líquidas crecieron un 12 % gracias a la liquidación anticipada de la participación en resultados de pólizas de seguros comercializadas en años anteriores.
Los depósitos de clientes se situaron en 29.500 millones, un 4 % más, mientras que la cartera total de crédito bruto creció el 2 %, hasta los 30.300 millones de euros.
En cuanto a la solvencia del banco, el CET1 se situó en el 13,9 %, y el ratio de crédito dudoso está en el 1,4 %.
Caixabank se hizo con el control del BPI en febrero de 2017 a través de una opa, que dejó el 84,5 % del capital en sus manos.
Desde entonces fue comprando el restante capital de la entidad lusa hasta hacerse con el 100 %.
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