Banco Central: Apagones pueden afectar el crecimiento de Ecuador en 2024
Los cortes de luz pueden golpear a la producción en el sector industrial y el consumo, sostiene la entidad
El Banco Central del Ecuador (BCE) advierte que la crisis energética puede afectar el crecimiento económico del país en 2024. Así lo señala en la Proyección Económica del Sector Real.
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En el estudio, publicado el pasado 13 de septiembre de 2024, el Banco Central señala que la crisis en el sector eléctrico, con potenciales apagones en el último cuatrimestre de 2024, "podría afectar negativamente a la producción, tanto en el sector industrial como en el consumo general de los hogares, reduciendo la actividad económica".
El BCE anota a la crisis energética como un factor para que la economía crezca menos de lo previsto en este año: 0,9 %. La entidad ya ajustó ese porcentaje desde 1 %, lo cual significa que la economía local podría crecer incluso menos de 0,9 %.
El segundo factor a considerar es los índices de inseguridad y sus repercusiones en el consumo y las ventas se traducirían en una menor confianza empresarial y de los consumidores, afectando negativamente la demanda interna.
Asimismo, la falta de inversión que compense el cierre progresivo del Bloque 43-ITT ocasionaría una pérdida significativa en la capacidad productiva de uno de los sectores más importantes del país.
También una lenta recuperación en la colocación de crédito podría limitar el acceso a financiamiento, restringiendo la expansión de la inversión privada y el consumo de los hogares.
Otro factor a considerar es la incertidumbre política por el proceso electoral genera un clima de menor certidumbre y paralización de decisiones empresariales, afectando la planificación de inversiones a corto plazo.
Finalmente, apunta el BCE, otros riesgos incluyen la menor producción petrolera por interrupciones en los oleoductos, que afectaría gravemente los ingresos fiscales, y la desaceleración de China, uno de los principales socios comerciales de Ecuador, que impactaría en la demanda de productos ecuatorianos, especialmente en el sector exportador.
El impacto de los anteriores apagones
Los apagones ya golpearon a la economía nacional en los primeros meses del año, aseguró el BCE, debido a la escasez de lluvias y su consecuente impacto en la generación hidroeléctrica.
En abril de 2024, más de la mitad de las empresas del país, 53,7 %, fueron afectadas por los cortes de luz, según la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial del Banco Central. La construcción fue la más impactada, registrando una caída del 10,8% en la producción en comparación con el mismo período de 2023, mientras que el sector de servicios fue el menos afectado, con una disminución del 1,9 %.
Los factores que pueden empujar a la economía
Según el Banco Central del Ecuador, la reducción de los atrasos en el sector público puede inyectar liquidez y dinamismo en la economía, impulsando la inversión y el consumo. Durante el periodo de enero a julio de 2024, el Gobierno Central destinó 415 millones de dólares para los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) y 500 millones de dólares para proveedores privados, con el objetivo de disminuir las cuentas por pagar. Se espera que estos atrasos continúen reduciéndose a medida que se disponga de mayor liquidez.
Por otro lado, se prevé que el incremento en la inversión en los campos petroleros para compensar la disminución del campo ITTT podría aumentar la producción, lo que no solo generaría mayores ingresos fiscales, sino que también fortalecería la capacidad de exportación del país. Esto contribuiría a estabilizar la balanza comercial y a reforzar las reservas internacionales, además de financiar proyectos de desarrollo en áreas estratégicas, creando un efecto multiplicador en la economía.
Asimismo, las expectativas de una posible reducción en las tasas de interés internacionales podrían estimular la inversión, ya que financiar proyectos resultaría más asequible tanto para las empresas como para el gobierno. Una baja en las tasas, combinada con una depreciación del dólar, podría hacer que los productos ecuatorianos, como el banano, camarón y flores, sean más competitivos en los mercados internacionales, diversificando las fuentes de ingresos del país y reduciendo su dependencia del petróleo.
Finalmente, los acuerdos comerciales y la depreciación del dólar ofrecerían oportunidades para diversificar y expandir los mercados de exportaciones no petroleras, favoreciendo una balanza comercial más positiva y proporcionando estabilidad a las finanzas públicas, especialmente si se mantiene la estabilidad en el precio del petróleo.
