El Biess, entre los afectados por nuevos impagos en bolsa
El banco de los afiliados invirtió $ 5 millones en la compra de papeles emitidos por Delcorp y Ecuagran. Para recuperar el dinero analiza acciones legales
Un día después de que EXPRESO desvelara un nuevo caso de irregularidad de pagos en el mercado bursátil, se empieza a conocer a los primeros afectados. Entre ellos está el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) que, confiando en la oferta pública de papeles de Delcorp y Ecuagran, decidió invertir $ 4,8 millones en la compra de obligaciones, dinero que hoy se busca recuperar.
Ecuagran y Delcorp, bajo la lupa por impagos en bolsa
Leer másAyer, este Diario dio a conocer que ambas empresas guayaquileñas, que comparten entre sí varios accionistas, están siendo observadas debido a la mora de pagos en bolsas dentro del proceso de emisión de obligaciones, en el que, solo entre 2018 y 2019, lograron colocar $ 40 millones.
Según información de Decevale, el ente que custodia los títulos valores de este mercado, solo hasta agosto los impagos, que se cree también afectan a inversionistas privados, sumaban más de 1 millón de dólares. En ese monto, admitió Diego Burneo, gerente general del Biess, están $ 124.000 que ese mes tenían que recibir de Delcorp y cerca de $ 30.000 que debían ser desembolsados por Ecuagran, las dos empresas con las que la entidad, explica, ha venido negociando en bolsa desde el 2010 y con las que antes no había tenido problema alguno.
La notificación del Decevale, dice Burneo, fue recibida con sorpresa y preocupación por el monto total que el Biess ha invertido y que ahora se debe recuperar: Con Delcorp, detalló, existen recursos comprometidos por $ 1’720.000 y con Ecuagran, $ 3’082.000. “Esta es una mala noticia, no solo para el banco, porque nosotros tenemos que cuidar los recursos de los jubilados y afiliados. Es una mala noticia para el mercado de valores y para el país en general”, dijo.
El funcionario cuestiona la alerta, a su parecer tardía, que hace el Decevale y una de las calificadoras de riesgo Class International R, pues ambas recién el 12 y 21 de agosto pasado, respectivamente, informaron sobre las primeras anomalías. La primera, respecto a los impagos y la segunda, en torno a la decisión de ubicar la calificación de riesgo de la “sexta emisión” de obligaciones de Delcorp, “en observación o credit watch”.
“Nosotros nos enfrentamos a portafolios que tenemos que hacer el seguimiento, pero si nosotros no tenemos comunicación de la empresa calificadora, y a las bolsas recién le avisan el 21 de agosto que hay problemas y que a estas empresas las están poniendo en vigilancia... no tenemos cómo controlar”, dice Burneo.
Ayer, después de intentos fallidos, Luis Jaramillo, gerente de Class International R., logró responder al pedido de entrevista planteado por este Diario y explicar las razones por las cuales decidieron degradar la calificación. Esto, dice, se dio por varias irregularidades que fueron detectando en Delcorp, luego de que la empresa empezara desde junio a tener inconvenientes económicos por efecto de la pandemia, problemas que repercutieron con los impagos que recién, dice, empezaron a conocerse desde el mes pasado. Si no se comunicó de forma inmediata, añade, es porque ante eso, por ley, se deben seguir varios procesos, muchos de los cuales deben hacerse con reserva.
Pero Class International no es la única vinculada al proceso de calificación de estas emisiones ni la única en haber declarado en observación este proceso. Según un comunicado de la Bolsa de Valores de Guayaquil (BVG), hecho público el pasado 21 de agosto, Summaratings S.A. debió aplicar el mismo procedimiento con la sexta emisión de papeles de Ecuagran.
El colapso de ATU deja dudas
Leer másDesde la BVG se prefiere ver esta irregularidad como una excepción y no como una regla. Rodolfo Kronfle, presidente de la bolsa, donde fueron emitidos y colocados estos papeles, espera una investigación sobre este tema, del que no cree, exista alguna una afectación a la imagen de este mercado al cual califica como “sano”. Basta considerar, dice, “el alto monto de emisiones de valores que se han realizado por parte de las empresas ($ 13.559 millones en los últimos 15 años), esto comparado con la casi inexistente cartera vencida (0,04 %)”. Eso, recalca, incluye el incumplimiento del caso ATU, suscitado hace año y medio.
Sin embargo, la incertidumbre y la preocupación están. Burneo explica que internamente desde el Biess han intentado ya contactar a las máximas autoridades de estas dos empresas, de las que dice aún no ha habido respuesta. Por ello, anota, se analizan acciones legales. “Nuestros abogados están ya analizando el tema de los modelos de inversión y demás, después se verá si tenemos que implementar medidas coactivas”. La tarea desde ya, dice, es lograr recuperar de cualquier forma estos recursos, de los que esperaban un rendimiento con una tasa del 9 %.
- LA SUPERINTENDENCIA ABRE INVESTIGACIÓN
Este Diario ha solicitado a la Intendencia del Mercado de Valores de la Superintendencia de Compañías una entrevista para conocer pormenores de este tema, pero la entidad respondió que, al estar ya este caso en investigación, está en un estado de reserva al que no pueden referirse. Casas de valores, calificadoras y auditoras serían investigadas.
- LUIS JARAMILLO JIMÉNEZ. Gerente de Class International R.
“NO SOMOS LOS QUE AUDITAMOS O CONTROLAMOS"
- ¿Cuál es la función que Class International cumplió en este proceso?
- Según la Ley de Mercado de Valores nosotras, como calificadoras, estamos llamadas a dar nuestra opinión sobre la solvencia y probabilidad de pago de un emisor en bolsa.
- ¿Eso no es avalar? ¿Advertir a un inversor sobre la situación de una empresa para que confíe en ella e invierta?
- No, porque en toda calificación se debe advertir que esta no implica recomendación para comprar, vender o mantener un valor ni es garantía de su pago... hablamos de la evaluación del riesgo involucrado en esto. Los emisores (empresas) dan información que declaran juramentadamente su veracidad, y sobre esa información que es auditada por un auditor externo, nosotros emitidos opinión. Nosotros no auditamos, ni ejercemos control.
- ¿Qué factores observan?
- Tenemos que evaluar no solo los balances, sino quién administra, el mercado, el contexto económico, qué es lo que realiza, las características de emisión, etc. Es por ello, que la opinión puede ser distinta. En el caso de Delcorp cuando nosotros hicimos la primera calificación, esta tenía un puntaje superior dado por otra calificadora. Porque en estas emisiones no hemos sido la única empresa en calificar. La Ley del Mercado de Valores establece que las calificadoras de riesgo deben rotar cada tres años, entonces por eso hay emisores como Delcorp que tienen tres calificaciones. El año pasado también nos tocó calificar a Ecuagran pero también lo calificó Summaratings. En el caso de ATU no fuimos los únicos en calificar, también lo hizo Pacific Credit Rating.
- ¿En qué momento deciden poner en observación la calificación de Delcorp?
- Esto se dio en junio cuando nos toca calificar. Nos dimos cuenta que su nivel de facturación cayó como efecto de la pandemia, hicimos las consultas, pero la empresa dijo que la situación se normalizaría en los meses siguientes. No obstante, cuando en julio y agosto solicitamos información actualizada, esta no nos respondió.
- ¿Notificaron eso?
- Sí, fue reportado a la Superintendencia. La falta de entrega de información es un aspecto grave, según la Ley de Mercado de Valores puede ser causal de suspensión de la emisión. En ese momento es que observamos que ya estaba impaga la quinta obligación que nosotros no calificamos y, por lo tanto, decidimos convocar a comité y poner en observación la calificación de la sexta emisión de Delcorp.
- ¿En qué mes se dan cuenta del impago?
- Eso se dio ya en agosto. Y es algo que nos sorprende, porque no nos explicamos cómo Delcorp, que facturó $ 47 millones durante un año, suspenda sus pagos, a no ser que la pandemia les haya afectado de manera más significativa.