
El café lojano en la conquista con su aroma
El cantón Sozoranga es un referente de producción y exportación, en un país de alto consumo, pero con déficit de oferta
El corazón rural de Loja, el cantón Sozoranga se ha convertido en un referente del nuevo auge del café ecuatoriano. En comunidades como Chorora, Viviates, La Florida y Bellavista, pequeños productores están transformando su forma de cultivar con miras a estándares internacionales. Este cambio no solo ha mejorado la calidad del grano, sino que ha permitido que el café local cruce fronteras, llegando a destinos tan lejanos como Japón, Corea, Italia y Canadá.
Según el Banco Central del Ecuador (BCE), en el 2024 el país exportó más de 15 toneladas de café, que generaron más de 145 millones de dólares, un 11 % más si se lo compara con el año previo. Consolidar su posición en el mapa exportador es el fin de Sozoranga y para ello apuesta por certificaciones de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA), que garantizan la sostenibilidad ambiental, la seguridad alimentaria y la responsabilidad social en torno a su oferta.
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Fincas de este cantón han sido reconocidas por implementar técnicas como el manejo responsable de agroquímicos, la protección de fuentes hídricas y la trazabilidad del producto.
La Taza del ‘triunfo’
La historia de éxito tiene sus raíces en logros previos. En 2019 y 2020, caficultores del sector como Diana y Olinka Vélez o los hermanos Ramiro y Fabricio Coronel lograron los primeros lugares en Taza Dorada, uno de los concursos más prestigiosos del país. Desde entonces, nombres como Segundo Gonza, William Jadán, Yovani Arrobo y Cristóbal Romero se han sumado a una generación de caficultores comprometidos con la excelencia.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Ecuador tiene una superficie cultivada de 30.314 hectáreas. Del total de la producción, aproximadamente el 55 % es arábigo, un café especial que brota también de las tierras de Sozoranga.
Para fomentar este cultivo, dicen los agricultores, ha sido clave el respaldo clave del Municipio, la Prefectura de Loja y organizaciones como Heifer Ecuador.
Estas entidades han facilitado la entrega de semillas mejoradas, maquinaria, capacitaciones técnicas y espacios de promoción comercial como el evento Loja Sabor a Café. Solo en julio de 2024 se entregaron 15 kg de semillas de la variedad Bourbon Sidra y 50.000 fundas para plántulas como parte de un ambicioso plan para sembrar un millón de plantas de café.
Además, la implementación de escuelas de campo, la integración a la Mesa Provincial del Café y la colaboración con universidades y el sector privado han fortalecido la cadena de valor en la región.
Los agricultores reciben clases de nutrición de cultivos, barismo y catación que permite a los productores mejorar la productividad y la calidad de sus granos.
Aún falta ayuda
Pese a estos avances, las comunidades cafetaleras aún enfrentan retos estructurales. “Necesitamos subsidios para fertilizantes, sistemas de riego y un control real sobre los precios que imponen los intermediarios”, sostiene Cristóbal Romero, presidente de la Asociación de Productores Cafetaleros de Sozoranga.
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El alcalde, Orli Renán Flores, está convencido de que el café ecuatoriano puede volver a ser el motor económico que fue en los años 80. “Estamos decididos a recuperar esa grandeza, trabajando con nuestros productores”. Esta visión encuentra eco en iniciativas como la formalización de asociaciones, el acceso a mercados prémium y la adopción de tecnologías limpias.
Producción deficitaria
El modelo, creen especialistas de este sector, es algo que podría replicarse en otras provincias, para lograr mermar el déficit que se tiene en la oferta.
De acuerdo con la Asociación Nacional Ecuatoriana de Exportadores de Café (Anecafé), el consumo per cápita de café en Ecuador pasó de 0,7 kilos a 1 kilo al año. Eso, explica Pablo Pinargote, gerente del gremio, equivale a un consumo de unos 300.000 sacos de café al año. Sin embargo, la oferta nacional no supera los 200.000 sacos.
En la actualidad, recalca Pinargote, mucho de ese consumo se cubre con la importación de café procesado. Una realidad, que espera, pueda cambiar con este nuevo Gobierno. “El Ministerio de Agricultura ha creado la Mesa Técnica del Café, que será liderada por el sector privado, bajo una visión de caficultura”.
En ese sentido, habla del plan que encaminan de sembrar las primeras 20.000 hectáreas con apoyo financiero del Gobierno, con tasas de crédito de hasta el 7 % y no del 15 % como ahora, que permitan a los pequeños y a los medianos productores apostar nuevamente por este sector.
“Ya no con los niveles de pobreza que tenemos de 5 quintales por hectárea. La idea es alcanzar la media de la región, que es de 25 quintales por hectárea, para poder competir no solo en precio sino también en calidad”, explica.
Ecuador, dice, se ha abierto campo en el mercado de la especialidad, pero aclara que ahora mismo su limitado volumen de oferta no le permite despuntar en este sector. “Nosotros a lo que apostamos es que una finca modelo tenga entre el 10 % y 20 % de café especial, para complementar eso con café también de buena calidad”.
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