El cambio climático eclipsa la era petrolera ecuatoriana

Lo que parecía un escenario lejano ahora es una realidad que está a la vuelta de la esquina. La apuesta por un mundo movido por energías renovables va en serio y Ecuador ya siente los estragos de esa tendencia que busca atenuar el cambio climático.

Algunos de los bancos más grandes de Europa están eliminando gradualmente los servicios comerciales para la exportación de petróleo de la Amazonía ecuatoriana, una medida que refleja el creciente enfoque de las entidades financieras mundiales por el cambio climático y su alejamiento de los combustibles fósiles, considerados cada vez más riesgosos, informó la madrugada de este 25 de enero de 2020 el diario estadounidense The Wall Street Journal.

Ayer, Credit Suisse Group e ING Groep NV de Holanda dijeron que estaban excluyendo nuevas transacciones relacionadas con las exportaciones de petróleo amazónico de Ecuador de sus actividades comerciales, citando el cambio climático y preocupaciones por la selva tropical del Amazonas y sus pueblos indígenas. Asimismo, BNP Paribas SA de Francia, el banco más grande de la eurozona y una de las potencias comerciales de la región, dijo en diciembre que excluiría inmediatamente de sus actividades comerciales las exportaciones marítimas de petróleo de la provincia de Esmeraldas en Ecuador, bajo sus últimas políticas de financiamiento ambiental, informó el medio especializado en economía y finanzas internacionales.

El rol de los prestamistas europeos en el respaldo a estos negocios quedó bajo escrutinio en agosto, según la agencia Reuters, cuando un informe de los grupos activistas Stand.earth y Amazon Watch nombró a seis bancos europeos como los principales financistas de exportaciones de petróleo ecuatorianas para las refinerías estadounidenses.

Líderes indígenas que batallan para impedir la exploración de crudo en sus territorios han dicho que el rol de los bancos los convierte en cómplices en casos de derrames, violaciones de derechos de tierras y destrucción de la selva amazónica por parte de la industria de energía en Ecuador.

Los grupos activistas han acusado a bancos de usar dobles estándares al hacer compromisos para frenar el cambio climático mientras que al mismo tiempo negocian con la exploración petrolera en Ecuador, donde la industria planea abrir cientos de pozos en el Parque Nacional de Yasuní, declarado patrimonio mundial por la Unesco.

¿Qué implicaciones puede tener la decisión de los cuatro bancos en la industria petrolera nacional? Para el analista económico José Orellana, será más complicado comercializar el petróleo nacional y financiar proyectos en el país.

“Aquí el problema es la presión que va a empezar a existir tanto de Europa, de Estados Unidos, de China, para moverse a energías no contaminantes por el cambio climático”, dijo Orellana.

Además, el experto aseguró que Ecuador debía comenzar a pensar en la era pospetrolera hace 10 años. “Ya no es una opción es una urgencia. Urgentemente debemos pensar alternativas no solo por el petróleo, sino por la sostenibilidad de los cultivos”, dijo Orellana.

Los recursos petroleros aún son importantes para la economía ecuatoriana y sería una utopía si se piensa que puede prescindir de ellos por ahora, aseguró Gonzalo González, coordinador de la Comisión Petrolera del Ecuador.

“La tecnología disruptiva sustituye el consumo de combustibles fósiles por otros de menor impacto ambiental o la energía fotovoltáica. De hecho los autos eléctricos ya son una realidad y ahora marcan la tendencia de compra a escala global, incluso hay autos autónomos”, dijo González.

La respuesta de Petroecuador

La estatal petrolera emitió un comunicado este 25 de enero de 2020, tras la acción de los bancos europeos. Petroecuador señaló que realiza sus operaciones de exploración, producción, transporte, refinación y comercialización nacional e internacional de hidrocarburos “cumpliendo rigurosamente la legislación ecuatoriana, la de seguridad, salud y ambiente, para lo cual cuenta a la fecha con 250 licencias ambientales emitidas y 38 se encuentran en proceso ante el Ministerio de Ambiente y Agua”.

Según Petroecuador, conforme establece la normativa, para la obtención de cada licencia se cumple con un proceso de participación ciudadana en el cual las comunidades han sido informadas sobre el alcance de los proyectos a ejecutar; además se realizan los planes de relaciones comunitarias aprobados para cada instalación, cuyo cumplimiento es auditado bianualmente por parte de consultoras ambientales calificadas y los informes son presentados a la autoridad ambiental nacional para la aprobación respectiva.

La empresa pública señaló que cuenta desde el año 2000, con la certificación internacional ISO 14001: 2015 Sistemas de Gestión Ambiental, la cual es verificada por un ente certificador externo.