Con campaña, hoteleros buscan subir del 30 % de ocupación

Un video de medio minuto que muestra algunos de los atractivos turísticos de Guayaquil y que resalta el confort que ofrecen hoteles como el Oro Verde, Sheraton, River Garden, Wyndham y Hilton Colón, es el arma con que la Asociación de Hoteles del Guayas (Ahotegu) enfrenta la baja demanda de turistas como consecuencia del recrudecimiento de la violencia en el país. Una campaña que quiere hallar eco en las autoridades y mostrar el rostro positivo que puede ofrecer la ciudad.

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“Estamos viviendo una crisis similar a la que vivimos en la pandemia de covid-19. Es una de las crisis más fuertes que ha sufrido la industria hotelera”, dice a EXPRESO Fernando Arrigorriaga, presidente de Ahotegu, que agrupa 23 hoteles, en su mayoría de cuatro y cinco estrellas.

Se refiere al bajón en la ocupación de hasta en un 80 % que sufren los hoteles de Guayaquil desde el año pasado y que se acrecentó en los tres primeros meses de este año por la declaratoria de conflicto armado interno y el estado de excepción, con los que se buscó mitigar los índices delictivos, pues se llegó a registrar hasta 20 asesinatos por día en el país. Una crisis, señala, que ha afectado a todos los 4.300 establecimientos que conforman el sector hotelero y turístico del Guayas, así como a sus proveedores.

Arrigorriaga menciona que el estado de guerra interna, que culminó el pasado 6 de abril, le hizo daño al sector hotelero, porque el uso de palabras como ‘guerra’ y ‘terrorismo’ fue maximizado por países como Estados Unidos (el primer emisor de turistas a Ecuador), que desaconsejaron a su población visitar el país.

“Nosotros lo que queremos (con el vídeo) es concientizar para sacarnos el estado de guerra de la cabeza y mostrar que Guayaquil es una zona linda para conocer y donde se viven buenas experiencias”, sostiene Arrigorriaga, quien también es el gerente general del Hotel Oro Verde.

Hasta marzo, los hoteles del Guayas tuvieron una ocupación promedio del 30 %, que si bien fue el doble de lo que consiguieron en enero (cuando registraron apenas entre el 10 y 15 %), continúa muy por debajo de lo esperado, admite Ahotegu. La afectación ha sido tal que los hoteles más pequeños no han tenido ingresos y los más grandes han desvinculado a parte de su personal, por la falta de liquidez para pagar sueldos. Un panorama que quieren cambiar desde abril.

El presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo del Ecuador, Holbach Muñeton, indica que a nivel nacional la ocupación hotelera está entre el 20 y 25 %. Un porcentaje que califica como “terrible”. “Una habitación de hotel que antes costaba 120 dólares, hoy se la consigue en 60 dólares y mañana, si la situación no mejora, puede llegar a costar 30 dólares”, explica.

“Estamos cansado de esta situación porque lamentablemente dependemos de la delincuencia. Porque cuando no hay ningún evento delictivo, sube la ocupación, sube la productividad y suben las ventas. Cuando hay un evento fuerte, baja automáticamente todo”.

Durante los tres meses que duró el estado de excepción, Muñeton calcula que el sector hotelero a nivel nacional tuvo pérdidas de 60 a 70 millones de dólares. Un problema económico que, pese al respiro por la culminación del toque de queda y estado de excepción, se agrava ahora con los cortes de energía.

“Con los apagones, cada hotel está gastando por generadores eléctricos entre 1.000 y 1.200 dólares diarios. Además, afecta la inestabilidad de un día (ser víctimas de) la delincuencia y otro día tener apagones”.

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Además de mostrar y difundir el lado positivo que tiene Guayaquil, Muñeton plantea que, para contrarrestar el mal, las cámaras de turismo han pedido y siguen luchando por resguardo policial en sitios y corredores específicos para los turistas nacionales y extranjeros. “Sería interesante que pudiéramos decirles a los turistas: ‘Tú puedes andar seguro por toda la calle principal de Urdesa y en la 9 de Octubre; y de rutas seguras te puedes movilizar por las avenidas Machala y Quito, que conectan el sur con el norte’. Son lugares específicos que hemos pedido que se resguarden, pero hasta ahora no se ha dado”.

No hay recuperación

El representante de las cámaras de turismo añade que además de los hoteles, otros grandes afectados por la delincuencia son los bares y discotecas, que no logran levantarse pese a que se terminó el toque de queda, pues aún hay temor de salir de casa por el resurgimiento del crimen en las calles. Ejemplo de ello es el asesinato de un chofer de bus a manos de ladrones en Guayaquil hace pocos días.

Añade que aparte de las vías que busca el sector turístico para reflorecer, desde el Estado se debe poner mano dura a la delincuencia, evitando que los malhechores entren y salgan en seguida de la prisión, una situación que, resalta, tiene que trabajarse desde la Función Judicial.

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