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Una vez que Xavier Pérez arma el atado, los lava en el estero; su jornada empieza a las 07:00.Gerardo Menoscal.

El cangrejo siente la llegada de El Niño

Quienes se dedican a esta faena cuentan lo complicado que es capturarlos. Al igual que algunos peces, su oferta y calidad tienden a escasear

A medida que se acerca el fenómeno de El Niño crece la preocupación entre cangrejeros y pescadores por cómo sobrevivirán durante este evento, tomando en cuenta que hace poco terminó el invierno y no les fue fácil. Aunque aún falta para que lleguen las fuertes lluvias de diciembre, la captura de estas especies tiende a escasear.

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Para llegar al recinto El Salvador, de la parroquia rural Santa Rosa de Flandes, perteneciente al cantón Naranjal, en Guayas, hay que ingresar por un camino entre empedrado, lodoso y con profundos baches, donde el agua se empoza. En esta vía, la maleza es la que delimita el sendero para que el auto no se caiga al brazo de mar o a una hacienda cacaotera, ya que no hay ni siquiera una berma.

En el lugar está Xavier Pérez, quien recolecta crustáceos desde muy joven, y comenta que ahora es más difícil porque el cangrejo escasea. En un día normal de faena, desde las 07:00 hasta las 10:30, camina hasta por una hora dentro del manglar para capturar tres atados -antes cogía de seis a ocho- y prevé ganar 25 dólares, pero cree que sea menos por el regateo.

Las lluvias y las altas temperaturas que también llegan a expandirse hasta las zonas del manglar, propios de un fenómeno que se avecina, están provocando que los cangrejos tiendan a enterrarse más de lo normal, complicando así su captura.

El mismo problema se registra en la isla Mondragón del Golfo de Guayaquil, otra zona cangrejera donde habita Ricardo Carpio. Él cuenta que antes, en un día, lograba hasta siete atados (de 14 cangrejos), ahora apenas alcanza a tener tres. Aunque en su sector las capturas son menores, los precios no son tan altos como se espera. El atado que antes vendía en 15 dólares, ahora le toca “rematarlo” en ocho. Carpio expresa que las fuertes lluvias generan inundaciones en áreas del manglar, cuya agua dulce origina una especie de moho en el caparazón del animal, lo que empeora su aspecto y, por ende, los precios.

En el país, 11.675 personas se dedican a la captura de cangrejo, guariche, concha y a la pesca en aguas interiores, según reporta el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca. La mayoría de ellos viven en zonas que se verán afectadas por este evento climático, no solo porque no podrán recolectar mariscos, sino también porque quedarán aislados, por ende, sus familias peligrarán ante la creciente de los ríos y esteros, lo que podría provocar malaria, entre otros padecimientos por las fuertes lluvias.

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El ministerio ha estimado que, en este sector, las pérdidas bordearían los $ 2,3 millones por mes, un perjuicio que podría crecer a los $ 7,5 millones, si se toma en cuenta la vulnerabilidad de las 17.000 personas más que viven de la pesca artesanal.

En el recinto El Salvador, los pescadores aún no sienten los efectos, pero les invade la preocupación por lo que pueda venir. Félix Bohórquez salió la semana pasada con sus compañeros oriundos del sector a pescar en tres embarcaciones de madera y tuvieron muy buena pesca; capturaron alrededor de 10 gavetas de tilapias y otras especies. Por cada gaveta recibiría 25 dólares, ganancia que debe dividirse entre nueve personas, indicó.

Bohórquez teme que las consecuencias invernales de otros años puedan repetirse. En 2006, cuando tenía 10 años, recuerda, el agua les llegó hasta el cuello y “todo se fue a pique; no había luz y todo estuvo inundado por un mes”. Él ya no reside en el recinto, sino en Naranjal por los estudios de sus hijas, pero todos los días va a este sitio a pescar.

Igual angustia siente Pablo Pincay, de 70 años, quien no sabe qué hacer ahora que se avecina El Niño, ya que está optando por dejar de ser cangrejero y dedicarse a la pesca del camarón y del pescado blanco, ya que le duelen los huesos por meterse, todo el día, en el lodo frío.

Por lo general, a las cuatro de la tarde sale, junto con otros pescadores, a colocar unas mallas, para capturar peces, pero no siempre puede pescar, ya que no tiene una embarcación propia, sino que debe prestarla y dividirse la venta con quien lo acompañe. Él recibe $ 100 por un bono que le da el Estado, pero a veces no le alcanza.

Necesitamos que arreglen el puente porque está muy destruido y no puede pasar por él un auto; también que construyan un muro de contención y arreglen las vías de acceso

Alfonso Solís, presidente parroquial de
Santa Rosa de Flandes

Tanto Pincay como otros pescadores, cangrejos y moradores de este recinto se sienten abandonados por parte del Estado y aún no saben cómo sobrevivirán durante el evento climático, aunque creen que deberán pedir trabajo a las camaroneras o hacer otro tipo de oficio.

Ante esto, el Ministerio de la Producción ha dicho que “podría implementar módulos” para “emprendimientos”. Pero El Niño está cada vez más cerca. 

Necesidades viales y servicios básicos preocupan

Para Alfonso Solís, presidente parroquial de Santa Rosa de Flandes, el problema que enfrentarán será inevitable y ya lo ha comunicado al departamento de Gestión de Riesgos del COE cantonal, para elaborar un plan de acción para mitigar su efecto. También lo ha hecho con la Prefectura del Guayas, desde la administración pasada, porque necesitan que acondicionen las vías de segundo y tercer orden, pero solo le han dicho que “en el transcurso de unos 15 a 30 días podrían ver qué mantenimiento le dan”, hasta ahora solo “van a pasar una motoniveladora, un rebacheo; pero aquí se necesita un recapeo, con material de relleno, y aún más, una vía asfaltada”. En este sitio viven 800 personas.

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El recinto también se ha querido dedicar al turismo de avistamiento de delfines pico de botella y de aves, pero “los turistas vienen solo una vez y luego no más, por el estado de las rutas de acceso”, mencionó Solís. Desde este mes hasta septiembre es la temporada.

Marcela Aguiñaga, prefecta del Guayas, expuso que “al momento la Prefectura Ciudadana del Guayas se encuentra en un proceso de contratación de maquinarias para el mantenimiento pétreo de varios caminos de toda la provincia”, entre ellos “se ha considerado algunos caminos de la junta parroquial Santa Rosa de Flandes”, por lo que “en los próximos días se subirán los procesos a contratación y entrarán en ejecución” en el portal de compras públicas.

Por otra parte, mencionó que “la administración anterior no dejó maquinaria operativa que nos permita atender todas las necesidades de la provincia”.