Julio Bonilla
Artistas. Julio Bonilla uno de los cantantes de serenata de la calle Gómez Rendón, de la época en que existía el Rincón de los Artistas.JOFFRE FLORES

Merman las serenatas, mas los cantantes ni cupido se van de la Gómez Rendón

Aún hay cantantes de la época del capitán Pedro Espinoza. Cantar ahora tiene sus riesgos

A propósito de San Valentín. Cupido vive en Gómez Rendón y Esmeraldas, le gustó habitar allí desde 1940 cuando el capitán Pedro Espinoza abrió el Rincón de los Artistas. Han corrido 85 años y en la pupila de Julio Bonilla, cantante de la zona, se dibujan las escenas de cuando funcionaba aquel local. A ese negocio se lo puede comparar con lo que ahora sería un karaoke con música en vivo, pero en lugar de ser un solo salón, son reservados donde se puede tener al cantante endulzando los oídos de la amada. "Muchos pidieron la mano allí, aunque también era un espacio para disfrutar de la noche bohemia guayaquileña", dijo el artista que aceptó conversar con Diario EXPRESO.

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Julio está sentado en una esquina donde la sombra está adueñada del lugar, no funcionan las lámparas públicas. Cerca está su compañero, el guitarrista, Francisco Andrade. Tras suspirar se vuelven a recordar cuando en esa zona había más de 50 artistas listos para ir a cantar al amor. Están solo los dos, esperan que algún enamorado romántico llegue a contratarlos, la presentación de una hora cuesta 200 dólares y por la serenata de seis canciones cobran 120 dólares.

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Antes, recordó Julio, no se alcanzaban para ir a dar las serenatas; en los días malos tenían hasta siete presentaciones, ahora son dos o tres por semana. Ellos dicen que la culpa es de la situación económica de Ecuador y por la inseguridad. Pese a ello, Julio que lleva a hombros 73 años y Francisco, 68 años son fieles en estar en esa esquina.

-¿Se consideran los sobrevivientes del Rincón de los Artistas?

- No, dijo Julio.

"Hoy que es jueves solo estamos los dos, porque además está lloviendo. Pero, suelen venir otros compañeros. Lo cierto es que ahora somos menos. Pero, no somos los únicos", contó Julio.

No pudieron evitar de acordarse de que el Rincón de los Artistas era donde Julio Jaramillo le gustaba ir a cantar. "El local fue muy famoso el siglo pasado, aquí se presentaron grandes artistas como Daniel Santo, Embajadores Criollo, entre otros", contó Julio, porque Francisco prefirió hablar poco. 

El arte que nació en la cuna

¿Pero, quién es Julio Bonilla? Un guayaquileño, sus padres migrantes de Esmeraldas que cuando llegaron al Puerto Principal consiguieron una casa en la calle Portete, parte del Suburbio de la ciudad.

Su mamá, Carmen, era quien le cantaba al pie de la cuna. Aunque, en realidad lo hacía todo el tiempo. Cantaba cuando barría, lavaba, cocinaba o sin tan solo estaba sentada con su hijo. "Así me enamoré del arte de cantar y empecé a hacerlo desde los siete años de edad. La canción preferida de mi mamá fue Flor sin retorno, una canción de Pedro Infante", contó Julio.

En mundo artístico no saltó a las primeras páginas de los medios de comunicación. Pero, tiene el don de cantar y entre los personajes que lo han contratado está el recordado radiodifusor, Carlos Armando Romero Rodas. "Me dijo, Julio vamos que quiero conquistar un corazón con esta serenata. Fui, y sí que conquistó a la chica", recordó.

Ahora que las presentaciones son menos, Julio en la mañana labora como gasfitero, "claro si me sale algún cachulo", precisó.

Los mariachis los acompaña

Los experimentados cantantes del Rincón de los Artistas desde hace muchos años, ellos no recuerdan desde cuándo, están acompañados  lo largo de la calle Gómez Rendón de los mariachis. Para estos grupos la situación económica tampoco es la mejor. Los mariachis contaron que todavía no tienen contratos para el 14 de febrero. Ellos cobran 100 dólares por 10 canciones. 

También se quejaron de la inseguridad, sin dar nombre, por temor a la represalia, indicaron que al ir a dar las serenatas a unos les han robado el carro; a otros se le han llevado los instrumentos. Por estas malas experiencias hay lugares a donde prefieren no ir: Socio Vivienda, la entrada de la 8, Monte Sinaí, Guasmo y Bastión Popular.

El negocio de las serenatas no pasa por su mejor momento, sin embargo ni cupido ni los cantantes se han ido de la calle Gómez Rendón.

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